4. PARANORMAL

401 32 0
                                    

Taehyung entró al despacho siete minutos más tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Taehyung entró al despacho siete minutos más tarde. Llevaba consigo una bolsa negra.
   —Si es por lo que le dije a tu nueva víctima, solo bromeaba —dejó caer el peso de su cuerpo en el sillón—. No es mi tipo.
   —Tranquilo. Tú tampoco eres el de ella.
   —Claro, como digas. ¿Para qué me llamaste?
   —Necesito que terminen lo que les encargue, esta noche.
   — ¿Esta noche? Necesitamos más tiempo.
   —No lo tendrán. Planea volver a hacerlo. Deben asesinarlo antes de la madrugada.
   — ¿Cómo?
   —Tienes hasta la media noche para pensar un plan. No lo sé, Taehyung.
   —Bien —resopló—. Iré a avisarles a Jimin y Juana.
   —Juana se quedará —Taehyung arqueó una ceja—. No quiero que Saddie se quede sola con Angela. Aún no confío en ella.
   —Saddie irá con sus estúpidas cosas raras.
   —Tal vez sea de ayuda.
   —Maldita sea —chilló—. Está bien.
   —Bien. Vete. —devolví la mirada a mi libro. Taehyung se puso de pie.
   —Antes de irme. Dile a tu maldita muñeca que si piensa descuartizar un cuerpo junto a sus amiguitos, se aseguré de acabar con todo —lanzó la bolsa negra sobre el escritorio. Una mano asquerosa salió de ella—. Buenas noches.
   Lara apareció tras la salida de Tae. Frunció el ceño y se encogió de hombros.
   —Llévate esta basura, por favor —Lara tomó la mano y desapareció entre las sombras.

   La noche llegó. Taehyung se había encargado de prender el fogón del hogar.
Todos se encontraban sentados alrededor. Saddie y Juana prepararon la cena que fue llevaba a mi despacho.
   Decidí bajar y acercarme a ellos. Angela levantó la mirada ante mi presencia.
   La luz de la fogata iluminaba sus perfectas facciones.
   —Qué extraño. ¿Qué haces aquí, Jungkook? —Juana sonrió.
   —Solo quería confirmar de que todo esté bien.
   —Todo está perfecto, señor Jeon —Saddie agudizó su voz. Fruncí el ceño ante eso.
   —En breve será media noche. Será mejor que vayan a descansar.
   —Tienes razón. Ven Angela, te prestaré algo de ropa para que duermas —Juana tomó la mano de la joven.
   —Buenas noches —mascullé cuando ella pasó a mi lado.
   —Buenas noches —respondió tímidamente.
Taehyung y Jimin caminaron hacia el sótano para buscar las armas. Detuve a Saddie antes de que los siguiera.
   — ¡Auch! —se quejó.
   —No quiero jueguitos tontos esta noche, Saddie. Espero no ver sombras, muñecos o ruidos extraños que asusten a Angela.
   —Tranquilo, señor Jeon —respondió en tono burlesco—. No asustaré a tu nueva muñeca de porcelana —besó mi mejilla y siguió a sus amigos.

   Caminé hacia las habitaciones. Quería asegurarme de que todo estuviera bien. Lara caminaba a mi lado. Juana parecía estar durmiendo. En la habitación de al lado se encontraba Angela.
   Quería imaginar que Tae, Jimin y Saddie ya habían asesinado al señor Jones.
   Jones se encargaba de vender chicas jóvenes al exterior. Además de eso, tenía un prostíbulo en el norte del pueblo. Donde abusaba e incluso asesinaba a sus clientas.
    Había intentado secuestrar a Saddie en repetidas ocasiones. Claramente no lo iba a permitir.

   Me devolví a mi habitación. Procedí a cerrar la puerta con llave cuando escuché un golpe. Luego otro, seguido de una risa juguetona.
   Corrí hacía el pasillo hasta chocar con Angela. Su respiración era agitada. Miraba hacia atrás completamente aterrada.
   Maldije a Saddie en mi interior.
   —Jaló de mi pies, lo sentí —logró confesar. Se aferró a mi cuerpo—. Su risa ¿la oíste? Era una jodida muñeca. Ella... Ella se movió... La muñeca...
   —Tranquila. Tal vez solo fue tu imaginación.
   —No. Fue real.
   —Bien. Ya pasó. Vuelve a dormir.
   —No. No volveré a esa habitación. No dormiré.
   —Si te dejó dormir en mi habitación, ¿te sentirás mejor? —asintió dudosamente—. Bien, vamos.
   Continuó aferrada a mi cintura. Parecía una niña. Contuve mis ganas de abrazarla, incluso de sonreír.
   Se recostó en un lado de la cama. Yo me senté del otro. Mantuvo sus ojos abiertos observándome.
   —Duerme. Estará todo bien.
   —Tengo miedo.
   —Yo me quedaré despierto, vigilando que todo esté bien. Duerme —sonreí. Parece que eso la calmó. Cerró sus ojos y durmió.


El Hotel [+18] - Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora