S O M O S A Q U Í Y E N L A
P R Ó X I M A
Los lirios.
El mar.
La brisa salina.
Pensé que si lo revolvía daría un aspecto pavoroso. Después, reflexioné, sin incluir terceros o dejarme llevar por el pánico; y verdaderamente eran compatibles.
Solo tenía que buscarle su lugar. El momento.Hay cosas y, situaciones que no pueden tener nunca, cabida en nuestra vida. Constantemente buscan su momento, algunas veces lo encontraran, pero depende de cada persona reconocerlos y decirles que no tienen su lugar en nosotros.
Y, en cuanto lo hagamos, no dudar en destruirlo a la de una.Es que se ven tan exquisitamente bellos. Otros, realmente aterradores. En las dos hay que tener agallas para exterminarlos.
Nadar contra corriente.
Saber entender el curso que algunas aguas llevan. Son dolor, angustia y desesperación.Siendo así, nademos contra corriente.
Consideremos los lirios del campo.
El Mar. Sintamos la brisa que sopla dentro de nosotros. Escribamos y ríamos de la tinta desbordada.
Los errores que tachamos y, equivocadamente, no lo merecían.Debemos dar segundas oportunidades. En especial, si es a nosotros mismos. Hay vida, hay esperanza.
Creer. Tener fe.
Ser sustantivos.
Ser de uno, pero no de sí mismo.Lo digo, porque estoy reflexionando de lo que pudo ser y no fue.
El mar.
Los lirios se quedan.
La brisa salina.
Así, desordenado.
Que ya contiene el orden necesario.
Vivamos. Corramos. Cortemos espinas. Seamos navegantes en tierra, océanos o en el espacio.
Es lo mismo donde quiera que lleguemos o pasemos.El curso que siga nuestra navegación y vengan vientos huracanados, así estemos en un infinito desconocido. Él irá con nosotros. Si sopla con violencia, como si la vida peligrase, no pereceremos.
Sigo aquí, pensando. Encerrada en un lugar temporal, mientras afuera ocurren sucesos. El retorno de tormentas y, el resurgir de la luna, voces enérgicas cesando en ecos asustadizos. Se sienten culpables, pero darán una digna despedida.
De esas que calan no tan hondo, pero que tienen un propósito.En una exhalación ahogada, decido dejar el cansancio e ir por la merienda.
Dejo el cuaderno a un lado, sonriendo por última vez al adiós con nombre y apellido.He entendido que no debo detenerlo.
˖
🌊
—¿Eres el mismo? —Suspicaz, me reclino para así lograr tener una mejor vista— Fares te ha estado buscando —. El gato negro desde mi puesto casi se confunde con la oscuridad de la noche—. No se si tu dueño es Dussel, pero lleva un largo tiempo en espera. —No contesta y eso es un consuelo. De hecho creo que me mira mal—. Esta bien, no se trata de ti. Lo entiendo. Perdón si te confundí, es que quería pasarte el mensaje. Pero si solo eres un gatito callejero vestido de negro para atraer la atención —Trueno la lengua—, esa técnica ya no se utiliza. Es mejor ser un buen chico.
Harto de escucharme, salta y se escabulle en el tejado de la otra casa.
Se ha ido y la silueta negra con el refulgir de la luna, es un paisaje de película animada.
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RUTA 27 | ✓
Teen FictionPude contar la estrellas en el infinito. La melancolía de dejarte, se desvaneció. El majestuoso atardecer abriría una ruta para recordarte que "fuimos uno". Él fue la lluvia que se esparció sobre la sequedad de nuestros corazones; jamás te dejará, e...