15. 𝓟𝚞𝚕𝚜𝚘𝚜, 𝕴𝚖𝚙𝚞𝚕𝚜𝚘𝚜 𝚢 𝚞𝚗 𝚖𝚒𝚎𝚍𝚘 𝓟𝚒𝚎𝚝𝚘𝚜𝚘

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【𝙱𝚛𝚒𝚕𝚎𝚢】

Miro al Briley que está frente a mí, en el espejo para ser más exactos, conforme me coloco el cuarto jersey de lana que no termina de convencerme demasiado. No sé a dónde iremos con Theo y Numbus, y tampoco si existe una etiqueta exacta. He intentado preguntarte tras la puerta, pero la música de dentro ─alta y ruidosa─ seguramente se ha tragado mi voz.

Estoy a ciegas. Tengo preguntas.

¿Por qué Theo parece tan enfadado estos últimos días? ¿Por qué me invita con él, si normalmente dentro de la mansión se mantiene alejado? ¿Por qué se esfuerza en algo que en el fondo no le está saliendo bien?

En realidad, pensaba que alguien como él se le daría bien fingir algo que no era dada su personalidad. A veces los fans se vuelven ciegos y no ven el interior de sus ídolos, pero con Theo es como si ni siquiera fueran capaces de ver más allá de la máscara. ¿Quizás es ingenuo pensar que, en el fondo, Elvira le ha dicho que intente ser más amable conmigo? ¿O puede que Harmony?

─No debería de haberle besado... ─murmuro, llevándolo la mano a los labios calientes por la calefacción. 

No soy estrictamente un romántico empedernido, por lo que besar a alguien no es un problema para mí. Incluso los actores lo hacen para ejercer bien su papel. Sin embargo, aunque siempre que le beso mi estómago se retuerce por ese miedo del pasado, creo que debería dejar de hacer esas cosas y pensar en otros métodos para parecer una pareja. Supongo que, en parte, Theo lo agradecerá y así no le causaré más conflictos consigo mismo. ¿Puede que si hago eso su carácter se afloje?

─Bri, ¿qué haces con esas fachas? ─Giro la cabeza y veo a Cyrus en la puerta. No me he dado cuenta de que la ha abierto, ha entrado y luego la ha cerrado para así quedarse apoyado ahí─. No puedes ir vestido de ese modo a una discoteca

Miro mi vestuario, no encontrando nada que parezca inadecuado. No estoy muy conforme aun así, pero decirme que no es adecuado... Creo que exagera.

─¿Hay algo malo en mi ropa?

Cyrus avanza hasta mí, colocándose a mi lado, y ambos nos miramos al espejo. Claramente nuestra ropa es totalmente opuesta entre sí: Él tiene una ropa mucho más atrevida y divertida, y yo no es que precisamente me sobre el dinero. Mis prendas de ropa suelen tener entre tres y cinco años como mínimo, ya que pagar ese piso y tener mis instrumentos en buen estado puede llegar a ser bastante costoso. 

Expone una mueca, antes de que sus pies deslicen hasta mi ropa que sigue en la maleta. Yo sólo lo observo, curioseando las prendas superiores e ignorando tanto los pantalones como la ropa interior. Agradezco esto último.

Sólo le toma unos minutos volver con un vaquero muy concreto.

─Ponte este ─me lo da, a lo que lo miro extrañado─. Ahora ven conmigo a mi habitación, y así te presto algo que creo que te sentará bien. 

No objeto nada, sino que me dejo llevar por él. 

Salimos de la habitación y vamos directamente a la suya, que está al fondo del pasillo, y cuando abre la puerta veo que no ha perdido el tiempo en la decoración. Tiene los muebles básicos, unos pocos más que yo, y toda su ropa plagada de colores y estampados es imposible no mirarlos en su ropero. Todo ordenado, con aroma a sándalo. En la esquina derecha ─superior─ tiene un sofá cama junto a la librería, una lámpara de pie y una mesita de café estrecha; en la esquina izquierda ─superior─ la cama con estampados de frutas, la mesita de noche con un puñado de revistas, y una alfombra. Un armario en la esquina izquierda inferior, y un puñado de cajas en la esquina derecha inferior sin abrir todavía. Las paredes están plagadas de posters de cine, música y pinturas de todas las clases; también cuadros, pero son sólo flores.

𝕭𝚛𝚘𝚔𝚎𝚗 𝕮𝚑𝚘𝚛𝚍 [También en Inkitt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora