1790km.

Día de reyes 2

Llegamos a casa, los peques se pusieron locos en cuanto vieron a Olga, sobre todo Lucia. Lucas era más vergonzoso que ella.

- Voy a darme una ducha rápida y nos vamos, ¿vale?
- Si prima, que yo ya estoy nervioso. Seguro que hay mucha gente ya.
- No te preocupes, nosotros vamos a coger buen sitio ya verás. Tú hazme caso a mi, tú prima no sabe 😉

Dejé a mis primos con Olga, que les había preguntado qué habían pedido a los reyes en sus cartas.
No dejaba de sorprenderme la facilidad que tenía Olga para ganarse a los niños en cuestión de segundos.
No tardé nada en ducharme. Cuando fui al salón me encontré a los tres ya preparados con sus abrigos puestos y sus bolsas en las manos.

- Vaya, no sabía que tendría que salir hoy con tres niños.
- Ja ja. Muy graciosa Putellas. ¡Mueve ese culo y vámonos ya!
- Jajajajaj venga, vámonos chicos. A ver qué tal pasamos la noche de reyes.

Íbamos en dirección a una calle donde siempre que pasaban las cabalgatas tiraban más cosas. Los peques iban súper ilusionados, Olga tenía todo el rato la sonrisa en la cara y yo, bueno, yo más bien necesitaba un babero de verlos a los tres juntos.

Lucas me dio la mano a mi, y Lucía iba con Olga cogida de la mano.
Olga había quedado con sus amigas en esa calle, y cuando llegamos nos estaban esperando allí.

- ¡Hola chicas! Mirad que bien acompañada vengo hoy!.- Dijo Olga.
- ¡Hola! Yo soy Claudia.
Empezaron a saludar todas.
- ¡Hola! Yo me llamo Lucía, y él es mi hermano Lucas, sabe hablar, pero le da vergüenza. 🤷🏼‍♀️
Ante esa ocurrencia de la niña, nos reímos un poco. Pero de momento salí en defensa de mi primo.
- Bueno, en algo tendría que parecerse este bichito a mi ¿no creéis?.- dije yo ahora mirando hacia las chicas.
- Siento quitarte la ilusión, él es mucho más guapo que tú.- dijo Carla.

Pasó un rato hasta que empezaron a llegar los primeros muñecos. Se trataban de gente disfrazada de personajes de Disney. Los niños estaban flipando. Se echaron fotos con algunos de ellos, y cada vez que los saludaban les hacía mucha ilusión.
Las carrozas empezaron a llegar, y los caramelos no paraban de caer hacia nosotros. Mis primos no sabían dónde acudir para cogerlos todos. Se habían propuesto llenar las bolsas y lo iban a conseguir.
De un momento a otro llegaron los reyes. Primero Melchor, que no paraba de tirar caramelos, gusanitos y también muchos regalos.
Las chicas y los niños se pusieron locos. Cogieron todo lo posible, a mi la situación me hacía mucha gracia. Grabé un par de vídeos para luego enseñarles a las chicas la que estaban formando.
Cuando pasaron todas las carrozas y terminó el pasacalles nos volvimos a juntar todos para decidir qué haríamos ahora.

- Oye chicas, no sé si teníais planes o si os apetece venir con nosotros, pero voy a llevar a mis primos a cenar al McDonald. Les prometí antes que los llevaría 😅
- ¿Doña Alexia Putellas saltándose la dieta? Chicos, veniros muchas veces con nosotros!!.- Dijo Claudia burlándose de mi.
- Oye cariño, si tú te quieres ir con ellas a cenar a otro lado no hay problema , lo entiendo.- Le dije a Olga.
- ¿Pero no vamos a ir todas allí? Yo ya me había ilusionado que iba a cenar McDonald.- Dijo Carla con cara de pena.
- Si alguna vez me veis rechazar un planazo así, preocuparos, porque algo me estará pasando.- Dijo Claudia.

Pusimos rumbo para el McDonald, mis primos ya habían cogido confianza con las chicas e iban con ellas hablando como si las conociesen de siempre.

- Me está gustando esta noche mucho gordi.- me dijo Olga.
- Me encanta verte tan ilusionada.- Le dije.
- Es que la noche de reyes siempre fue mi preferida. No me preguntes por qué, pero siempre me hace mucha ilusión.- Me dijo.
- Yo seguiré encargándome de qué está noche siga teniendo esa ilusión.- Le dije mientras la besaba.

Mientras estábamos cenando me llamó mi tita, me preguntó qué tal se estaban portando y que si quería que los llevase a casa. Le dije que iba a preguntarle a ver qué les apetecía a ellos, y con lo que me dijesen le devolvía la llamada.

En cuanto les pregunté sabía cuál iba a ser la respuesta. Por supuesto querían quedarse en casa con Olga y conmigo.
A Olga no tuve que preguntarle si le parecía buena idea, porque de momento empezó a planear que en cuanto llegáramos a la casa haríamos una fiesta de pijamas y veríamos una película de dibujos.
No sé a quién de los tres les hacía más ilusión ese plan la verdad.

Nos despedimos de las chicas, ellas iban a tomarse unas copas cosa que entendía, no sin antes prometer que volveríamos a quedar todos para hacer otro plan. Los niños estaban encantados.
A mi me hacía mucha ilusión que las amigas de Olga hubiesen acogido a mis primos tan bien.

Fuimos a casa de mi tita para coger los pijamas y alguna ropa para mañana. Los niños se despidieron de ella y pusimos rumbo para nuestra casa.

Una vez dentro, Olga se encargó de cambiar a Lucía. Yo sabía que Lucas no iba a dejar que lo viese en calzoncillos, como ya he dicho antes, Lucas era muy vergonzoso y para eso aún tenía que tener más confianza con Olga.
Así que me encargué yo de ponerle el pijama a Lucas y ya aproveché y me puse el mío también.
Cuando fuimos al salón, nos estaban esperando las chicas con todo preparado ya.
Habían puesto varios cojines y algunas mantas en el suelo. Habían hecho palomitas y habían colocado algunos caramelos y chuches de la cabalgata en un plato.

- ¿Habéis elegido ya que película queréis ver?.- Les pregunté.
- A mi me da igual cuál ver prima, me gustan todas.- Dijo Lucas sentándose en un cojín.
- ¿Podemos ver coco? Porfa porfa.- Decía Lucía.
- ¿Si? Pues ya está, ponemos coco y la vemos todos.- Dijo Olga.

Los peques se sentaron en los cojines y los tapamos con las mantas. Aunque teníamos la calefacción puesta apetecía taparse un poco.
Olga y yo nos sentamos en el sofá. Juntitas, pues íbamos a compartir la manta.

La película iba pasando y a los niños cada vez se les sentía menos. Definitivamente se habían dormido.

- Gracias por la tarde/noche de hoy cariño.- le dije mirando a Olga.
- No seas tonta, no tienes que agradecerme nada. Además, me ha encantado este plan de hoy. Me encanta estar con ellos.- Dijo hacia mis primos.
- ¿Sabes? Cuando fui a recogerlos Lucía me preguntó si eras mi novia, y al decirle que si, me dijo que le gustaba mucho. Y Lucas, antes de salir de su casa, me dijo que le gustaba mucho que vinieses tú también hoy, porque juegas con ellos y se lo pasan muy bien contigo.- Le dije a Olga.
- Si es que son tan monos... Lucía es igual que tu hermana Alba, y Lucas claramente es una calcamonía tuya. Igual de vergonzosos y cortados. Pero me encantáis.- me dijo Olga besándome.

La película terminó. Recogimos todo un poco y llevamos a los niños a la habitación de invitados. Tenía una cama de matrimonio así que dormirían los dos juntos.
Les dejamos la puerta un poco abierta y la luz del pasillo encendida por si en mitad de la noche despertaban o necesitaban salir al baño.

Olga se metió en la cama, y yo mientras estaba terminando de lavarme los dientes.
No terminaba de acostumbrarme al hecho de irme a dormir y tener a Olga ahí a mi lado. Y tras el día de hoy, me quedaba aún más claro que la necesitaba en mi vida para siempre.
Como pareja, mujer y como madre de mis hijos. Si hijos, no os imagináis la sensación que he tenido hoy al verla así con mis primos. Pero bueno, para eso aún queda mucho. Primero empezaríamos mañana por darle el regalo del llavero y hacerle la pregunta.

Me metí en la cama, y como era costumbre entre nosotras, Olga se echó en mi pecho y haciéndole cosquillas nos quedamos dormidas ambas.

A mi, este día de reyes también me estaba gustando mucho.
Soy muy afortunada.