Conexiones

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La cosa no iba a mejor. Tras una fuerte discusión llamé a Mapi, necesitaba a mi leona.
- Dime Aleee!
-¿Estás haciendo algo? Te necesito amiga.
- Ya sabes dónde está mi casa, te espero con mucho chocolate.

Mapi era la mejor persona que había conocido, siempre estaba conmigo en mis mejores y peores momentos. Nunca me dejaba sola.
- Voy a decirle a Jenni que quiero un tiempo.
- ¿Un tiempo? ¿Crees que eso la va a hacer cambiar? Pf.. ai amiga que inocente eres! Pero bueno, todo lo que creas estará bien, te apoyaré en todo.
No le dije nada, en el fondo sabía que llevaba razón. La relación de Mapi y Jenni había cambiado, apenas hablaban y se notaba la tensión en el ambiente cuando estaban en el mismo sitio. Supongo que Mapi cuidaba demasiado de mi.

- ¿Si?- Ah holaa Claudia que tal? ¿Tatuarme hoy? Buah si genial, si si cuenta conmigo.
Oye, y puedo llevar a otra persona para que la tatuéis también? Perfecto, nos vemos en nada allí.
Me quedé mirándola con cara extraña, sabía que ya iba a hacer una de las suyas.
- Levántate nena, nos vamos para el estudio que hoy toca un poco de tinta
- Pero Mapi, que yo no quiero tatuarme, además, yo no he cogido cita ni nada.
- Ya está todo solucionado, nos tatuamos hoy no se hable más.

Fuimos en mi coche dirección al estudio. Por el camino me contó que Claudia, la dueña del estudio, le había dicho que en cuanto tuviese hueco la llamaba. A Mapi le encantan los tatuajes, en realidad, le encanta dibujar.

En estudio era una pasada, me encanta la decoración que tenía. Claudia era una chavala genial, me encantaba su humor. Necesitaba reírme de la manera que lo estaba haciendo hoy.
Mapi se hizo su tatuaje, yo al final terminé tatuándome un 11 en mi mano.

Estábamos terminando ya cuando de repente entró una muchacha llorando y buscando a Claudia. Nos quedamos en shock, no sabíamos que había pasado.
Nos esperamos hasta que se calmó un poco, y ya nos contó que había descubierto a la que era su pareja que la había estado engañando durante 2 meses.
Claudia nos presentó a la chica, Olga se llamaba. Tenía una sonrisa que me dejó prendada.
Decidimos ir a casa de Claudia para tomar algo, y así intentar que Olga se despejara un poco y lo pasara bien.
Mapi se había dado cuenta que no le quitaba ojo a la chavala, así que una vez estando en casa de Claudia se las ingenió para que me tocara a mí al lado de Olga.
Decidimos ponernos una película, estábamos en el sofá muy juntitas y en un momento dado, sin querer, acaricié la mano de Olga.
- ¡Lo siento, lo siento! Ha sido sin querer, perdóname.
- Estate tranquila, no pasa nada.
Y me sonríe, me quedé empanada en esa sonrisa. Es preciosa. Se le achinan los ojos de todo lo que sonríe.

- ¿Puedo echarme en ti?- Me preguntó Olga.
- ¡Ven aquí anda! Le dije riendo.
Se echó en mi, y yo ya estaba flotando. Que bien huele. No sé qué me está pasando.
Puse mi mano encima de su pierna, la miré esperando su aprobación, otra sonrisa de vuelta. Me va a volver loca esta chica.
Comencé a hacerle cosquillas, cuando la volví a mirar se había quedado dormida.
Mapi y yo nos despedimos de Claudia, prometimos que íbamos a volver a quedar pero que la próxima vez nos iríamos a un bar.
Antes de irme, le dejé una nota a Olga, tenía la necesidad de despedirme de ella.

Espero que estes mejor, me ha encantado conocerte.
Espero volver a verte.
Fdo: La chica de las cosquillas :)

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