CAPITULO 37

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Mi cerebro colapsa. No entiendo nada y la verdad es que no creo poder resistir con todo lo que mis oídos han escuchado. ¿Qué mierda está pasando? ¿Mi padre y Lauren tienen una relación? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? Y son preguntas que no tienen respuesta, o que más bien si la tienen, pero no sé si quiero escucharla.
Una pregunta más que ronda por mi cabeza es: ¿Cómo es qué este hombre que mis ojos miran con sociego está vivo? ¿Cómo es eso posible? Lauren traga saliva y una lágrima se resbala por su mejilla. El hombre le limpia esa lágrima y luego me mira.

—Tu debes de ser Leah Wilson ¿cierto? —Se separa de Lauren y se coloca atrás de mí. —Un gusto Leah, soy Ethan Baker, padre del chico que está postrado en esa cama por tu culpa. —Dice cerca de mi oído.

Cierro los ojos y lágrimas resbalan por mis pómulos.

—Déjala en paz, Ethan. Todo esto es tu maldita cul...

—Lauren...—la voz del hombre me causa escalofríos—, guarda silencio.  —El coloca sus manos en mis hombros. Ese tacto hace querer alejarme, pero posa las palmas de sus manos con aún más firmeza. —Leah, más te vale que de tu boca no salga nada de lo que haz visto y escuchado en este momento, si lo haces, si hablas, mataré a tu padre y a tu querido hermano enfrente de tí.

Vuelvo a tragar saliva y suspiro profundamente. ¿Sabe que mi hermano está vivo? ¿Cómo mierda lo sabe?
El hombre se aleja y nuevamente se vuelve a colocar detrás de Lauren.

—Y para ti, ya sabes lo que pasará sí tú boca se abre aún más de lo que le haz dicho a está chica. —Lauren le dedica una mirada llena de odio. —En estos momentos, está uno de mis hombres siguiendo a Jason y tiene indicaciones de acabar con su vida y de llevarse a Isabela para que tú no la vuelvas a ver, si se lo ordeno, porsupuesto.

¿Qué está diciendo? ¿Es capaz de amenazar con acabar con la vida de sus propios hijos? Maldito loco.
El rostro de la mujer cambia a una expresión de miedo y de negación.

—No Ethan, por favor,  por favor no les hagas daño. —Le súplica.

Limpió las lágrimas que invaden mi rostro y niego con la cabeza.

— ¿Está usted loco? ¿Cómo puede ser capaz de amenazar en terminar con la vida de sus propios hijos? —Cuestiono con respulsion.

La mirada perversa del hombre me mira por unos segundos.

—Es igual de testaruda que su padre. ¿Cierto mi amor? —Besa la mejilla de Lauren sin dejar de mirarme.

La mujer se encuentra temblando y terriblemente pálida.

—Ya lárgate, Ethan. Ya no hablaré, ni diré absolutamente nada. —Pronuncia ella con un hilo de voz.

—Es que hay un problema cariño, no confío en ti. —Sonríe. Y lo hace de una manera maniática. —No debiste ni siquiera decirle a esta chica que estaba vivo y lo hiciste. Lo hiciste sin pensar en las consecuencias.

No entiendo cómo este hombre está vivo. No entiendo porque está amenazando con acabar con la vida de sus propio hijos. ¿Qué clase de padre hace eso?

—Por tu rostro creo que tienes muchas preguntas. —Dice observándome. —Pronto se te responderán, no te preocupes. —Menciona vagamente. —Así que bien Lauren, si tú no quieres venir conmigo, ella lo hará.

Abro los ojos cuando se acerca a mí y toma fuertemente mi brazo. Miro asustada a Lauren. Ella me mira de igual manera y niega.

—Está bien, está bien Ethan. Yo iré contigo. —Dice la mujer.

Un hombre vestido totalmente de negro se acerca a nosotros y dice:

—Señor Ethan, perdón por interrumpirlo, pero no puede llevarse a ninguna de las dos. Todos tienen que seguir pensando que usted murió y al llevarnos a alguna de ellas, levantaría sospechas y empezarían a buscarlas y todavía no es tiempo de que además de ellas, otras personas sepan que usted está vivo.

NICHOLAS "AMARTE DUELE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora