7. ESCOGE EL BUEN CAMINO

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Bajé hasta el salón

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Bajé hasta el salón. Juana leía un libro. Jimin y Tae jugaban al ajedrez. Saddie barajeaba unas cartas.
   — ¿Qué son? —inquirí. Ella levantó la vista y las devolvió a sus cartas.
   —Tarot.
   — ¿Para qué sirven?
   —Predecir el futuro.
   — ¿Puedes leer mi futuro?
   —Si quieres —asentí ansiosa—. Siéntate —Juana apartó la mirada de su libro para fijarla en nosotras.
   —Bien, veamos —volvió a barajear—. Guías, díganme algo sobre Angela —las cartas saltaron. Saddie las observó detenidamente—. Una especie de etapa acabó en tu vida. ¿Ves? Es la muerte. Eso significa en final de algo. Comienza una nueva historia, pero cuidado. El terror, la venganza, sangre y cosas terribles están a tu alrededor. Debes tomar una buena decisión —continuó leyendo sus cartas—. Ten cuidado de tus espaldas. Hay alguien que te vigila y espera tu muerte —nada de esto comenzaba a agradarme—. Escoge el buen camino si quieres ver la luz. Alguien te mira desde la oscuridad, alguien te cuida, te anhela. Alguien está dispuesto a matar, incluso morir por ti. Hay una energía pesada sobre ti. Escoge el buen camino. Escoge el buen camino —repitió—. Solo así verás la luz.
   —Dios, no sé qué decir...
   —Gracias, tal vez —Saddie continuó con sus cartas.
   —Ya, ya —Juana apareció—. No le hagas caso. Saddie suele bromear, ¿verdad, Saddie? —la rubia no respondió—. Mejor vayamos a dormir, es casi media noche. Pronto será martes trece.
   —Quiero quedarme despierta para recibirlo —Saddie se quejó.
   — ¿Recibir qué?
   —Nada, Angela. Saddie ama los días martes trece. Ve a recibirlo afuera, aquí no. Queremos dormir antes de medianoche.
   —Bien, que aburridos —Saddie caminó hacía la salida trasera.
   Juana me acompañó hasta la habitación.
   —Ten —me alcanzó unos auriculares—. Conéctalos a la radio. Por nada —se acercó—, nada, te los quites. Mantén tus ojos cerrados en todo momento.
   — ¿Por qué?
   —Solo hazme caso. No importa que veas o que escuches, tú escucha la música de la radio y cierra tus ojos. No la sigas.
   — ¿A quién?
   —Hay muchas cosas que el hotel esconde, todos hemos aprendido a convivir con ellas. Solo hazme caso. Pronto lo sabrás. Buenas noches, ve a dormir antes de que el reloj suene.
   Juana desapareció entre las sombras del pasillo.
Me metí en la cama y me coloqué los auriculares. El corazón se me aceleró cuando escuché las campanadas del reloj, aún no había podido dormirme.
   La noche, recién comenzaba.




El Hotel [+18] - Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora