Estaba en la cama cuando recibí una videollamada de Olga.
-¡Hola mi guapa! - Me dijo Olga.
- Hola cariño, ¿qué tal ha ido todo? - Le pregunté.
- Muy bien, estuve terminando una cosa del trabajo y luego nos hemos ido de compras Gala, Violeta y yo. ¿Qué tal el entreno?
- Bien, hoy doble sesión. Alguien necesita un pequeño masaje 🙄
- Jajaja me lo apunto!
- ¿Ya estás en el hotel? - le pregunté.
- Al final no duermo en el hotel, me ha dicho Violeta que me quede en su casa, Fabio se va y se quedaban solas las dos.
- Pues ¿genial entonces no? La peque está guapísima, y a ti se te cae la babita. - le dije.
- Si lo está, por cierto, le he hablado a Violeta de ti. Quiere conocerte
- Claro, sería genial. Podríamos quedar con ella cuando tenga un finde libre. Viajamos a Madrid si le parece bien. - Le dije.
- ¡Hola Alexia! Soy Violeta, un placer. A Gala y a mi nos parece muy buen plan el que vengáis un finde por aquí, tenemos que conocer a la chica que le está robando el corazón a tita Olga.En esos momentos yo tendría que ser un tomate. No puedo evitarlo, soy muy vergonzosa lo sé. 😅
Seguimos hablando las tres un poco más, hasta que Violeta volvió a dejarnos un poco de intimidad.-Me va a costar trabajo dormir hoy sin ti cerca.- le dije a Olga.
- ¿Está blandita mi guapa? - mr preguntó.
- Bueno, un poco. Son muchos días sin verte jo
- Lo sé, me pasa igual a mi. Pero el jueves espero que me dediques un par de goles, voy a estar viendo el partido.
- Dalo por hecho, ¿alguna dedicatoria especial?
- Sorpréndeme.Estuvimos hablando un ratito más hasta que nos despedimos. Ambas hoy habíamos madrugado y estábamos agotadas.
El martes fue un día ajetreado para mi, entre el entrenamiento, viajes y demás apenas tuve tiempo para hablar con Olga. Llegamos tarde al hotel y le escribí para ver si podía llamarla, pero estaba dormida.
Miércoles. Volvemos a la rutina, entrenamiento de doble sesión, fotito grupal de champions, y el resto del día descanso. Mañana tenemos el partido y debíamos estar bien.
Las videollamadas con Olga se habían convertido en una costumbre. También hablaba con Violeta, quien de vez en cuando se apoderaba del móvil de Olga.
Así el tiempo y la distancia se hacía más ameno.El jueves llegó, por la mañana hicimos un entreno flojito, para no tener imprevistos.
Llamé a Olga a la hora de la comida, ya que luego me iba a ser más difícil coger el móvil.
Me dijo que tanto ella como Violeta se iban a quedar en casa para ver el partido, que iban a estar atentas para ver cómo la sorprendía a la hora de dedicarle un gol. Menuda presión.
- Bueno guapa, tengo que colgar. Voy a empezar a preparar las cosas para el partido.
- Vale cariño. Ya sabes, a por todas. Te estaremos animando desde casa.
- Espero no defraudaros. - Le dije con algo de temor.
- Anda, no lo harías ni en mil vidas. Hablamos luego ¿vale? Llámame cuando termines, estaré pendiente del móvil.
- Vale guapa, en cuanto pueda te llamo.
- Mucha suerte cariño, ¡a por todas vida!
Me dijo con la sonrisa más bonita que había visto en mi vida.
Las palabras salieron solas de mi boca. Como si mi cerebro no tuviese otra opción que decir esto.
- Gracias mi guapa, ¡te quiero!Y cuando fui consciente de lo que había dicho, colgué. No le di tiempo a que me contestara.
Luego tendría que lidiar con eso, pero ahora era momento de pensar en el partido.
Saldré a por todas, y muy feliz.

ESTÁS LEYENDO
1790km.
RomantikMi vida se basaba en fútbol, fútbol, fútbol y más fútbol, hasta que una lesión me hizo parar y darme cuenta que había otras cosas.