Como era normal, yo me desperté antes que Olga.
Me giré y la tenía ahí a mi lado. Tenía la camiseta un poco subida, no solía llevar sujetador y eso me volvía loca, y para remate, se había puesto un tanguita que dejaba poco a la imaginación.
Le hice cosquillas por todo su cuerpo. Se movió y me dejó el espacio suficiente para moverme a mi antojo.De un momento a otro me puse encima de ella con todo el cuidado del mundo de no despertarla.
Empecé dandole pequeños y delicados besos por toda la cara. Mi intención era ir bajando poco a poco y darle el despertar que se merece.
Cómo iba diciendo, le iba dando pequeños besos y bajando por su cuello. Me recreé y le di pequeños mordisquitos. Fui bajando, llegué a sus pechos. Yo estaba totalmente apoyada en ella.
Con mucho cuidado, levanté su camiseta y dejé al descubierto sus pechos. Se movió, pero como buena marmota que es no se despertó.
Con sus pechos al aire, decidí empezar dando mordisquitos en uno, y en el otro con mi mano lo estaba acariciando. Me encantaba el deseo que despertaba en ella. Sus pezones estaban totalmente duros, me estaba volviendo loca.
Iba cambiando de pecho, mordía y chupaba cada pezón como si de un manjar se tratase.
Continué bajando. Llegué hasta el borde de su tanga, ese que me había estado volviendo loca desde que se lo vi puesto.
Pasé mi mano por encima de su intimidad. Sentí el calor que había en ella, estaba deseosa por probarlo.
Di un par de bocados con el tanga puesto, soltó varios gemidos. Era el momento de actuar.
Con cuidado, aparté su tanga hacia un lado, y acerqué mi boca hasta su zona íntima.
Comencé jugando con mi lengua, Olga estaba ya comenzando a despertarse. De un momento a otro mi lengua y mi boca cobraron vida. Lamia y succionaba con ganas.- Mm.. Alexia!.- dijo Olga.
- ¡Buenas tardes cariño!.- le dije yo.
- ¡Ni se te ocurra parar! Vuelve a poner esa boca donde estaba.- Me mandó.Me reí, y como ella había mandado seguí con mi tarea. Así fue como le di el primer orgasmo de la tarde.
- Mira que odio cuando me despiertas, pero si vas a hacerlo así, ¡despiértame todos los días de mi vida!.- Me dijo Olga mientras recuperaba el aliento.
- No no, nada de acomodarte. Aún no he acabado contigo. Voy a quitarte este hilo del demonio y voy a volver hacerte el amor hasta que me digas que pare.- Le dije a Olga.
- Así que era verdad lo de compensarme por haberme dejado sola estos días ¿no?.- Me preguntó Olga.
- Eso ni lo dudes mi vida. Voy hacerte mía.Y como ya le había dicho, le quité el tanga que tenía. Estuve jugando un rato con su clítoris, y cuando vi que estaba lo suficientemente mojada metí dos dedos dentro de ella.
Un pequeño gemido salió de su boca, música para mis oídos.
Fui con cuidado, no quería hacerle daño. Quería que disfrutase de esto tanto como lo estaba haciendo yo.
- Por favor, ve más rápido. ¡Me estás torturando Alexia!.- Me dijo Olga.
- ¿Es que tienes prisa cariño?.- Le pregunté.
- Voy a correrme cariño.- me dijo
- Mírame, mírame mientras te corres mi vida.- Le dije a la vez que aumentaba la velocidad con mis dedos.
- ¡Dios, Alexia!.- Gritó Olga mientras se deshacía en mis manos.Exhausta, así era como estaba Olga ahora mismo. Tenía a una diosa metida en mi cama totalmente desnuda.
Me acomodé a su lado, y como era costumbre, Olga se colocó encima de mi pecho. Yo le hacía caricias en su espalda mientras nos tapaba a ambas.- ¿Estas bien cariño?
- Nunca he estado mejor. No estoy acostumbrada a estos despertares.
- Yo... lo siento si te ha molestado que me haya aprovechado mientras estabas durmiendo.
- Ni se te ocurra sentirte mal por eso. Desde ya tienes permiso para despertarme así siempre que te apetezca. ¿Quién podría molestarse por eso? ¡Por dios, mi chica acaba de regalarme dos orgasmos como despertar!.
- ¿Así que tengo tu permiso eh? Jajaja lo tendré en cuenta cariño.Seguimos un rato más en la cama, hasta que me fui a levantar.
- Olgui, voy a levantarme y a preparar algo de merienda. Te espero en el salón ¿vale?
- Yo creo que voy a darme una ducha rápida, por culpa de alguien he sudado un poquito.
- A mi que me registren ¿eh? JajajajMe acerqué a ella para darle un beso, y lo que pasó fue que terminé llevando en brazos a Olga al cuarto de baño.
La dejé en la ducha, y después me fui para la habitación para coger algo de ropa y dejársela preparada para cuando saliese.Merendamos tranquilas, nos pusimos en el sofá a ver una serie.
Estando así, recordé que tenía que darle un regalo que le compré estando en Dubai.
Fui al servicio y aproveché para ir a buscarlo. Ahí lo tenía, dentro de mi neceser a buen recaudo.- Cariño, estando en el viaje te he comprado una cosita.
- Pero ¿por qué? Yo aún no te he regalado nada.
- No seas tonta, es una tontería que me pareció bonita y te la compré.Olga cuando le daban un regalo era como una niña pequeña. Súper nerviosa y súper emocionada por descubrir que era.
- Pero que precioso es Alexia!
- ¿De verdad te gusta?
- Por supuesto que si. ¿Me explicas de que se trata?
- Bueno, no tiene mucho misterio. Se trata de una rosa y el tallo está hecho por la palabra t'estimo.
- ¿Me lo pones?Se lo puse en su cuello, se trataba de un collar que en cuanto lo vi me lo imaginé en su cuello colgado.
- Te queda genial cariño.
- Te quiero mucho.Y así fue como comenzaron nuestros días de total encerrona y mucho sexo.
"Y que no sepan dónde estamos, ni el nombre del hotel
Ahí, encerraditas como en 2020
Las dos sabemos bien lo que se siente".
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1790km.
RomanceMi vida se basaba en fútbol, fútbol, fútbol y más fútbol, hasta que una lesión me hizo parar y darme cuenta que había otras cosas.