Capítulo 15: Oclumancia

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 —Varitas de regaliz —dijo a la ya conocida aguila de piedra.


   Mayka subió las escaleras con rumbo a la oficina de su director. Recorrió todo el camino hasta el lugar abrazo su libreto como si de un tesoro perdido se encontrara. El agotamiento, debido a las largas noches sin dormir, se estaba acumulando poco a poco en su cuerpo ¿Estaría perdiendo la cabeza? ¿Se estaba perdiendo de algo? Ingresó a la oficina del hombre, justo al horario requerido, pero allí no había nadie. Quizás se había retrasado, así que continuó caminando a través del lugar. Las pinturas de los directores anteriores se encontraban en extrema calma, ya que las imágenes en su interior yacían dormidas. Claro, ya era hora de dormir. Sirius se había ofrecido a acompañarla, pero en su carta, el director expresó claramente que debía hablarle a solas. Mayka asimiló que tenía algún plan, o simplemente no deseaba que nadie conociera lo que pasaría en el futuro. No lo sabía realmente.


   Al cabo de unos momentos, no supo qué más observar. Se sentó en un gran sofá ubicado a un costado de la sala, comenzando a leer por milésima vez lo que alguna vez había escrito. La muerte de los Potter le pareció horrible, y la trajo de nuevo hacia sus pasados sueños. No podía recordar lo que escribía en el cuaderno algún tiempo de que este de cerraba, pero conocía muy bien el contenido de lo que pasaba por su mente cuando dormía. Quizás esa era la clave para recordar lo que podría ocurrir en el futuro.


   Unos minutos después, apareció justo frente a sus ojos aquel que la buscaba. Él la observó a través de sus gafas con forma de medialunas, esbozando una amplia sonrisa.


   —Profesor, llega un poco tarde.


   El mago parado frente a ella sonrió con aún más acentuación.

  

   —Sabe, señorita Nott, un viejo amigo me dijo "Un mago nunca llega tarde ni pronto; llega exactamente cuando se lo propone".

   —Ese amigo debe ser un mago muy curioso —respondió Mayka, pensando en qué clase de persona diría algo tan singular.

   —Oh, lo es, créame. En mi opinión, alguien muy respetable y sabio. He aprendido muchas cosas de él. Pero no es por eso por lo que estamos aquí ¿Verdad?

   —Es cierto. Ese día no le dije todo lo que había visto. Sin embargo, de alguna forma sigo olvidado lo que ocurrió, como si se tratase de recuerdos que no quieren ocupar lugar en mi mente. Por suerte lo escribí, aquí —terminó, extendiendo una de sus manos con el pequeño cuaderno en ella.

   —Que curioso, realmente extraño. No hay dudas de que, aquello que has visto sea real. Después de todo, también encontré esto en donde aseguraste que estaría.

   Dumbledore sacó de su capa un extraño colgante, con el centro del dije completamente destruído. Parecía una especie de letra S en color verde, partida a la mitad. Tomó el cuaderno de la chica, sin darle menor importancia y continuó mostrando el objeto.

   —¿Lo reconoces? —preguntó el director.

   Mayka observó el objeto fijamente. Le resultaba familiar, de eso no tenía dudas, pero no sabría de qué. Por lo tanto, negó con la cabeza.

   —Se trata del guardapelo de Salazar Slytherin. Es... Curioso que lo hayas olvidado, cuando fuiste tú quien me dijo dónde debía hallarlo.

   —Por eso le di mi libreto. Verá, en ese momento lo escribí todo. Sin embargo, poco a poco fui olvidando lo que allí había. Ahora solo tengo lo escrito.

¡Reencarnada en Hogwarts! Cambiando el destino |𝑆. 𝐵𝑙𝑎𝑐𝑘★| COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora