CAPITULO 31

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Nicholas.

Abro mis ojos, pero de inmediato un dolor punzante en la nuca me hace volver a cerrarlos. Quiero tocarme por inercia la zona que me duele, pero no puedo hacerlo. Abro mis ojos nuevamente y parpadeo un par de veces para que mi vista se aclare, estoy sentado en una silla y mis muñecas están atadas a los brazos de está y la cuerda me quema por estar tan ajustada. Trato de levantarme, pero en la parte de mi abdomen y tobillos está otra cuerda sujetadandome al respaldo y patas de la silla. Miro el lugar y este parece ser una bodega. No entiendo que hago aquí, hasta que mi mente trae el recuerdo de Tyler Wilson apareciendo frente a mí, cuando estaba con Leah.

Ese hijo de puta está vivo.

Siento mi cuerpo arder de coraje. Aprieto mis dientes y niego con la cabeza al ser tan idiota para no darme cuenta que ese tal Dylan, realmente se trataba del maldito de Tyler.

¿Cómo demonios está vivo?

—Vaya, vaya...—aparece nuevamente frente a mí, el muerto recucitado con una sonrisa—, el bello durmiente ha despertado.

Miro con atención el maldito rostro del asesino de mi padre.

—Más vale que me mates, por qué si no lo haces, me encargaré de está vez no fallar. —Menciono desafiante.

—Oye tranquilo, Nicholas. Ni siquiera nos conocemos y ya quieres matarme. —Mofa burlesco.

Se sienta en una silla un poco retirado de mí, y a lado de está, se encuentra una mesa.
Siento jaqueca con el solo hecho de verlo y escuchar su voz.

—Si que Ethan supo mantenerte...

Que tan perro hijo de puta.

—No te atrevas ni siquiera a mencionar su nombre. —Trato de moverme, pero la maldita silla parece estar clavada en el suelo.

Sirve un poco de alcohol en un vaso y se levanta. Se acerca a mí negando con la cabeza y riéndose.

—Si que Ethan supo mantenerte fuera de esto. Ni siquiera imaginé que tuviera otro hijo. —Habla muy cerca de mi rostro y bebe de su vaso. — ¿Eran unidos? —Cuestiona. Aprieto mis manos y siento una gran impotencia al no poder agarrarlo a golpes. — ¿Si lo eran? Lástima que ya no puedan serlo, porque, sé que Jason te mantiene informado de todo, pero yo te lo repito...— su rostro sigue cerca y con expresión de burla—, yo fui el que disparó el arma que acabo con la vida de tu queridísimo padre.

No tengo idea de cómo lo hice, pero con un movimiento de la cabeza, logro que el vaso choque cerca de su rostro y éste se rompa. Observa que se ha cortado el labio inferior por el vídrio del vaso roto, se toma el mentón y ríe. Para luego arremeter su puño contra mi mejilla y labio, y un chorro de sangre sale de mi boca. Jala mi cabello obligandome a verlo.

—Disfrute tanto dispararle, mismo como disfrutaré disparararle al maldito de tu hermano que creyó haber acabado conmigo y después te mataré a tí.

—El que apretó el gatillo que casi te mata, fui yo, imbécil. Pero ojalá y logres tu objetivo. Porque sino es así, no me cansaré hasta verte tres metros bajo tierra, maldito cobarde. —Suelto a su dirección un escupitajo.

Se limpia el rostro.

— ¿Cobarde yo? —Comienza a reír como un maldito desquiciado. — ¿Yo enamoré y utilice a una chica? —Suelta fuertemente el agarre que mantenía en mi cabello—, por cierto...—toma la botella de alcohol y le da un trago—, eso sí que fue una jugada ruin y despreciable, ¿Utilizar a mi hermana? ¿Para qué? ¿Qué querías hacerle a ella? —No le contesto nada. Él comienza a reir y le toma nuevamente a la botella. —Tú y tu hermano son unos pillos, eh. Debo reconocer que esa jugada no la veía venir. Aunque...—se acerca a mí y golpea nuevamente mi rostro—, esto es por aprovecharte de la inocencia de mi hermana, y esto...—vuelve a golpearme—, por jugar con sus sentimientos.

NICHOLAS "AMARTE DUELE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora