Capítulo 27: Calle Wallace 210

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   El tiempo transcurrió con calma. Mayka había logrado grandes avances para ayudar a la orden. La información que proporcionaba había sido realmente útil para atrapar mortífagos, y, según Albus, casi no tenían bajas. Además, se las había apañado en más de una ocasión para que nadie saliera herido en sus misiones. Había logrado un claro entendimiento con sus compañeros, excepto por Amelia, a quien le dirigía la palabra lo mínimo e indispensable.

   La comunicación con su padre se volvió más fluida, aunque por desgracia el hombre se negara a cambiar, estaba claro que lograba un cambio progresivo en él. Y, por sobre todas las cosas, nadie sospechaba de su rol como espía de Dumbledore, ni siquiera el mismísimo Lord Voldemort. Claro estaba que alguien estaba filtrando la información, y por ello se había vuelto más cauteloso, vigilante... y violento. Sin embargo, parecía no desconfiar de ella.

   En resumen, todo corría de maravilla. Hasta que...

   Casi un año transcurrió cuando oyó a tientas que Amelia Mignon iba a casarse con Luke. Una parte de sí quería hablar con su ex amiga y felicitarla, hacer las pases, y preguntarle qué demonios hacía allí. Pero por supuesto, en las relaciones personales, el orgullo siempre se antepone al más sincero cariño, y más aún cuando una de las partes se cree la víctima. Ese era el caso de Mayka.

   Su orgullo le impidió dirigirle la palabra durante mucho tiempo, pero hubo un día en que se dijo a si misma que debía parar.

   Por horas ensayó frente a un espejo roto y mugriento cómo hablar. La reunión con su equipo era en su mansión ese día, por lo que estaría lista al verla. Sin embargo, nunca llegó...

   Todos se extrañaron por la desaparición, e incluso Mayka comenzó a temer lo peor ¿Le había ocurrido algo? ¿Habrá sido capturada por el Ministerio? O peor ¿Por los mismos mortífagos? Afortunadamente, la última opción parecía poco probable, porque ningún seguidor de Voldemort parecía saber qué había sido de la chica. Pero entonces quedaba la opción del Ministerio. Pensó,pensó y repensó qué hacer. Nunca se había sentido tan impotente y, más aún, una idiota. Idiota por no hablarle, idiota por sentirse culpable debido a eso, idiota por no saber que hacer, e idiota por no estar segura de a quién acudir.

   Ese día, hicieron el trabajo encargado a pesar de tener un faltante en el equipo. Mayka estaba distraída, fundida completamente con sus propios razonamientos. Carrow estaba molesto, y aseguró que él mismo la mataría si la hallaba. Ambos chicos suponían que escapó, pero eso no tenía ningún sentido: iba a casarse. Incluso con ese fundamento, no le creyeron. Finalmente acordaron que si alguno sabía de algo, avisaría al resto.

   Al anochecer, envío un Patronus a Albus Dumbledore, avisando lo que había ocurrido. Era una especie de grito desesperado por consejo, aunque no quisiera que así se viera. Y, de repente, una idea se me vino a la mente.

   «El espectro sabrá dónde hallarla», pensó. Por tanto, intentó enviarle un mensaje por ese medio. Sus palabras fueron:

   Amelia, se que no hemos estado en buenos términos por mucho tiempo. Pero estoy honestamente preocupada. Por favor, intenta decirme a través de este espectro a dónde estás, o al menos si estás bien.

   Pasaron una, dos, tres horas... no podía dormir.

   Eran las 06:20 A.M. cuando recibió una noticia de la chica: Calle Wallas al 210, Piso 5, Apartamento B. Que nadie te siga.

   Eso fue suficiente. Y así, al amanecer, buscó la dirección en un mapa y desapareció.

   Llovía a cántaros cuando llegó frente al edificio indicado. Sin embargo, al llegar se sintió como en una emboscada. Lo que tenía en frente no era más que un edificio abandonado junto a un barrio muggle fantasma. Las calles estaban abiertas y resquebrajadas*, los árboles no tenían hojas, y el césped en general yacía sin cortar, llegando hasta su propia altura. La vista empeoraba debido al clima, ya que no se percibía una gota de sol, dejando paso al gris intenso. A todo eso se sumaban casas sin puertas o ventanas rotas, lo mismo que el edificio número 210. La zona entera había sido somentida al más enérgico y dañino vandalismo.

   En resumen: era el barrio más lúgubre que había visitado nunca*.

   Sentía un escalofrío recorrer toda su columna a casa paso

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   Sentía un escalofrío recorrer toda su columna a casa paso. Aterrada, ansiosa y, además, empapada debido a la lluvia.

   Preparó su varita y, llenándose de valor para entrar, dio pasos más rápidos y decididos. No estaba segura de si era por un impulso de repentina valentía, o si el terror la hacía querer confirmar rápido la información. Sea como fuere, finalmente fue capaz de ingresar.

   El interior del edificio no era diferente al exterior. Telarañas y polvillo por doquier. Más graffitis en cada pared, al menos en aquellas que no estuvieran derribadas por completo. Abandonó absoluto, al punto que no parecía vivir ningún alma allí.

   Apresuró su paso por las escaleras. No quería perder un segundo más ahí.

   En algunos pisos podía ver algunas colchonetas en el suelo, dando alojamiento a vagabundos rodeados de botellas. Al menos alguien dormía allí.

   Llegada al quinto piso, buscó el apartamento si dudar, pero algo andaba mal. Desde el apartamento "A", iba directo al apartamento "C".

   —¿Dónde demonios está? A ver... —Dio algunos pasos por el pasillo, observando nuevamente puerta a puerta—. No me he equivocado, lo sé. Era la calle Wallas al 210, Piso 5 y apartamento B. Entonces...

   Comenzó a mediar en su cerebro ante la posibilidad de una trampa. Entonces fue que, mágicamente, el apartamento comenzó a aparecer lentamente. Un paredón bien pintado y arreglado, junto con la primer puerta cuidada y limpia que veía en todo el lugar. Por lo tanto, Mayka comprendió inmediatamente de qué se trataba. Amelia seguramente había hecho un Encantamiento Fidelio, y ella sería la guardiana del secreto. Si era así, se lo había transmitido a ella a través de su mensaje.

   Con renovadas energías, golpeó la puerta.
  
   Inmediatamente entró en pánico, dándose cuenta de que en todo ese tiempo no había usado el cerebro en absurdo. En efecto, se había dejado llevar por sus impulsos y ahora no sabía que hacer.

   Sus dudas se despejaron cuando una figura familiar abrió la puerta de par en par. Amelia, a diferencia de ella, no se molestó en llevar a cabo alguna estúpida formalidad, o forzar una conversación incómoda. En lugar de eso, dio un paso  al frente y la fundió en un fuerte abrazo, como si no se hubieran visto en años.

   Mayka respondió a su afecto, rodeando a Amelia entre sus brazos con la mayor intensidad posible. Y así permanecieron algunos segundos.

   Cuando el momento hubo pasado, ambas entraron. Mayka se retiró al baño porque, sin saberlo, se humedeció toda su cara. Lágrimas cayeron en algún momento desconocido, así que tocaba limpiarlas.

   Una vez en la cocina, Amelia preparó el te y comenzó con su relato...

   *No sabía lo que era vivir en Latinoamérica, por eso opinó así 😂.

   El capítulo de hoy fue muy cortito, pero va a haber más mañana y el jueves... Lo más probable es que en unos capítulos termine por concluir.

   Sin más que decir ¡Gracias por leer y votar! 🫶

¡Reencarnada en Hogwarts! Cambiando el destino |𝑆. 𝐵𝑙𝑎𝑐𝑘★| COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora