12. 𝖀𝚗 𝚝𝚛𝚊𝚝𝚘 𝚒𝚗 𝕸𝚎𝚜𝚜𝚊 𝚍𝚒 𝓥𝚘𝚌𝚎

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【𝙱𝚛𝚒𝚕𝚎𝚢】

Como fue de esperar, en cuanto dieron los resultado hubieron opiniones de todas las clases. A algunos les daba bastante igual, otros se lo tomaron con bastante optimismo, y unos pocos parecieron tomarlo como algo personal aunque no tuviera nada que ver con ellos. Por ejemplo, Tank estuvo durante dos días poniendo una mala cara cada vez que Theo aparecía en su campo de visión, pese a ser ignorado por él; y luego estaban personas como Numbus, que no perdían el ritmo en bailotear su lengua para lanzar una broma de mal gusto o un pique que le hacía ser merecedor de un puñetazo en el brazo por parte del pelinegro.

Las redes sociales, desde que salió el resultado, volvieron a estallar y surgieron toda clase de teorías aunque no obtuvieran respuesta directa por el que controlaba la cuenta oficial del grupo. El nivel de imaginación de algunos me superaba, por lo que no tardaba nada en devolverle el móvil a Thunder o exponer mis inquietudes ante Harmony. Éste, siendo siempre el más optimista del grupo con ese aire calmado y maduro, sólo me aconsejaba que me lo tomara con calma y todo seguiría su curso.

No supe que quiso decir con ese último. Seguir su curso. ¿Para qué exactamente?

Por descontado, que no os engañen: El tiempo no sana los sentimientos y baja la intensidad de los lamentos una vez te invaden, ya que Theo estuvo totalmente distante conmigo salvo cuando teníamos que estar en una charla de grupo o cohabitábamos en las horas como la comida o la cena, ya que comer dentro de las habitaciones era un gran NO para Harmony. Fue una sorpresa saber que Theo en ningún momento objetó nada.


En cuanto estamos a un día de iniciar todo los preparativos para marcharnos a la sede principal de "The Sinners", veo desde la barandilla del primer piso a Theo haciendo eses con los pies junto a un Numbus que está peor que él. Se sostienen el uno al otro con forme hablaban de algo que no sé de qué se trataba exactamente, pero esa escena evoca un recuerdo muy lejano... y bastante malo. 

Fue cuando tenía nueve años y mi madre estaba todavía hospitalizada. 

Recuerdo que estaba de pie en el pasillo oscuro de casa, sin saber si mi padre era consciente de mi presencia. Había pasado parte de la noche solo y Arthur se fue a casa de un amigo a dormir, ya que mañana se levantarían pronto para ir a correr; por lo tanto, estuve solo. Yo ya sabía que papá iba a llegar ebrio, porque lo había hecho algunas noches desde que mi madre se desmayó y cayó rodando las escaleras. Lo que yo no sabía en ese momento, era qué versión de mi padre hallaría cuando se atravesara en mi campo de visión

A veces se volvía juguetón y me demostraba lo fuerte que era para levantarme y hacer que diera vueltas, jugando a ser un pájaro. En otras... simplemente era cruel, y su lengua era una daga que bailaba como una mariposa en la invisibilidad del ambiente y me hería, ya fuera con sus palabras o con el ademán de darme un empujón y hacerme caer para que saliera de su camino.

Cuando esa segunda versión llegaba a casa, yo sólo cerraba los ojos muy fuerte y tapaba mis oídos bajo la manta, cantando muy bajito para que nada pudiera hacerme daño. Me recordaba, en esos momentos, que papá me quería aunque yo fuera un niño gordo y sólo estaba triste porque mamá no salía del mundo de los sueños, donde seguramente estaría volvieron a soñar que estaba en el escenario cuando era una jovencita y enamoraba al público con su voz o su música.

Sin embargo, todo el mundo tiene un monstruo en su interior y algunos sólo se potencian por las adversidades. Papá era un monstruo a veces, y quizás por eso se terminó yendo, dejándome solo, porque en el fondo tenía una pizca de amor para evitar hacerme un daño atroz que a lo mejor lo haría todo peor.

Oh, Bri, estás aquí —me dijo mi padre en un tono extraño—. Ven aquí, bolita de chocolate, al salón —acotó yendo primero, por lo que yo con un poco de duda me fui acercando al final del pasillo para pillar a mi padre con una señora a su lado del sofá. Lo vi sonreír de una forma inusual cuando ella, con elegancia, guio las grandes manos de él hasta una de sus piernas—. Ella es Winnie.

𝕭𝚛𝚘𝚔𝚎𝚗 𝕮𝚑𝚘𝚛𝚍 [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora