Una tormenta azotaba al pequeño pueblo. Los rayos caían sobre los pinos del bosque. El viento golpeaba con fuerza las ventanas.
Me encontraba sola en el hotel. Tae y Jimin habían salido en el Mercedes. Juana, los acompañó. Saddie no salía de su habitación.
No solía temerle a nada, excepto a los rayos, los cuales se sentían demasiado cerca.
Intenté no pensar en la tormenta. Tomé una manta y me senté junto al fuego de la chimenea. El cielo comenzaba a oscurecerse aún más.
La biblioteca de la sala era inmensa y había un total de 3.226 libros, según Taehyung. Tomé uno y comencé la lectura.
No fui consciente del tiempo que pasó ni de la tormenta que continuaba allí afuera. No hasta que un rayo cayó sobre la casa y retumbo todo a mi alrededor, la luz se fue. Solté el libro y me envolví con la manta cubriendo mi rostro. El corazón se aceleró y mis manos temblaban.
El viento comenzó a rugir con más fuerza, tanto que creí que destruiría la casa. El cielo se iluminaba cada vez más. Los truenos eran ensordecedores.
Sentí la explosión de una de las ventanas de la cocina. Luego otra de la sala. Entre en shock. Mis piernas no respondían. Solo me quedé dentro de la manta echa una bola, como si fuera una pequeña niña.
— ¿Angela? —sentí una mano en mi hombro. Descubrí mi rostro y lo vi—. ¿Estas bien? —Negué con la cabeza—. Ven, vamos. Es peligroso aquí.
Jungkook me ofreció su mano. La tome y caminamos hacía una habitación. Encendió unas velas y se sentó frente a mí en un sillón.
— ¿Le tienes miedo a las tormentas?
—Solo a los rayos...y al viento...y a los truenos...sí. Le tengo miedo.
—Bueno, tranquila, aquí no pasará nada. ¿Quieres tomar algo?
—Té, por favor.
Jungkook se puso de pie y caminó hacía una tetera que se encontraba sobre un escritorio. Abrió una alacena y tomó dos sacos de té. Se acercó con ambas tazas hasta que una de las ventanas fue iluminada y alcanzada por un enorme rayo.
Jungkook soltó ambas tazas y corrió a abrazarme y cubrir mis oídos. Temblé entre sus brazos al sentir el temblor y la explosión provocada.
—Tranquila, ya pasará —susurró. Me sostuvo con fuerza. Me aferré a su camisa hasta que comencé a calmarme—. ¿Estas mejor? —tomó mi rostro y me obligó a mirarlo. Asentí—. Tomemos el té —besó mi frente.
Me quedé inmóvil ante su beso. Jungkook actuó con normalidad y sirvió otras dos tazas luego de limpiar el desastre del té derramado y la porcelana quebrada en el piso.
Se sentó a mi lado. Fijo su mirada en la ventana de al frente. Las nubes se movían con rapidez y parecían alejarse.
— ¿Ya estas más tranquila? —tomó mi mano.
—Sí, gracias.
—Cuando era niño también le tenía miedo a las tormentas —relató sin dejar de acariciar el dorso de mi mano con su pulgar—. Mamá me decía que la gente que yo amaba y se había ido, estaba en el cielo haciendo una fiesta y me sacaban fotos, por eso el cielo se iluminaba. Crecí creyendo eso, desde entonces no le tuve más temor. Ridículo, lo sé, pero funcionó —sonrió.
—Si tan solo me hubieran dicho eso de niña, no tendría tanto miedo.
—Ya no importa. Cada vez que tengas miedo yo estaré aquí para tranquilizarte y cuidar que nada te pase —encontré su mirada en la mía. Intensa, misteriosa, magnética. Nos acercamos poco a poco, quería besarlo, lo necesitaba. Subió su mano hasta mi mejilla y bajo su vista a mis labios. Cerré mis ojos para dejarme llevar por lo que sea que él quiera hacer. Pero su celular sonó alejándonos por completo—. ¿Hola? ¿Qué quieres? —respondió molesto—. ¿Cómo que no regresarán? ¡Deben ir a ver M.Y! ¿Yo? Teníamos un plan, Taehyung. ¿Con quién iré? ¡No! Es peligroso para ella. Ya lo conoces, es capaz de cualquier cosa. ¡No, Taehyung! ¡Yo...! ¿Tae? —Observó su celular—. ¡Hijo de puta! —echó su cabeza hacía atrás.
— ¿Está todo bien?
—No.
— ¿Puedo ayudar en algo?
—Si. Debemos ir a cenar con M.Y. esta noche. Necesito que vengas conmigo.
— ¿Yo?
—Sí, tú. Tranquila, no dejaré que te pase nada malo. Tú solo quédate a mi lado y hazme caso en todo lo que diga. Yo te cuidaré —acarició mi mejilla.
—Está bien.
La noche llegó. Una pequeña cortina de llovizna caía del cielo. El viento se había calmado y el cielo seguía iluminándose a lo lejos.
Jungkook se había encargado de conseguir un vestido negro, ajustado al cuerpo y unos tacos que combinaran.
Me paré frente al espejo mientras arreglaba la manga del vestido. Jungkook tocó a la puerta e ingresó.
— ¿Estas lista?
—Casi —sentí sus pasos acercándose. Evité verlo caminar hacia mí.. Se paró detrás de mí, pude verlo a través del reflejo. Sus ojos recorrieron mi cuerpo.
—Te ves hermosa.
—Gracias. Tú igual.
—Pero falta algo... —fruncí el ceño. Jungkook levantó ambas manos dejando ver un hermoso collar de plata con un bonito dije de corazón. Levanté mi pelo para que él pudiera colocarlo. Con delicadeza se acercó lo suficiente como para sentir su respiración en mi cuello. Bajo el collar, sutilmente, para que el dije rozara mi escote, provocando que mi piel se erizara. Jungkook ladeo una sonrisa al notarlo—. Perfecta —susurró en mi oído. Relamí mis labios al sentir un beso mi hombro. Dejé caer mi pelo.
— ¿Nos vamos? —giré quedando frente a él.
—Vamos —entrelazó sus dedos con los míos.
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El Hotel [+18] - Jeon Jungkook
Fanfiction¿Qué oscuros y retorcidos secretos hay dentro del Hotel Prixüm? ¿Quién es realmente Jeon Jungkook? ¿Qué pensamientos recorren su mente oscura y siniestra? Bienvenidos al Hotel, donde las sombras pasean por la noche. Donde dormir puede ser peligroso...