La noche fue genial. Acabamos agotadas las dos, sin duda el regalo de las amigas de Olga me había encantado. Nos vamos a divertir mucho con él.
Desperté, giré mi cabeza hacia el lado y me encontré la imagen más bonita que nunca antes había visto. Olga durmiendo, con el pelo despeinado y tapándole media cara. La poca luz que entraba por la ventana hacía que su cara estuviese aún más bonita. Parecía estar esculpida por dioses. Su cuerpo estaba tapado por unas sábanas desordenadas que daba lugar a recordar todo lo que hicimos ayer.
Me moví con el mayor cuidado posible, necesitaba ir al baño urgentemente. Me levanté y no dudé en inmortalizar esa imagen. ¡Estaba preciosa!
Volví a la cama, aún era temprano y teníamos tiempo para dormir más. A mediodía no teníamos plan, pero por la noche iríamos a celebrar mi cumpleaños con todas.
Sentí unos dedos que acariciaban mi mejilla. Pequeños toquecitos y unas risas de fondo. Abrí los ojos y me encontré con la culpable de esas risas.
- ¡Buenos días amor!.- le dije - Buenos días preciosa, ¿qué tal has dormido? Me preguntó Olga. - Genial, contigo siempre duermo bien. ¿Tú has pasado buena noche?. Le pregunté incorporándome. - Eres muy buena almohada cariño. Se reía mientras me daba un beso.
Desayunamos tranquilamente, nos duchamos juntas. Ducha que se alargó bastante parece ser que no tuvimos suficiente con lo que hicimos ayer por la noche. Yo decidí ponerme un top deportivo y unos pantalones cortos. Olga se puso sus braguitas y una camiseta mía.
- ¿No te vas a vestir?. Le pregunté. - Ya estoy vestida cariño. Tener calefacción en casa es una alegría la verdad. Se reía. - Pff.. ¿vas a hacérmelo pasar mal verdad?. Le dije mientras agarraba su culo. - Muy, muy mal cariño. Me dijo besándome.
Y es que estar con Olga era esto. Podíamos estar días y días revolcándonos como locas, que podíamos pasar días dándonos mimos. Nos complementábamos y nos respetábamos.
Como habíamos desayunado tarde, decidimos ponernos una película. Yo me quedé mirando un rato el móvil mientras que Olga le echaba un vistazo a algunas cosas del trabajo. Sin darme cuenta me quedé dormida.
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Define tener suerte.
(Ig de Olga).
Olga terminó por quedarse dormida también. Estuvimos durmiendo un rato hasta que nos despertó él hambre. Nos preparamos algo rápido y nos pusimos a prepararnos para esta noche. Yo había elegido un traje, con una camiseta básica debajo y unas zapatillas. Olga tenía preparado un vestidazo que le quedaba de infarto.
Habíamos llegado al restaurante a las 9. La gente empezó a llegar poco a poco. Tenía a todas mis compañeras del equipo, con sus respectivas parejas. Las amigas de Olga, que ya consideraba como mis amigas, con sus parejas también. Había venido Virginia con Ainhoa, Ona, Lucía, Nerea, Amaiur... Había venido mucha gente. La cena fue pasando entre sorpresa y sorpresa. Estaba recibiendo muchos regalos que me encantaban, esta gente me conocía muy bien.
Llegó el momento de la tarta. Empezaron a cantarme el cumpleaños feliz, como era de esperar, me estaba muriendo de la vergüenza. Seguramente ya estaría roja como un tomate. Al terminar de cantarme, se oyó una voz que gritó : "pide un deseo". Podía reconocer esa voz en cualquier lugar del mundo. Y mirando hacia Olga, que fue la que gritó eso, soplé las velas no sin antes haber pedido mi deseo.
Me eché fotos con todos. Empezó la fiesta, las copas, los bailes y las risas. Estábamos muy a gusto todos.
- ¿Te lo estás pasando bien cariño?. Me preguntó Olga. - Estoy disfrutando como una niña pequeña. Le dije dándole un beso. - ¿Has pedido tu deseo?. me dijo. - Claro que si, había un pepito grillo que se encargó de que no se me olvidara. Le dije dándole un beso en la nariz. - ¿No me vas a contar de qué se trata? - Si te lo cuento, no se cumple mi deseo cariño. Y tengo muchas ganas de que se cumpla.
Terminé la conversación dándole un beso. Seguimos con la fiesta por unas cuantas horas más. Lo estábamos pasando genial, a todas se nos veía disfrutar mucho.
Terminar el día de tu cumpleaños rodeada de la gente que quieres y que te quiere es un verdadero deseo. Pero yo había pedido uno que esperaba se cumpliese realmente. Había pedido pasar toda la vida con Olga.
