Leo ingreso de nuevo a la cueva, una gran satisfacción inundó su ser, cuando observó a Daniela que en lugar de estar en un rincón asustada y llorando, se hallaba atendiendo a los heridos, sin importar que fueran quienes la habían secuestrado
No pudo observar por mucho tiempo, de inmediato algunos de sus hombres se acercaron esperando instrucciones.
_ Jefe _ se acercó uno de ellos. _ los muertos ya están en camino para dejarlos donde usted nos dijo, los demás esperan, no sabemos a dónde los quiere llevar y los heridos están siendo atendidos, tampoco sabemos qué hacer con ellos.
_ Esperen un poco, solo cuiden que no escape ninguno. Luego salió con el teléfono ya al oído. Seguiría el consejo de James, le había dado algunas opciones para que esos hombres no fueran un estorbo o un peligro para él, lo que significaba pedir ayuda a Santiago Morán, el hombre que en alguna ocasión le había dado su número privado por si algún día necesitaba de él, el día había llegado y tratándose de la seguridad de Daniela. Ni siquiera lo pensó.
_ Por supuesto que puedo ayudarte. - escuchó la voz de aquel líder al cuál todo mundo temía y al cuál muchos darían lo que tenían por acercarse a él y obtener su favor y muchos otros harían lo que fuera por deshacerse de él. _ para los heridos enviaré un helicóptero para que los lleve a un hospital en donde nadie hará preguntas y serán bien atendidos. Luego yo me encargaré de ellos, a los demás, también los sacaremos por aire para evitarnos algún enfrentamiento o que los rescaten. Veo que James ya te hablo de nuestras Islas, por lo pronto los tendré un tiempo prudente a prueba y después decidiré quienes son candidatos para enviarlos allá, y no te preocupes, me aseguraré, de que ya sea que se vayan o que se queden, ninguno de ellos se acercará de nuevo a su territorio ni a nadie que tenga relación contigo ni con tu chica, hasta que tú me digas que pueden hacerlo.
_ Gracias. - dijo con sinceridad. _ te debo una.
_ Ya me pagaste cuando ayudaste a mi gente. - aseguró. _ además, independientemente de tu familia, eres nuestro amigo.
Leo agradeció y colgó, tantos que anhelaban llamar la atención de Santiago Morán, y a él lo acababa de llamar su amigo, él por mucho tiempo y al igual que todos, le había temido, su reputación hablaba mucho de él, luego sin proponérselo, lo había conocido en no buenas circunstancias y ahora que necesitaba de su ayuda, se la brindaba sin restricción y además lo proclamaba como amigo no solo de él, sino de su reconocido y exclusivo grupo de amistades LOS HOMBRES DE LA SIERRA. Sin embargo, no tenía tiempo para sentirse orgulloso, tenía que movilizarse y ordenar todo ese caos antes de que tanto movimiento llamara la atención de los grupos que buscaban a Daniela y que andaban dispersos por ahí. También tenía que hacer algo al respecto y se le ocurrió una idea.
_ Hecho. - en solo minutos recibió la respuesta de Óscar.
_ pronto empezará a circular el rumor de que se vio a tu chica y sus secuestradores por el lado contrario de dónde están buscando. Te aseguro que pasará un buen tiempo antes de que se den cuenta de que es una información falsa, si es que se dan._ Gracias Oscar.
_ Seguro de que no quieres que te ayude allá.
_ No, prefiero que estés cerca de mi padre, quiero saber qué hace y en dónde está y solo en ti confío. No tendrás problemas, le he dicho que a través de ti es que estoy dirigiendo los asuntos allá.
Cuando colgó la llamada, se dirigió de nuevo al interior de la cueva.
Ahora Daniela no atendía a nadie, pero discutía acalorada mente con uno de sus hombres.
Él se acercó y la abrazó por detrás.
_ Retiraré. - ordenó a su hombre. _ yo me hago cargo
El sujeto obedeció y el sin soltar su abrazo beso con ternura el cuello de ella. La sintió tensarse de inmediato.
ESTÁS LEYENDO
EL AMOR PROHIBIDO DE ESE HOMBRE QUE ME MIRA//No.1️⃣3️⃣Serie:HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceÉl es un reconocido líder criminal, no por voluntad propia, nació y creció en ese ambiente, un mundo lleno de violencia y maldad, sin embargo, se resiste con todas sus fuerzas a seguir en ese camino, porque en realidad nunca fue su camino. Pero como...