Como era normal en mi, desperté temprano. Recordé que no habíamos colocado los regalos de mis primos debajo del árbol.
Salté de la cama y me fui directa a prepararlo todo. Coloqué los regalos de mis suegros, de Claudia, los de mi hermana y mi madre, y finalmente puse el de ellos.
Todos estaban envueltos y tenían una tarjeta con su nombre.
Y en medio de todos, había una cajita. Había decidido meterle una foto nuestra además del llavero con las llaves del piso.
Me quedé mirándolo, realmente estaba nerviosa. Iba a dar un gran paso con Olga.Antes de irme para la habitación, miré a ver qué tal estaban mis primos. Seguían dormidos y parecía que tardarían en despertar aún.
- ¿Dónde has ido amor?- Me dijo Olga.
- Me acordé que no habíamos colocado los regalos, y no sabía cuándo iban a despertar mis primos y bueno... he estado poniéndolos debajo del árbol.- Le dije yo mientras me abrazaba a ella.
- Aun queda por pone el mío para ti entonces.- me dijo.
- No es necesario cariño. Contigo me sobra todo.- Le dije.Y así, abrazadas volvimos a dormirnos.
Cuando pasaron dos horas, sentí unos pasitos que se colaban en la habitación y paraban justamente a mi lado.- Prima, soy Lucas. ¿Puedes ayudarme por favor?- Me dijo con voz quebrada.
- ¿Qué ha pasado peque?.- Le pregunté a mi primo a la vez que me levantaba de la cama.
- Es que he hecho pipí y me he mojado un poquito el pantalón.- Me dijo ahora si llorando.
- Ey pequeño, tranquilo. Ven vamos, vamos a coger ropa limpia y te doy una ducha ¿vale? El pantalón lo echamos a lavar y nadie se dará cuenta. Será nuestro secreto.- Le dije mientras lo llevaba tomado para el baño.Como le dije a Lucas, ambos nos dimos una ducha. Nos pusimos ropa limpia y se me ocurrió una idea.
- ¿Te apetece que vayamos a por el desayuno para las chicas?- Le pregunté a Lucas.
- ¡Si prima! ¿Podemos comprar churros con chocolate?- Me preguntó con un puchero.
- ¡Venga, coge el abrigo que nos vamos!- Le dije.La verdad que me encantaba la relación que tengo con mi primo. Somos muy iguales y es verdad que teníamos muchas cosas en común, supongo que por eso nos entendíamos tan bien.
Cogimos a Nala y fuimos dando un paseo para comprar el desayuno. Lucas iba súper contento pues le había dejado que cogiese él la correa de Nala.Abrimos la puerta del piso con cuidado, entramos y vimos que todo estaba en silencio.
Mientras yo preparaba las cosas para poner el desayuno, Lucas era el encargado de despertar a su hermana y luego a Olga.- Prima, que mi hermana no está en la habitación.- Me dijo preocupado.
- Seguro que está con Olga en mi cama peque, asómate con cuidado a ver si está allí.- Le dije.Como era de esperar, ambas estaban metidas en la cama durmiendo.
Entramos a la habitación con el propósito de despertar a ambas chicas.
Olga tenía abrazada a Lucía, y a mi se me iba a caer la baba en cualquier momento. Menuda imagen bonita.- Lucas, ¿te encargas de despertar a Olga tú?.- Le pregunté
- Mm... vale prima. Yo despierto a Olga y tú despiertas a mi hermana.- Me dijo al principio algo dudoso.Lo que pasó después me dejó sorprendida. Lucas se subió a la cama con cuidado y se colocó al lado de Olga. Empezó llamándola muy dulcemente, y dándole toquesitos en el hombro. Cuando notó que Olga estaba despertando, se lanzó a ella y le dio varios besos en la mejilla.
- Vaya, que buenos días más buenos he tenido hoy.- Dino Olga que ahora abrazaba a Lucas.
- ¡Buenos días Olga! Eres muy guapa.- Le dijo Lucas con vergüenza.Yo observaba la situación con Lucía colgando a mis espaldas preparadas para ir a por el desayuno.
Una vez estábamos en la mesa para el desayuno, Olga y yo nos saludamos. Que hasta ahora no habíamos podido.
Nos dimos un piquito largo. Mis primos empezaron a reír, yo los miré con una ceja levantada y me reí también.
Cuando terminamos de desayunar, les dijimos a mis primos que los reyes habían pasado por allí y que habían dejado algunas cosas para ellos.
Se pusieron locos de contentos.
Mientras Lucas y yo recogíamos las cosas del desayuno, Olga y Lucía se fueron para cambiarse el pijama.Abrieron sus regalos, y le gustaron muchísimo. Nos echamos varías fotos juntos, que las pasamos por el grupo de la familia.
Nos llamó mi tita, que venían de camino a casa para recoger a Lucas y Lucía.
Cuando se iban, Lucía fue la primera en despedirse de nosotras, pues a pesar de que lo había pasado muy bien, echaba mucho de menos a sus padres.
Lucas se despidió primero de mi. Me prometió que me llamaría para jugar juntos y volver a salir a pasear a Nala.
Llegó el momento de despedirse de Olga. Se fue en su busca y la abrazó. Sé que le dijo algo al oído, porque a Olga se le saltaron las lágrimas y le salió una sonrisa enorme. Se volvieron a dar un abrazo enorme y un beso.Nos despedimos de mi tita, quien nos había invitado a pasar una tarde con ellos en casa para la merienda.
- Bueno, ahora sí que es el momento de que abras tu regalo ¿no?.- Le pregunté a Olga, pues antes me había dicho que era el momento de los peques.
- Ay si, ahora ya si. No sé cómo me he aguantado tanto sin abrirlo.- Me dijo con el regalo en la mano.Y con el regalo ya abierto, con la foto en una mano y las llaves en la otra, me miró sorprendida. Sabía que ahora era mi momento.
- Bueno, en realidad este es un pequeño regalo, te tengo preparado otro, para hacerte una pregunta. Por favor, déjame terminar que sino sabes que no termino 😅. Llegar a la casa y encontrarte ahí en el sofá, o en la cocina. O simplemente jugando con Nala. O encontrarme bolsos tirados por todos lados. Verte con mi ropa puesta, o verte solo con mis camisetas. Ir a la cama y tenerte ahí al lado. Pero lo que más me gusta de todo esto, es despertar y ver que sigues ahí, conmigo. A mi lado. Me haces bien. Duermo mejor contigo, me calmas, me das paz. Contigo todo es mejor. Y bueno, estas llaves no son nada que no tengas ya, pero ahora quería hacerlo de la forma adecuada. Olga, ¿quieres que vivamos juntas, para siempre?.- Le solté todo esto, y me había quitado un peso de encima. Los nervios habían desaparecido, ahora sólo quedaba su respuesta.
- ¡Pero amor! Pero no puedes decirme todo esto y quedarte así tan tranquila. Por supuesto que quiero vivir contigo cariño. Nada me haría más feliz en la vida.- Me dijo llorando.Y como dos tontas enamoradas, nos besamos. Nos besamos y nos reíamos a la vez. Menuda mañana de reyes estábamos pasando.
Una cosa llevó a la otra y terminamos haciendo el amor. Nos amamos con todas nuestras ganas.Contigo siempre va a ser un si a todo. 🏠❤️
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1790km.
RomanceMi vida se basaba en fútbol, fútbol, fútbol y más fútbol, hasta que una lesión me hizo parar y darme cuenta que había otras cosas.