Capítulo 22: Reclutamiento

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   Las miradas permanecían puestas en Mayka, mientras ella comenzaba a rememorar el odio que había reprimido durante los días anteriores. Antes de que pudiera emitir palabra, más mortífagos llegaron al lugar, superándolos por creces en números. Estaba claro que se disponían a llegar hasta donde fuera necesario. Sin embargo, una de las recién llegadas habló, dirigiendo hacia ella toda la atención.

   —Podrían estar muertos. Pero el Señor Tenebroso es bondadoso y reconoce el potencial. Y aquí hay jóvenes con mucho de eso. —Su voz sonó ronca y cansada, como si hubiera estado hastiada de gritar previamente.

   —Es una lástima que no haya potencial para asesinos, aunque no me molestaría convertirme en uno por sus cabezas —dijo Sirius.

   —Es eso o la muerte. Ya que, si no están con nuestro señor, en su contra estarán. Y nadie quiere terminar como Thadeus Nott ¿No es así?

   Al oír a la mujer pronunciar el nombre de su abuelo tan descaradamente, sintió una mezcla de repulsión y deseos de golpearla con lo que fuera. Pero se limitó a mirar hacía el suelo. No obstante, Sirius no contuvo su propia rabia y volvió a atacar, esta vez a la persona que se atrevió a mencionar a Thadeus. La mujer, nada lenta, comenzó a esquivar y contraatacar, pero Mayka se apresuró a lanzarle un encantamiento aturdidor para detenerla. No vería cómo asesinaban a su novio esa noche, sobre todo luego de ver que la encapuchada no dudó en utilizar el maleficio asesino.

   Otros dos mortífagos se involucraron a ayudar a su compañera, provocando el que James, Lili y Remus se unan a la pelea. Sin embargo, eran demasiados, y mucho más rápidos. Todos peleaban con dos mortífagos al mismo tiempo, y se estaban salvando porque eran brillantes en el duelo. No obstante, cuando su amiga cayó en un movimiento seco, temió lo peor y sus palpitaciones se aceleraron. James fue el primero en correr hacia su novia, pero todo estaba ocurriendo tan rápido. Una nube de humo, escombros y magia la rodeaban.

   Era horrible, era magia.

   James gritó que Lili estaba bien mientras combatía con dos encapuchados, uno era quien había aturdido a su novia. Afortunadamente, Lili no tardó en volver a incorporarse. El alivio inundó su pecho, pero la tranquilidad se desvaneció en un segundo. Izquierda, derecha, esquivar correr, gritos, más gritos. Creyó aturdir a alguien, no estaba segura, nada era preciso en el caos.

   Fue en busca de Sirius, pero fue interceptada por una mujer que le lanzó un crucio, tumbándola en el suelo. El dolor era tan intenso que se sintió mareada y ajena a la realidad, como si lastimaran todo su cuerpo, apuñalado y débil con el filo de un odio intenso. Con el afán de librarse, intentó esconderse tras una columna, pero nuevamente le fue lanzado el maleficio, provocando un dolor interno aún peor que el anterior. Cada fibra de su cuerpo sentía el más fino ardor, como si de miles de vidrios incrustados se tratara. Remus tumbó a su atacante por un costado, lo que le dio tiempo a reponerse.

   No podrían ganar, eran demasiados. Por lo tanto, con un rayo de esperanza, creó una ilusión que despistó a todos. Básicamente, hizo que todos sus amigos se vieran invisibles, como si hubieran desaparecido. Los chicos dejaron de atacar y los mortífagos se veían confundidos, era a ella a la única persona que podían ver.

   —Basta —amenazó entre dientes y con aire hostil, se puso de pie.

   Las ilusiones siempre requerían la fuerza interior de quien las ejecutaba, y Mayka estaba dando todo de si por mantener la que había llevado a cabo. Sin embargo, no lo soportó y la dejó ir, dejando a sus conocidos a la vista. Allí parada junto a sus amigos, y frente a un montón extraños, su mente atribulada no paraba de agitarse. La ira que había logrado apaciguar llegó a estar a flor de piel. Los malditos habían traspasado todo límite posible. Merecían todo el odio, la muerte, y, sobre todo, el sufrimiento que había experimentado. Quería matarlos en ese preciso instante, incendiar todo el lugar, que sufrieran tanto por lo que hicieron a su abuelo, como por siquiera amenazar y atacar a sus amigos. Pero, ¿bastaría la muerte como castigo?

¡Reencarnada en Hogwarts! Cambiando el destino |𝑆. 𝐵𝑙𝑎𝑐𝑘★| COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora