Tóxico [Lucemond]

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 ADVERTENCIA, LEER ANTES DE SEGUIR:

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A partir de aquí, empiezo a nombres sucesos y lugares que acontecen y aparecen en el libro, por lo cual son SPOILERS DE LA SEGUNDA TEMPORADA. Por supuesto y para la absoluta conveniencia de la historia, algunos de ellos están totalmente modificados, pero otros NO. No voy a aclarar cuál es real y cuál no, salvo que ustedes me lo pidan a partir de ahora.

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Igual no se preocupen, tampoco van a ser tantos porque la historia en algún momento se va a desviar hacia Aemond y Lucerys, y eso desgraciadamente ya sabemos que no es canon.

Sin más, comencemos.

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4 años después

— Las tropas volvieron a movilizarse desde el sur, por lo que no sería extraño que...

— ¿Quién va a recibirlos? El ejército de Blackwood no llegará a tiempo desde la Tierra de los Ríos, ¿qué hay de los Costayne? Ellos conocen a Ormund Hightower, conoce sus movimientos, él podría...

— No es Ormund quien lidera el ejército que se aproxima a Reposo del Grajo, milord. Deberíamos...

Un golpe suave en la parte posterior de su brazo izquierdo distrajo a Lucerys de la conversación que se desarrollaba alrededor de la mesa del salón principal de Rocadragón; volteando el rostro con cautela, sus ojos se posaron en su hermano Jacaerys por una fracción de segundo. Éste arqueó las cejas en su dirección mientras Lucerys fruncía el ceño, interrogante por la interrupción. Cuando su hermano mayor no habló, bufó imperceptiblemente y su mirada se posó nuevamente en el concilio frente a él, una mano presionando la empuñadura de su espada.

— No importa qué rumbo tome el ejército de Aegon, ni qué casa llegue primero a Reposo del Grajo.— La voz firme de Daemon se dejó oír por encima del resto de los caballeros, quienes guardaron silencio, expectantes.— El territorio pertenece a los Peldaños de Piedra y ahí ya tenemos apostado a un dragón.

—Mi príncipe, con todo el respeto que usted se merece, no podemos dejar librado a la suerte de un sólo dragón la posibilidad de perder el dominio de la entrada a los puertos de Desembarco del Rey, deberíamos...

— Nunca sugerí tal cosa.— El suspiro de su padrastro se oyó incluso desde la posición alejada que ocupaban Lucerys y su hermano, el ambiente volviéndose aún más tenso de lo que ya estaba.— Rhaenys está más que capacitada para hacer frente a ese ejército.

— Príncipe Daemon.

Otro lord, al cual Lucerys reconocía pero no recordaba su nombre, se adelantó en la mesa y aguardó a que su padrastro volteara hacia él; la mirada que Daemon le propinó era de completo hastío y el rastro oscuro de sus ojeras le acentuaban la expresión de cansancio.

— Existe la posibilidad de que ese ejército también envíe un dragón, mi príncipe.— un murmullo generalizado y tenso se dejó oír en el salón. Lucerys inhaló profundamente sin voltear a Jacaerys; más que sentir su presencia a sus espaldas, el aroma sutil de sus feromonas le llegaba claro a la nariz. Estaba fastidiado.

— ¿De qué dragón estamos hablando, si se puede saber?.— Daemon acalló todos los susurros cuando su voz surgió más fuerte de lo habitual, retumbando en la piedra.— Aegon no va a abandonar desembarco del Rey y no hemos tenido noticia alguna de Dreamfyre, ¿temes que Aemond haga acto de presencia de los Peldaños?