El Hotel [+18] - Jeon Jungkook

11. LUCES

Intente evadir mi atención de la nueva pareja, Angela y Taehyung.
    Magnolia me llevaba del brazo de un lado a otro. Hablaba con sutiliza con otras mujeres de la fiesta.
   —Disculpen, Jungkook está algo distraído —la rubia habló. Salí de mis pensamientos. Dibuje una sonrisa en mis labios—. ¿Te encuentras bien, cariño?
   —Sí, disculpen. ¿De que hablábamos?
   —Él es dueño de unos casinos en el norte del país —su voz chillona me molestaba.
   —Sería bueno hacer algún tipo de trato, señor Jeon —sugirió el viejo asqueroso.
   —Estaría muy contento de poder hacerlo —mentí. Escuché la risa de Angela a lo lejos. Miré sobre mi hombro como bebía de su copa junto a Taehyung. Apreté mis dientes—. Disculpen, debo hacer algo.
   — ¿Es urgente, amor? —noté la furia de Magnolia.
   —Muy.
Caminé hacia aquellos dos jóvenes que no paraban de reír. Jamás había visto a Taehyung de esa manera.
   —Oh, señor Jeon —el castaño fue sarcástico—. ¿Qué te trae por aquí?
   —Angela, Saddie te busca.
   — ¿Para?
   —No lo sé. Ve y pregúntale —Angela bebió hasta la última gota de su copa y se alejó. Me incliné  hacía Tae—. ¿Qué crees que haces?
   — ¿A qué te refieres?
   — ¿Qué haces con Angela?
   —Solo charlo y bebo. ¿Hay algo de malo?
   —Sus risas se escuchan por todo el salón. ¿Por qué la elegiste como compañera? Hay más mujeres a las que podrías haber invitado.
   —Disculpa, no sabía que debía pedirte permiso —frunció el ceño—. Si tú deseabas invitarla, lo hubieras hecho ¿no?
   —Yo no...
   —Vamos, Jungkook. No creas que soy idiota. Solo he venido con ella porque estábamos solos. Me estoy divirtiendo y pienso seguir haciéndolo... toda la noche.
   —Ni te atrevas —advertí.
   — ¿Por qué? ¿Qué harás? —ladeó una sonrisa desafiante.
   —Si veo que te pasas con ella yo...
   —Tu novia te busca —Angela apareció.
   — ¿Qué? —volteé para ver su expresión de desagrado.
   —Tu novia, Jungkook —Taehyung acotó. La sangre comenzó a hervirme—. Magnolia, allí esta. Te busca —asentí lentamente—. ¿Quieres otro trago? Podemos ir afuera mientras la gente termina de acomodarse.
   —Sí, me encantaría —respondió Angela alegre, de más.
   —No pueden salir —me apresuré a decir.
   —Aún falta, Jungkook. Relájate —Tae tomó la mano de Angela y salieron al jardín.
Mierda. Maldito sea el día en que decidí que traer a Magnolia sería buena idea.
No podía ir detrás de ellos. Tampoco podía pretender que Magnolia me atraía.

   Los últimos invitados habían llegado. Tras ellos reingresaron Tae y Angela. Las mejillas de ella estaban encendidas. Quizá por el alcohol que había en su cuerpo o por alguna situación vivida en el jardín.
   Les di la señal a todos. Ellos se movieron como piezas de ajedrez.
Todos hablando con los sospechosos. Sonrisas falsas, palabras dulces, toqueteos. Todo lo necesario.
   La sala quedó a oscuras. Un juego de luces llamó la atención de los invitados.
Esa era la indicación de que se dirigían al bosque.
   Solté la mano de Magnolia que había quedado atrapada por el espectáculo. Tomé mi abrigo y caminé detrás del resto.
   Un hombre de unos cuarenta y largos años, estaba ebrio. Una pistola decoraba el cinturón de su pantalón. Claramente venía preparado, aunque era débil. El alcohol y las drogas que seguro Angela y Juana usaron, lo habían dejado casi inconsciente. Jimin y Tae lo arrastraban.
   Todos cruzaron el jardín, llegando al interior del bosque. Angela detuvo su paso. Fijó su mirada en la línea marcada que dividía cada sector.
   —Ten —le coloqué mi abrigo.
   — ¿Para que esto?
   —Hace frio —extendí mi mano.
   — ¿Yo puedo...?
   —No, no puedes. Pero yo te cuidaré. Si estás conmigo nada te pasará. Ahora vamos, el espectáculo de luces no durará mucho.
   Ingresamos al bosque.