El Juego Del Amor

Capitulo 46

“¿Que dijiste?”

Preguntó Gi Hun.

Me mostré decidida

“Dije que me voy a detener.”

Repetí

“Me rindo.”

“Eleanor.”

“¿De verdad quieres matarlo?”

Camine hacia ambos.

“¿O solo actúas a través de la herida?”

Gi Hun bajo la cabeza sin decir nada. Parecía que se le había pasado la adrenalina.

“Todo esto es por el dinero.”

“No es verdad. No lo es.”

Él estaba de esa manera porque estaba resentido con Sang Woo por todo lo que había pasado últimamente, no estaba pensando en el dinero.

“Gi Hun si lo haces por el dinero, entonces adelante. Termina lo que hacías.”

Lo invité, pero en el fondo rogaba porque no lo hiciera.

Pero Gi Hun se puso de pie de la nada. Y Sang Woo apenas se incorporó un poco del suelo, débil por lo golpes de Gi Hun.

“No, no quiero ni puedo matarte, Sang Woo”

le dijo mirándolo desde arriba. Luego de un momento, se dio la vuelta al guardia

“Yo también quiero detenerme.”

El guardia permaneció en silencio, se podía notar a través de la máscara cómo estaba sorprendido

“Los jugadores 456 y 217 quieren terminar el juego.”

dijo por una radio.

Sang Woo estaba medio sentado sin decir una palabra. Por lo que me agache hasta él y lo abrace.

“Mi amor… ya esto terminó.”

Susurre mientras lo agarraba con fuerza.

Poco a poco sentí sus brazos abrazarme también.

“No, no puedo irme de aquí, haber hecho todo esto por nada.”

Dijo cuando me aleje un poco para ver su rostro.

“No estarás solo, me quedaré siempre contigo.”

Sonreí débil

“Tenemos planes, ¿recuerdas?”

“Teníamos planes con el dinero.”

Respondió bajando la mirada.

“Sang Woo, Vámonos ¿de acuerdo?”

Me apoyo Gi Hun.

Gi Hun extendió su mano hacia él para ayudarlo a levantarse. Pero Sang Woo no la tomaba.

Se mostraba indeciso y yo quería con todas mis fuerzas que tomara su mano. Para poder irnos todos de aquí.

De pronto escuchamos la puerta del lugar donde estábamos abrirse de la nada. Giramos nuestras miradas y toda nuestra atención ahora estaba en ella.

De la entrada, apareció un guardia rojo caminando hacia nosotros junto con alguien más. El guardia sostenía una sombrilla hacia el hombre para protegerlo de la lluvia, mientras este avanzaba sin más.

Y mientras se iba acercando, pude reconocerlo.

Di un paso hacia atrás.

Era el anciano, el jugador 001.

Estaba vivo.