Hogar

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La comida en casa de mi madre fue genial. A Olga se le fueron pronto los nervios y enseguida entabló buena conversación con mi hermana quien no paraba de preguntarle cosas sobre su trabajo.
Mi mamá, aprovechaba para mirarme y sonreírme. Y eso me producía muchísima tranquilidad, es como que me estaba dando el ok de Olga. Algo súper importante para mi que la familia quisiese a Olga.
Recogimos la mesa todas, a excepción de Olga, a quien le costó una regañina por parte de mi madre por no quedarse sentada.
Al terminar, nos sentamos en el salón. Mi madre y mi hermana se sentaron en un sillón cada una. Olga y yo nos sentamos en un sofá pequeño que había también.
Como cada vez que ocurría, cuando Olga y yo nos sentábamos juntas me era imposible no hacer contacto con ella. Mi mano viajó sola hasta su muslo y la miré como pidiéndole permiso. Su sonrisa volvió a salir, y posó su mano sobre la mía.
Estuvimos hablando de todo. Hasta que llegó el momento del café y mamá decidió que era buena idea sacar el álbum de fotos.

- Olga cariño, siéntate aquí a mi lado que veas bien la carita de pillina que tenía mi Alexia de pequeña.- Le dijo mi madre a Olga.
- Ui si,si. ¡Contadme historias de Alexia de pequeña, que ella apenas me cuenta nada!-Dijo Olga mirándome y sacándome la lengua.
- ¡Miedo me dais las dos juntas!- Dije yo.

Mientras ellas veían las fotos, yo hablaba con mi hermana.
- Tata, me encanta Olga para ti.- Me dijo mi hermana.
- ¿De verdad tata? ¿Crees que la merezco?- Le pregunté yo.
- ¡Por supuesto que si! Cuando estabas hablando tú, te mira con una cara de admiración y cariño que es increíble. Igual que la miras tú a ella. Sois las dos unas pavas encoñadas tata.- Me dijo mi hermana riéndose.
- Estoy enamorada de ella tata. Creo que es la mujer perfecta para mi, me hace mucho bien tenerla cerca. Le he pedido que sea mi novia, de forma formal, me dijo que si.
- ¿Soy la primera persona en enterarme de esto?- Preguntó mi hermana.
- Si, eres la primera persona en enterarte. Y todo fue a raíz de que mamá me dijese que la invitara a comer con nosotras. Tendrías que haberla visto antes de entrar a casa, estaba hecha un flan.- Le dije con cara de boba.
- ¡Tata bájale la intensidad que estás babeando demasiado ya! - Me dijo mi hermana burlándose de mi.
- ¡Que tonta eres de verdad! - le dije yo.
- Ahora en serio tata, me alegro muchísimo de que hayas encontrado a Olga.
Y tras decirme eso, nos dimos un abrazo enorme.

Cuando pasó un rato, decidimos que ya era hora de irnos. Yo estaba agotada después del partido de hoy, y Olga estaba cansada después de la salida de ayer con sus amigas.
Nos fuimos a casa de Olga, ella se puso ropa cómoda y mientras yo me quedé en el sofá.
Estaba a puntito de quedarme durmiendo cuando sentí un peso sobre mi.

- Me descuido un momento y te duermes ¿eh?- me dijo Olga.
- Este sofá atrapa mucho, además tiene tu olor. Me gusta. - le dije yo mientras le acariciaba la espalda.
- ¡Anda zalamera!- Me dijo Olga.
- Oye, ¿qué tal lo has pasado en la comida? ¿Te has sentido cómoda? - Le pregunté.
- ¡Si! Menuda familia tienes cariño, son súper simpáticas y súper cariñosas. No sé de dónde has salido tú cariño.- Me dijo riéndose.
- Ja ja ja. Que graciosas estamos ahora ¿no? Esta mañana no estabas tan graciosa ¿te lo recuerdo? - Le dije.
- Doña piques está aquí. - me dijo Olga girando los ojos.
- Doña piques te quiere muchísimo, y le ha encantado que hayas compartido tiempo con su familia. Gracias por haber venido hoy.
- Mi suegra me ha invitado a ir a su casa cada vez que quiera. Le da igual que no vayas tú. me dijo Olga orgullosa.
- Mi madre te tiene adoptada ya. Y mi hermana también.
Y tras esto nos besamos. Seguíamos en la misma postura. Yo tumbada en el sofá y ella encima de mi.
Así nos quedamos dormidas.

Sonó el teléfono de Olga, me desperté yo porque ella es una marmota, y al coger el móvil vi en la pantalla Mamá ❤️.
- Cariño despierta, es tu madre.- Le dije.
- Pásame el móvil porfa.- me dijo aun durmiendo.

Le pasé el móvil y cogió la llamada. Estuvieron hablando un rato. Yo no quería meterme en la conversación así que decidí coger mi móvil y contestar algunos mensajes que tenía.

- Cariño, he estado hablando con mi madre. Estuvo esta mañana aquí y como no estaba se pensaba que estaba con Claudia. Le he dicho dónde estaba. Quiere conocerte.- Me dijo preocupada Olga.
- ¿No avisaste a tu madre que no estarías aquí? Normal que estuviese preocupada la mujer. Y vale si, es lógico que quiera conocerme también. Me parece bien, estoy nerviosa, pero me parece bien.- Le dije yo hablando muy deprisa.
- Ey cálmate. Le he dicho que hablaría contigo para ver qué día nos venía bien a las dos, y ya cuando sepamos la llamaría para decirle.
- Por mi está bien Olga, me gustaría conocerla también. Bueno, y a tu padre. Me gustaría conocer a ambos.- Le dije.
- Vale, pues voy a escribirle y le voy a decir que te conocerá, pero ya quedo yo con ella con el día y demás. - Me dijo Olga tranquilizándome.

Seguimos otro rato más en el sofá, hasta que decidimos ducharnos y prepararnos algo de cena.
Hoy pasaría la noche en casa de Olga.

1790km. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora