Capitulo 35

819 61 1
                                        

‘Cada bolsa tiene 10 canicas, por favor verifiquen el numero´

Hicimos lo que indicaron.

“Genial, jugaremos a las canicas.”

Dijo mi compañero. A la bolita se llamaba en mi país, recuerdo jugarlo de niña, pero realmente no era muy buena.

Miro la bolsa, esperando que la suerte me acompañara esta vez. Nos seguían dando la información, pero solo esperaba salir viva de esto.

‘Con las diez canicas de su bolsa cada uno y su compañero van a jugar entre ustedes. El que tome las diez canicas de su compañero se convertirá en el ganador. Solo tienen 30 minutos para jugar´

Oh, no. Rayos…

Miró lentamente a mi compañero.

“¿Y ahora qué?”

No pude evitar decir

“¿Pues que más? Vamos a jugar, alguno de nosotros va a salir vivo de esto.”

hablaba de repente con mucha seguridad

Pero yo no era buena en lo que respectaba a los juegos con canicas. Tenía que salir viva de esto como sea.

“Bueno… dijeron lo que sea.”

Mire mis canicas

“Hagámoslo rápido y salgamos de esto. ¿Qué te parece ‘piedra, papel o tijera’?

Me miró con una ceja levantada.

“Es efectivo…. Pero no lo sé.”

Parecía dudoso

Tenía que convencerlo.

“Vamos, prefieres salir de esta encrucijada rápido o quieres que tardemos 30 minutos en esto?”

Pareció pensar

“¿O no eres bueno en eso?”

“Soy bueno en muchas cosas.”

Apresuró y dijo

“Bien, ‘Piedra, papel o tijera’

sera.

Sonreí para mis adentros.

“Bien. El otro le entregará a su compañero cinco de sus canicas por cada ronda. Si gana se quedará con cinco canicas.”

Estuvo de acuerdo y nos hicimos en un callejón. Con el guardia asignado siguiéndonos.

“Queda una ronda más… ¿estás preparado?”

Le pregunté a mi compañero.

Habíamos hecho tres rondas. La primera el había ganado, teniendo quince canicas. En la segunda yo lo logré y en la tercera también lo había logrado.

Tenía quince canicas en mis manos.

“¿Solo una más? No puedes estar segura de eso.”

“Quiero pensar que voy a lograrlo.”

Dije con una sonrisa

Él me miraba molesto.

“No estes tan segura que lo harás. Te dije que era bueno, así que lo voy a lograr.”

“Esta bien. Adelante.”

Contamos la cuenta típica del juego una vez más. Lo hicimos lento por el momento, y ahí sacamos el resultado.

Él piedra, yo papel.

“¡Lo hice!”

Me levante del suelo sin poder evitarlo de la emoción que sentí.

No podía creerlo, en serio había ganado.

Mire hacia abajo, donde estaba mi compañero. Él había perdido y efusivamente se levantó del suelo.

“¡Eres una maldita!”

de la furia que sentía, estaba por abalanzarse hacia mí. Pero el soldado le apuntó en la cabeza haciendo que se detuviera en seco.

De verdad me sentía mal por él, pero no podía simplemente no esforzarme y perder aquí. Y en verdad pienso que me esforcé.

“De verdad, yo-

intente decir. Pero antes de poder terminar, él se apresuró a salir corriendo del callejón, tirando por accidente la bolsa con las canicas que le quedaban. Me quede quieta al verlo irse, mire por segundos al guardia convencida de que haría algo al respecto. Pero no fue necesario porque escuché un par de disparos cerca, afuera del callejón.

‘Jugador 202, eliminado’

Tomé sus canicas del suelo y las junté con las mías. Cuando tuve las veinte, se las enseñé al soldado rojo y se las entregué. Se hizo a un lado para que me dejara pasar y salí de ahí. No pude toparme con Sang Woo.

Cuando llegue al dormitorio algunos jugadores ya estaban ahí, me senté en las escaleras mientras esperaba a algún conocido para mí. Realmente tenía mucho miedo, no quería que ninguno de ellos muriera. No podía evitar pensar en mi novio, solo estaba atenta mirando la puerta esperando con todas mis fuerzas que apareciera por allí.

Espere unos minutos más, viendo llegar jugadores, pero ninguno era él. Eso hacía que me sintiera mas asustada. Hasta que de pronto lo veo entrar por la entrega.

No pienso en nada más, solo corro hacia él y me lanzo a abrazarlo con fuerzas.

“Gracias a Dios que estas vivo.”

me aferro a él con mis brazos en su cuello

Él me abraza de la cintura con fuerza.

“Tú también. Tenía mucho miedo de no verte al llegar.”

Dijo en mi oído envolviéndome en ese abrazo. Después de un rato, me separe lentamente de él.

“Pero… Ali. Si tú estas aquí, él…”

“Murió.”

Anuncia con tristeza.

Sentí un revoltijo en el estómago. Ali, mi compañero, mi amigo, alguien tan bueno como él había muerto. Me dolía pensar que ya no lo veria más.

El Juego Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora