CAPITULO 30

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Solamente en dos ocasiones he sentido que mi corazón se hace añicos. La primera vez, el día que creí que mi hermano estaba muerto y la otra, la estoy sintiendo en éstos momentos al sostener la foto de Nicholas en mi mano.
Me he quedado en shock y siento que esos mismos trozos de mi corazón romperse, se encargan de herir todos mis demás órganos. La presión que siento en el pecho es realmente dolorosa.
No puede ser cierto que mi Nicholas sea un Baker. No puede ser cierto que haya fingido amarme todo este tiempo. No puede ser cierto que yo estúpidamente confíe en él, sin saber realmente quien era su familia, pero es que se encargó de clavarse intensamente en mi corazón y yo no ví las red flags que me indicaron quien realmente era. Tan claro, como la vez que fingió seguirme por órdenes de la chicas, cuando yo estaba con Jason, y no era más, que él visitando a su hermano. Igual de claro estuvo la ocasión que contesté el celular de Jason y creí escuchar su voz. Maldita sea. Que estúpida fuí.
Suelto la foto y siento mi cuerpo entero quedarse paralizado. Miro a mi hermano el cual toma mi cara y dice palabras que no escucho, solamente veo sus labios moverse, porque mi mente sólo piensa en el terrible dolor que siente mi corazón al enterarse de semejante verdad.

—Leah...—comienzo a escuchar su voz—, ¡¿Qué pasa?! —Cuestiona realmente asustado.

Niego con la cabeza, quito sus manos de mi rostro, camino a donde están las botellas de licor y mi mente se deja llevar hacia la liberación de este dolor y lanzó con ayuda de mis brazos las botellas al piso.

—¡Ahhhhh! —Suelto un sollozo desde lo más profundo de mi garganta.

—¡Hey Leah!, ¡¿Qué demonios te pasa?!

Volteo a ver a Tyler y mis ojos no dejan de brotar lágrimas y estás caer como cascada por mis mejillas. Mis rodillas topan en el suelo, no importandome en absoluto los vidrios que están esparcidos en el y es que no creo que algo más duela tan fuerte como el dolor tan hijo de puta que estoy sintiendo internamente, en éstos momentos.
Tyler me toma del rostro y me obliga a verlo.

— ¡¿Qué pasa, Leah?! —Su mirada súplica que hable.

—Ese chico se llama Nicholas, y se te adelanto al ubicar muy bien a nuestra familia, ya que logro meterse en el fondo de mi corazón.

Suelto un sollozo, queriendo que la tierra haga un tremendo agujero y para poder sumergirme en él para siempre.

—No, Leah. —Habla en voz baja.— ¿Tu ya lo conoces?, ¿Qué paso con él? —Niego con la cabeza y dejo de mirar a mi hermano. —¡Leah, habla con un demonio!

—Las palabras correctas son, que no pasó con él. —Lloriqueo fuertemente.

—No Leah...—su voz se quiebra—, ¡Maldita sea!

Comienza a desquitar su enojo golpeando y rompiendo un espejo que se encuentra por ahí, y su mano comienza a sangrar. Y yo no dejo de sollozar.

— ¡¿Cómo lo conociste, Leah?! —Cuestiona eufórico.

Niego con la cabeza y respondo en voz baja.

—Allison me lo presento... —me pongo de pie y limpio las lágrimas, pero rápidamente mis mejillas se cubren nuevamente de ellas—, idearon un excelente plan, Tyler. Se acercó a Allison primero, para que ella nos presentará casualmente y yo no sospechará de nada.

— ¿Nunca hizo nada para que tú sospecharas? ¿Tan profesional es el hijo de puta? —Me mira fijamente.

Volteo a ver a Alfred que se mantiene sin mover algún músculo de su cuerpo, y luego miro a mi hermano.

—Leah, habla con la verdad. —Me advierte.

—Sí, pero yo fuí una estúpida incrédula al creer que eran mis nervios traicionándome. Y las ocasiones que fueron claras, supo evadir muy bien la verdad y yo siendo una completa idiota le creí.

NICHOLAS "AMARTE DUELE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora