Menuda noche.
Apenas había descansado, pero mereció mucho la pena. Me encanta la pasión que tiene Olga.Ese día apagué la alarma y no salí a correr, decidí descansar un rato más puesto que estaba realmente cansada.
Esta vez fue Olga quien despertó primero. Estuvo haciéndome caricias y dándome besos por toda la cara.- Pero ¿por qué paras?- Le dije aún sin abrir los ojos.
- ¡Anda, pero mira quien está despierta! ¿Cómo estás cariño? - me preguntó Olga.
- En el cielo ahora mismo. ¡Buenos días mi vida!- Le dije dándole un pico.
- ¡Buenos días cariño!- Me dijo devolviéndomelo.Estuvimos un rato más despiertas metidas en la cama hasta que decidimos que era hora de levantarse.
Mientras yo me duchaba, Olga se puso a preparar el desayuno para ambas.- ¿Quieres que te acerque a tu casa? - Le pregunté.
- Si no te importa me vendría genial. Estoy muy cansada como para irme andando. - Me dijo riéndose.
- Claro, no duermes lo suficiente, te distraes por las noches... - Le dije yo.Ambas sonreímos cómplices sabiendo lo que había pasado esa noche.
Pusimos rumbo a casa de Olga. La dejé en la puerta y nos despedimos.
- Llámame cuando termines el entreno y te cuento a ver en qué he quedado con mi madre ¿vale?- me dijo Olga.
- Vale preciosa. En cuanto termine el entreno de esta tarde te llamo. - Le dije.
Nos besamos. Fueron varios besos, como si no quisiéramos separarnos la una de la otra.Me fui para el entreno. Las sesiones de hoy eran bastantes duras. Por la mañana teníamos una sesión. Comíamos allí y justo después comenzábamos con la otra sesión.
Cuando terminamos, nos dirigimos al vestuario para poder ducharnos tranquilamente.
Cogí mi móvil y me extrañó las llamadas perdidas que tenía de Olga.- Cariño, ¿qué ha pasado?¿estas bien?- le dije asustada.
- ¡Hola bonita! Siento haberte asustado, es que no sabía que hacer. Se ha roto la tubería principal del bloque, y nos han dicho que lo mejor es que no estemos en la casa mientras lo arreglan. He cogido varias cosas y me he venido a casa de mis padres.- me dijo.
- Pero ¿tú estás bien?¿tu casa está bien?- Pregunté.
- Si, si. La casa y yo estamos bien. Pero yo necesito estar en casa. Tenía que terminar cosas del trabajo y bueno... no me esperaba esto.- Me dijo apenada.
- Ya verás como se solucionada en nada bonita.Estuvimos hablando un poco más, pero ese día se notaba que ambas estábamos cansadas puesto que nos dormimos pronto.
Los días iban pasando, Olga seguía viviendo en casa de sus padres. Le habían comunicado que la reforma iría para largo, tendrían que cambiar todas las tuberías.
- ¿Qué te pasa?- pregunté a Olga. Estábamos en una llamada, cada noche nos llamábamos o hacíamos FaceTime cuando no podíamos vernos.
- Estoy agobiada en casa de mis padres. Ellos van a lo suyo, y yo necesito mi espacio. Necesito calma para poder trabajar. Mi madre está siempre encima de mi, y no puedo más.- Me dijo con lágrimas en los ojos.
- Vente a casa.- Le dije sin pensarlo mucho.
- ¿Qué?- me dijo ella.
- Eso. Ven a casa. Quédate aquí conmigo. La mayoría del tiempo la casa está sola, podrás trabajar a gusto. Además, no te molestaría nadie sabes que salgo temprano y hasta la tarde no llego.
- Pero Alexia, ¿cómo voy a hacer eso?- me dijo.
- No lo pienses más . Coge tus cosas y vente aquí. Además, así no tengo que estar todas las mañanas saliendo antes para tener que llevar a Nala a casa de mi madre.- le dije.
- ¿De verdad no te importa?- Me preguntó.
- En absoluto. De hecho me muero de ganas de ver tu cara al despertar todas las mañanas.- Le dije yo.
- Está bien. Pero si en algún momento necesitas estar sola, o te molesto lo más mínimo me lo dirás y yo volveré a casa de mis padres, ¿de acuerdo?- me dijo sería.
- Te doy mi palabra, aunque no creo que eso vaya a pasar.- Le dije yo.
- Vale, pues mañana cojo mis cosas y me voy para allí cuando salgas del entreno.
- ¿Por qué no te vienes ya? Quiero decir. Podrías venirte, pasar la noche conmigo y ya mañana me llevas al entreno y te llevas el coche para recoger tus cosas.- Le dije.
- Mae gusta lo de pasar la noche contigo. Pero no voy a volver a quitarte el coche. Cojo un par de cosas y voy para tu casa. - Me dijo Olga.
- Vale cariño, te espero en casa.- Le dije yo muy contenta.
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1790km.
Любовные романыMi vida se basaba en fútbol, fútbol, fútbol y más fútbol, hasta que una lesión me hizo parar y darme cuenta que había otras cosas.