Capítulo 40

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Concentrarme en el instituto y en una nueva rutina de ejercicio se han convertido en mi vía de escape para no pensar en absoluto en Nicholas, pero obviamente eso no es verdad del todo, porque aunque sí me sirven de distracción, mi mente no deja de pensar en él.
Cierro el libro de química y refregó las palmas de mis manos en mi rostro. Recargo mi espalda en el respaldo de la silla y unas manos se colocan en mis hombros. Miro a mi nana y ella me abraza reconfortante.

—Haz estado todo el día metida en tu habitación, ¿Quieres salir al jardín para que te de un poco de aire?

Recargo mi cabeza en su pecho y niego.

—No. Eso significaría toparme con Tyler, y no quiero lidiar con él en estos momentos.

Mi nana se sienta en la orilla de mi cama y giro la silla para verla.

— ¿No haz sabido nada de Nicholas? —Pregunta con un hilo de voz, como si tuviera miedo de hacer esa pregunta.

—Las chicas me informaron que hace un par de días le dieron de alta del hospital y ya se encuentra reposando en su casa, bajo al cuidado de su mamá y de su novia. —Bien, estuvo de más que dijera lo último.

—Ya veo. Lo más importante es que ya se encuentra bien. Ahora solo queda pedirle al cielo que su recuperación sea rápida y sin complicación alguna.

Sara no me sigue el juego y en verdad se lo agradezco.

—Ojalá así sea, nana.

Dejo salir el aire que se acumuló en mis pulmones, camino hasta ella y me acuesto en su regazo. Acaricia mi cabello y me doy cuenta que está mujer siempre esta por y para mí las veinticuatro horas. Mi vida es un completo caos, la persona que amo, no quiere volver a verme. Mi padre es amante de la señora Lauren, e Isabela es su hija. Mi hermano odia a personas que mi padre quiere y va a a proteger sobre todas las cosas. Y lo que más me atormenta es que Ethan Baker está vivo y no sé que es lo que planea hacer. Y es que todos corremos peligro, porque a él parece importarle muy poco sus hijos.
En ocasiones siento que no podré con todo y terminaré por volverme loca. Antes, cuando estaba totalmente atormentada por Tyler y sus asuntos, tenía el consuelo y la presencia de Nicholas en mi vida, y eso me ayudaba a sobrellevar esa situación, él era como mi propio mundo de fantasía, al cual me escapaba cuando sentía asfixiarme con todos mis problemas. Eso era él para mí, pero bueno, ahora Nicholas no quiere saber nada de mí, y tengo que enfrentar esto yo sola. Como siempre. Y sí, tal vez se lo puedo decir a mi nana, pero no quiero que se martirice ella también, así que por eso prefiero no decirle nada.


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The Night We Met cantada por Lord Huron suena a todo volumen en mis AirPod, y es que los seres humanos somos muy masoquistas, no nos basta con sentirnos triste, sino que escuchamos canciones tristes para hacernos sentir peor.
Tomo asiento en una de las bancas del parque, con el propósito de descansar y tomar un poco de aire, ya que he estado corriendo por más de una hora, y siendo sincera, mis piernas tiemblan por correr por mucho tiempo. Recargo mis brazos en mis piernas, para tratar de calmar mi respiración acelerada. Percibo que alguien se sienta a mi lado, pero no le tomo importancia. Pongo en pausa las canciones, y fijo mi vista en el suelo para así poder concentrarme en mi respiración.

—Pensé que no ibas a parar nunca. —Dice la voz de un hombre. Me sorprendo y lo miro. —Ya me había cansado de seguirte.

El señor me sonríe, está vestido de manera muy extraña, pero me doy cuenta de que se trata de Ethan Baker. Me imagino que se encuentra vestido de esa manera para que no lo reconozcan, pero vamos, su forma de sonreír es inigualablemente escalofriante. Así mismo me causan escalofríos las palabras salidas de su boca; ¿Cómo que ya se había cansado de seguirme? Dios, que miedo. No le digo absolutamente nada y estoy apunto de levantarme.

NICHOLAS "AMARTE DUELE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora