Capitulo 7

1.2K 77 3
                                    

Fue el último turno, el del anciano. Mantuvo los segundos de suspenso hasta que por fin votó.

Equis.

No pude evitar sonreír al ver el resultado.

"La mayoría de los jugadores votó para terminar el juego." dijo el soldado "Por lo tanto, este juego ahora está terminado." muchos no querían irse, entonces él continuó "Es una pena que debamos despedirnos de una vez por todas de esta manera. Sin embargo, no les vamos a cerrar definitivamente la puerta de la oportunidad. Si la mayoría decide volver a participar, tengan por seguro que vamos a reanudar el juego. Por ahora, yo los despido."

***

Nos tiraron a la calle después de eso, escuché el vehículo irse dejándonos a nuestra suerte, en ropa interior y atados. Esto era horrible, ¿Qué se supone que ahora debía hacer? escuche a unas personas que habían sido arrojadas igual que yo.

"Disculpen, ¿hay alguien ahí?" Balbucee nerviosa...

Lo escuche "¿Señorita puede desatarnos?"

Era él, no podía creerlo. Era mi ángel...

"Estoy atada, al igual que usted." Respondí

"¿Pueden ver donde estamos?"

No lo sabía, ni siquiera podía quitarme el trapo de mis ojos.

"Esta bien, todos tranquilos." Escuché su voz nuevamente "Señorita, venga aquí, por favor. La ayudare a desatarse"

Me acercó como me dice y me ayuda con la soga en mis manos, cuando lo hace quito la venda y por fin logro ver. Los veo a los dos, a Sang Woo y a un extranjero que no es de por aquí en el suelo. Me visto rápido y sin demora, con la bolsa que tenía mis pertenencias.

"Ayúdame a desatarme." me pide Sang Woo

"Claro."

Lo ayude a desatarse las manos y luego fui ayudar al otro extranjero...

"Muchas gracias, señorita." me agradeció el moreno.

"De nada. Entre nosotros ahí que ayudarse." 

dije con una sonrisa al ver que no era coreano. Es un inmigrante, como yo...

"Sí. Estoy de acuerdo. ¿saben donde estamos?"

"Estamos en Yeouido." Escuchó la voz de Sang Woo. "El centro de Seúl."

"Seúl" repite perdido el otro chico. A lo mejor no lleva mucho en Corea.

Veo a Sang Woo sacar su teléfono y suspirar "¿Tienes batería en tu teléfono?" me pregunta

Niego algo incomoda "No tengo teléfono."

"¿Estás bien?"

"Sí, solo... como te has dado cuenta, no tuve un buen día, es todo." digo acercándome a él.

Asiente "Entiendo, tranquila."

Iba a irme, pero me interrumpió el otro extranjero el cual le pidió a Sang Woo un teléfono para llamar. Pero no lo tenía con batería y dijo que debía buscar un lugar para cargarlo.

"¿Vienes con nosotros?" Pregunta hacia mí

"No creo tener vela en este entierro." dije sin mas.

"Pero no puedes volver sola por esta carretera, es peligroso" dice insistiendo.

Estaba por negarme a su ofrecimiento.

"Él tiene razón, por favor, señorita acompañemos. Esta muy oscuro para que este sola." dijo el otro

No quería que siguieran insistiéndome, por lo que acepte "Esta bien"

Sang Woo me sonríe.

Se ve muy lindo cuando sonríe.

Cuando llegamos a una tienda, en la ciudad, Sang-woo pudo cargar su teléfono. Decidí esperarlos afuera mientras él y el otro extranjero pedían algo para comer, me ofrecieron también pero no tenía mucho apetito por lo que decidió estar afuera en lo que ellos terminaban.

Cuando Sang Woo salió, se hizo a mi lado y sacó una caja de cigarrillos y llevo uno a su boca. Yo solo me mantuve mirándolo en todo momento.

"¿Hace mucho vives aquí, en Corea?" Me preguntó rompiendo el silencio

"Hace 7 años"

"Entiendo." da otra bocanada de cigarrillo "El tipo ese, el que te golpeo ¿Quién era?"

Oh, él. Claro era evidente que me preguntaría por él.

"Es mi jefe." Le dije recordándolo

"No le agradas, al parecer"

"Ni él a mi." Le respondí enseguida

"Y eso, ¿por qué?" Preguntó levantando una ceja con confusión.

"¿No es evidente?"

Antes de que pudiera responder, el extranjero salió.

"Gracias por el teléfono, señor." dice entregándole su teléfono

"No me digas señor." Dice mirándolo con una mueca "Soy Sang Woo."

Sonrío para mí al oírlo, al parecer le molesta que le digan así.

"Gracias, Sang Woo. Me voy" se despide sonriendo

"Espera." Nos mira a ambos un momento "¿dónde vives?"

"En Icheon"

Eso queda bastante lejos.

"¿Y cómo planeas irte? ¿Tienes dinero para el autobús?" Le pregunta Sang Woo incrédulo

"Me voy caminando, me gusta caminar" sin dejar de sonreír

Sang Woo dejó de escucharlo al sacar su billetera y un par de billetes.

"Ten." se los extiende

"No lo puedo aceptar." negó avergonzado

"Tómalo. Es para el pasaje."

Se los acepta lentamente "Espero algún día poder devolvérselo."

Luego hizo una reverencia agradecido y se fue. Ese gesto me conmovió muchísimo, se ve que es una persona muy generosa.

"Bueno... lo mejor será que también me vaya." digo después de un momento, dándome la vuelta.

"No, Espera"

Lo escucho de nuevo, antes de sentir que me toma del brazo con delicadeza.

El Juego Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora