¿Qué conseguía yo guardandome este capítulo para mí cuando ustedes desean leerlo?
Lo prometido es deuda, dos capítulos más durante el día de hoy. Los Siete saben que trabajo duro en cada capítulo, pero es que necesito de esta historia tanto como ustedes.
Recuerden, si comentan, aumentan las posibilidades de que siga actualizando rápido <3
Rhaenyra y Daemon esperaban en la puerta la llegada de sus hijos. Según les habían anunciado los guardias, todos sus pequeños estarían en la fortaleza en breves minutos —a excepción del hijo menor de Rhaenyra, Joffrey— con el cual habían optado hacer un viaje más largo pero más seguro al que Rhaenyra había accedido por la seguridad de su bebé.
Al lado de la pareja se encontraba Viserys, acompañado de la reina Alicent a su derecha y de Otto Hightower a su izquierda.
Aunque Daemon hubiera preferido que esas víboras se mantuvieran bien lejos de sus hijos, no podía demandar tal cosa del rey.
Por su parte, Alicent y Otto se encontraban tensos. Tras la aprobación de Viserys del matrimonio de los príncipes, con el que no habían contado en un primer lugar a la hora de elaborar su plan, su idea de convencer al rey de nombrar a Aegon rey por las buenas se desmoronaba.
Los Hightower contaban con el apoyo de algunas casas de los Siete Reinos, pero no eran las suficientes, y definitivamente no se comparaban con todas las que habían jurado fidelidad a la princesa Rhaenyra y que aún honraban esa promesa.
Su mayor activo era la iglesia, que deseaba ver a los Targaryen en la ruina, exiliados y repudiados por la gente por sus actitudes impropias, sus tradiciones extrañas y su falta de respeto a los mandamientos de los Siete.
Es por esto que se habían apresurado a contarle a la iglesia acerca de la boda Valyria de los príncipe. Notici que había generado conmoción en la iglesia.
Después de que Aemma y Viserys se casarán bajo la tradición de los Siete, de la misma manera que el príncipe Laenor había hecho con la princesa Rhaenyra, esperaban que la casa Targaryen siguiera mostrándoles respeto de esa manera, pero los príncipes habían optado por el camino impuro típico de su casa.
Los más fieles no solo consideraban su unión pecado, si no que afirmabab existía un presagio de la mala suerte que ambos príncipes traerian al reino por llevar el pecado con ellos con tanto orgullo.
Los hijos de Alicent Hightower también estaban allí, con aspecto más bien aburrido. Eran ajenos en la gran mayoría a los planes de su casa.
Daemon observó a Aemond atentamente. El joven muchacho había crecido y se le hacía muy parecido a Viserys de joven —en el pleno esplendor de la juventud—, pero le preocupaba las tendencias violentas que había desarrollado con los años. Además, el accidente con Lucerys aún estaba reciente, y le preocupaba que el joven quisiera hacer algo en contra del hijo de Rhaenyra.
No iba a permitir que le hiciera nada, por supuesto, pero debía mantenerse alerta a cualquier gesto que indicara que Aemond buscaba venganza o problemas.
Cuando el carruaje cruzó las puertas de la fortaleza, ambos príncipes centraron su atención en el carruaje.
Habían extrañado a sus hijos muchísimo.
Los primeros en bajar fueron Jace y Lucerys Velaryon, que básicamente corrieron a abrazar a su madre.
—Oh, mis dulces niños, les extrañé —dijo Rhaenyra, abrazándolos con cariño—. ¿Han tenido buen viaje? ¿Cómo se encuentran? —preguntó la princesa, apartando el flequillo de su hijo Lucerys para poder verlo a los ojos.
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FIRE ON FIRE (Daemon & Rhaenyra)
FanfictionDiez años han pasado desde la última vez que Daemon y Rhaenyra coincidieron. Ambos han rehecho sus vidas lo mejor que han podido, pero cuando se vuelven a ver se dan cuenta que hay fuegos que nunca dejaron de arder. A lo mejor es verdad lo que algun...