NICHOLAS "AMARTE DUELE"

CAPITULO 9

Nicholas me mira y toma de un trago todo el licor de su vaso.

—Siento esa mirada amielada juzgandome, eh. —Menciono desviando mi vista de él.

—Oh, pero porsupuesto que no te estoy juzgando. —Ríe.

Pongo los ojos en blanco y lo miro.

— Ah, ¿no? —Le pregunto en tono irónico.

—No. —Levanta sus hombros. —Leah, realmente las palabras y comentarios que te dije hace un rato, los dije sin argumentos, ya que no te conozco ni siquiera un poco, no puedo decirte así sin más que pareces ser una chica que no engaña a su novio, porque vuelvo a lo mismo, no te conozco. Así que te pido una disculpa por dichas palabras y por favor siéntete con la plena confianza de contarme lo que quieras, yo no te juzgare.

Dios, ¿Qué imágen se está llevando esté chico de mí?

—Gracias, Nicholas. —Sonrío y es que no me queda nada más que decirle.

El chico que nos atiende, llega con la botella, una pequeña canasta de vidrio con hielos y un vaso. Y los deja encima de la mesa.

—Gracias. —Le agradezco. Él sonríe y se marcha.

— ¡Qué bien!, ¡Tenemos bebida para un largo rato! —Nicholas abre la botella de Whiskey que ordenó Jason, sirve un poco a su vaso y levanta su vaso a mi dirección. —Salud, ojitos lindos. —Menciona divertido.

Ruedo los ojos y me sirvo un poco también, pero decido no ponerle hielos. Observo a Jason dirigirse a nuestra mesa.

— ¿Quieres que me vaya? —Cuestiona el castaño y deseo decirle que no. — ¿Qué pregunta tan tonta, cierto? Ya me voy. —Ríe.

—Yo te busco cuando me quiera ir ¿sí? —Cuestiono. Él asiente sonriente y se levanta.

No puedo negar que deseaba que no se fuera, pero si quiero que Jason me ofrezca ser parte de su clan, es mejor que Nicholas no esté presente.

Jason llega y se sienta.

—A ése chico tampoco lo había visto por aquí, ¿viene contigo? ¿te estaba molestando? —Inquiere y yo niego con la cabeza.

—No, no viene conmigo. —Le miento para no involucrar al castaño. —Y no, tampoco me estaba molestando, solamente quería que bailara con él, pero le dije que estaba acompañada. —Le dedico una mirada suspicaz refiriéndome a que estaba acompañada de él.

Jason sonríe y toma el vaso vacío que dejó el mesero y sirve un poco de licor en el.

—Y bien, Leah, cuéntame ¿qué haces sola en este lugar?

¿Será adecuado ir al grano y decirle que quiero vender droga o espero a que él me lo proponga?
Me decido por la segunda opción.

—Me han comentado que estás fiestas siempre tienen un muy buen ambiente. —Digo sin más.

Sonríe asintiendo.

—Sí que lo tienen. —Bebe un leve trago y me dedica una mirada enigmática.

Después de entablar una conversación de máximo quince minutos con Jason Baker, en la cual se hablo de temas sin relevancia, como en el que era una completa ostentosidad el antro y lo lejos que se encuentra el mismo de la sociedad y otras cosas sin relevancia alguna, decido ir al baño y secar el sudor asqueroso que parece empecinado en cubrir las palmas de mis manos.
Suspiro largamente y me miro en el espejo, y sólo veo a una Leah que quiere que está noche acabé ya. Realmente quiero llorar de frustración y un sin fin de sentimientos encontrados, que estoy experimentando al estar enfrente del hombre que supuestamente asesinó a mi hermano y sé que he estado haciendo un estupendo trabajo al fingir que no me muero de miedo al estar frente a él, pero vamos, que la realidad es otra y siento que en cualquier momento jodere todo ésto.
Trato de tranquilizar mi respiración y apoyo mis manos en el lavabo y me repito a mi misma una y otra vez que yo puedo con está situación y que todo es por ayudar a Tyler.