𝕭𝚛𝚘𝚔𝚎𝚗 𝕮𝚑𝚘𝚛𝚍 [También en Inkitt]

5. 𝕰𝚗 𝕯𝚎𝚑𝚘𝚛𝚜 𝕰𝚖𝚙𝚏𝚒𝚗𝚍𝚞𝚗𝚐

【𝙱𝚛𝚒𝚕𝚎𝚢】

Me doy cuenta que, conforme vamos llegando al final de la canción, en todo momento el tipo no ha expresado ningún sentimiento acorde a esto. Ni siquiera el enfado que sigue plasmado en su rostro como una máscara. De hecho, lo que más percibo de su cuerpo son una decena de errores que dudo que sea consciente de ello, pero si fuera un buen cantante debería de haberse dado cuenta, y corregido, desde hace bastante tiempo. Es básico.

No obstante, las notas terminan muriéndose entre nuestros labios junto al sonido de la guitarra, consiguiendo que una lluvia de aplausos nos caiga encima. Tomamos un par de bocanadas de aire, le veo poner los ojos en blanco de fastidio, y se larga a la mesa para encerrarse en su mundo con el teléfono móvil.

¿Por qué parece más molesto que antes?

Me despido de la gente, volviendo a mi asiento para guardar la guitarra, a lo que el moreno me sisea:

─No tienes ningún ápice de cordura.

─Bueno, dicen que los artistas estamos locos ─me encojo de hombros, sonriendo inconscientemente. Hacer de vez en cuando estas payadas me pone buen humor y, dado que a él le irrita un poco verme tan alegre, digamos que en el fondo es un efecto colateral─. Esto también te incluye a ti, aunque intentes ir de distante por la vida.

─No sabes una mierda de mí.

─Por el momento, lo único que sé es que tienes muy mal carácter, eres mordaz, tienes el cuerpo cincelado como una estatua y me miras con casco ─respondo directamente.

¿Se ha sonrojado? pienso en el momento que me asesina con la mirada, aunque termina por volver su atención al teléfono y teclear frenéticamente. Adorable, aunque bastante idiota.

Ese resto de la mañana se vuelve un tanto eterno conforme hablamos con Francis y Elvira, ya que el tercero del grupo ha tomado la sabida decisión de tomar cerveza y largarse de nuestra vista por un rato. Diría que al menos por media hora. Durante ese tiempo, ambos me hablan como si fueran amigos míos de toda una vida, empleando un lenguaje corporal bastante relajado y evitando ir directo al tema en cuestión; también incluyen a Hanna, aunque no es relevante su opinión para ellos, según observo.

Empiezan hablándome sobre qué clase de grupo son y el estilo de música que tocan. Descubro que principalmente tocan rock, aunque no se cierran a crear una mezcla de estilos siempre y cuando se practique adecuadamente. Les siguen las razones de seguirme con tanta insistencia, evitan darnos el nombre de la banda de momento, y cuando me nombran lo que voy a cobrar casi un par de horas de charla... tanto mi boca como la de Hanna se abre como dos buzones. En términos generales, puedo llegar a ganar cincuenta mil euros al año y dependiendo de si hay giras, conciertos, eventos privados... No sé cuánto es eso en libras, pero seguramente sea bastante.

─Pero yo... ─comento, tras interrumpirle un par de veces. No es que me esté adulando en exceso, pero su tono expresa demasiada desesperación─... sólo... Verás, Francis, yo solamente soy un artista autodidacta la mayor parte de mi vida. No soy experto en nada. Nunca he sentido la necesidad de buscar fama, exceso de dinero o popularidad. ¿Entiendes lo que quiero decir?

─Sí, me hago una idea.

─De momento, el contrato estará hecho para un año para que así te adaptes. ─Esta vez Elvira es la que toma la palabra, haciéndolo con calma. Sin embargo, la mujer emana un potente fuerza en su voz pese a ser relajada. Intimida un poco─. Puedes alargarlo más tiempo si ambas partes están de acuerdo, e incluso la permanencia si se desea cerrar el trato por completo con ciertas cláusulas de exclusividad.