9. 𝕷𝚊 𝕮𝚊𝚜𝚞𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚎𝚗 𝕴𝚐𝚗𝚘𝚛𝚎 𝕮𝚑𝚊𝚗𝚌𝚎𝚜

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【𝙱𝚛𝚒𝚕𝚎𝚢】

Cerrada, maldita sea. ¡La puerta está cerrada! ¿O no? ¿Y si se abre desde dentro, en lugar de afuera? Sí, eso sería lógico.

Golpeo la puerta varias veces, esperando que al menos alguien pueda escucharme. Una, dos, tres... incluso seis veces llego a contar con cada golpe contundente que doy con el puño cerrado.

─¿Hola? ─grito, volviendo a reanudar los golpes─. ¿Puede escucharme alguien?

No sé por cuánto tiempo sigo golpeando la puerta, preguntando si hay alguien o si pueden llamar a alguna persona que tenga llaves, pero se me hace todo demasiado eterno. 


Pasan, quizás, veinte minutos más cuando escucho los zapatos de alguien. He pasado todo este tiempo tarareando canciones al azar para no entrar en pánico, y al parecer he tenido la suerte de que alguien me haya escuchado. El chirrido hace que me gire y... me quedo muy sorprendido.

Lyon. 

Ese maldito tipo gruñón ha abierto la puerta, mirándome con un gesto claramente malhumorado. Creo que hasta me ha gruñido cuando he dado un saltito antes de enderezarme.

─Eres tan problemático... ─masculla, arrugando los labios. Esos mismos labios que me besaron ayer, y todavía guardo en mi mente esa frase burlona de que besaba mal. Maldito estúpido─. ¿Por qué estás siempre estás generando problemas allá donde vas?

Suspira al ver que no respondo, adelantándose.

─¡No! ─le grito─. ¡No la...! ─estiro el brazo por inercia, pero antes de que me de tiempo a decirle que la puerta se cierra automáticamente, ésta da un portazo─. Cierres. 

Lyon alza una ceja al comprender mis palabras, por lo que se gira y tironea varias veces hasta que resopla tras intentarlo.

─Genial.

─Sí, genial ─asiento─. ¿No tienes el móvil encima?

─Me lo dejé en la americana, dentro de la sala, ya que hace un poco de calor ahí dentro ─se gira y me mira de mala gana─. ¿Tú no tienes el tuyo?

Se me escapa una sonrisa nerviosa.

─Yo... lo siento, me marché de la casa sin pensar demasiado.

─Por supuesto... Era de esperar ─dice fastidiado por mi respuesta, lo que hace que mi sonrisa nerviosa desaparezca de inmediato. Es insufrible─. Este día está siento una auténtica mierda, y ya le dije a Harmony que no quería salir de mi habitación.

Lyon, como el hombre racional que es ─nótese el sarcasmo─ se pone a golpear la puerta durante varios minutos sin conseguir ningún resultado, e incluso comienza a maldecir a todo el mundo sin decir un nombre exacto. Después lo veo caminar hacia el otro lado de la zona enrejada, donde se soba el cuello hasta exhalar un "joder" agotado. Supongo que no ha tenido un buen día, y con mala suerte seguirá con esa resaca si no se ha tomado al menos una aspirina.

─¿Por qué... acudiste al entierro? ─pregunto, entre incómodo y nervioso por tenerlo justamente en esta situación. Casualmente estamos encerrados ente habitáculo, sin poder salir y sin teléfono, lo cual no es buena idea si tenemos en cuenta que Lyon y yo no nos llevamos bien precisamente.

─Harmony insistió.

Eso no responde a mi pregunta exactamente.

─¿Conocías al... hombre en cuestión? ─No estoy seguro si la pregunta es adecuada, más que nada porque me está mirando con un gesto entre furibundo y crispado, dos extremos de un sentimiento que expresa casi lo mismo. Por ello decido reformular la pregunta─: Quiero decir... ¿tú también te viste afectado por su pérdida de alguna manera?

𝕭𝚛𝚘𝚔𝚎𝚗 𝕮𝚑𝚘𝚛𝚍 [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora