El Hotel [+18] - Jeon Jungkook

20. HAZLO [+18]

   La noche avanzó. Estábamos demasiado lejos del hotel. Debíamos tomar otra ruta, rodear todo el pueblo para no volver a pasar por la mansión de Min.
Cerré la ventanilla que dividía la parte trasera y la del conductor. Dándonos algo de intimidad.
   — ¿Estas bien? —asintió—. ¿Qué te ha hecho?
   —Nada. No he dejado que me toque.
   — ¿Cómo rompió tu vestido, entonces?
   —Lo ha intentado. Intento besarme y penetrarme, pero no lo deje. Luché, Jungkook. No soy una niña como todos creen.
   —Lamento haberte dejado.
   —No ha sido tu culpa —acarició mi mejilla. Levanté mi vista para encontrarme con sus ojos.
   —No volveré a dejar que alguien te toque —musité acercándome a su rostro.
   —No lo hagas, por favor —sus ojos se clavaron en mis labios.
   —Nadie más que yo...
Angela me embistió con un apasionado beso. Hundí mis dedos en su cabellera, jalando su pelo hacía atrás. Dejando su perfecto cuello expuesto. Baje con mis besos hacia allí. Dando pequeños mordiscos, provocando una sonrisa en su rostro. Terminé de romper las mangas de su vestido.
   —Ups —bromeé. Angela se relamió mientras me miraba desafiante.
   Dejé un camino de besos por su hombro, bajando hasta su escote. Hice a un lado el collar que le regalé.
   Mi mano se colocó en su pierna. Angela comenzó a desabrochar mi pantalón. Introdujo su mano debajo de mi pantalón. Acarició mi erección. Mi mano comenzó a subir suavemente.    Toqué su intimidad, humedecida por la excitación. Gimió al sentir el roce de mi dedo.
   Mordió mi labio inferior y prosiguió a subirme encima de mí.
   —Necesito sentirte, Jungkook —movía sus caderas sobre mí.
   —Angela... —jadée cuando liberó mi erección.
   —Hazlo, Jungkook —suplicó. Su intimidad rozaba la mía. Intentó penetrarse pero tomé su mano logrando soltar mi pene. Fijo sus ojos en mí. Ladeé una sonrisa e introduje mis dedos en ella. Besé la aureola de su pecho. Angela gemia sin pudor. Movía sus caderas sobre mi mano—. Hazlo, Jungkook —suplicó mientras masturbaba mi erección. Fui más veloz hasta lograr hacerla acabar.
   —Aquí no, amor —tomé su rostro para besarla. Angela recobraba su aliento tras llegar al orgasmo.
   — ¡Llegamos! —escuché al conductor hablar.
   Angela acomodo su ropa con prisa. Yo intenté esconder mi erección y peinar mi cabellera. Ambos nos echamos a reír al darnos cuenta que tal vez Richard, el conductor, nos habría escuchado.
   Abrí la puerta y tomé la mano de Angela.
    — ¿Qué le dirás a Juana sobre su abrigo, cuando no lo vea?
   —Le compraré otro —sonreí.
Angela avanzó. Me detuve para analizar cada parte de su cuerpo. Tan solo verla caminar, aceleraba mi corazón y captaba toda mi atención.
   —Buenas noches, Jungkook —se detuvo para darme una mirada rápida. Acompañada de una sonrisa seductora.
   —Buenas noches, Angela.