Como era habitual en mi, desperté temprano. Mi cuerpo estaba acostumbrado a despertar pronto para salir a correr.
El despertar de hoy fue diferente al de todos los días. Sentía un peso en el lado derecho de mi cuerpo y al ser consciente de lo que era me salió una sonrisa.
Abrí los ojos y ahí estaba ella, enganchada a mi como un koala.
Qué guapa es, pienso para mi.
Me levanto, con trabajo porque no quería separarme de ella, pero tenía que salir a correr.He salido a correr, vuelvo pronto.
Si despiertas y no he vuelto, siéntete como en tú casa.
P.d.: Por favor, no te vayas.Volví a casa pasada una hora. Tenía miedo de abrir la puerta y que no estuviera en casa.
Abrí con todo el cuidado del mundo, si estaba durmiendo no quería despertarla.
Entré a la habitación y seguí metida en la cama. Tal y como la dejé. Se la veía súper tranquila.
Con cuidado, cogí la ropa para darme una ducha, pero antes de entrar al baño decidí parar delante de ella y echarle una foto. Creo que tengo nuevo fondo de pantalla.
Le di un beso en la mejilla y me metí en el baño.
Cuando me duché, me puse un pantalón corto y un top deportivo, es lo que suelo ponerme cuando estoy en casa.- ¡Vaya! Si la bella durmiendo ha decidido despertarse. Dije riéndome.
- Si al despertar voy a tener siempre estas vistas, no me importa que me llames bella durmiente. Dijo dándome un repaso.
- Oye, córtate un poco no? Jajaja
- Podría, pero es que si te vieras tal y como te estoy viendo pensarías igual que yo.Le di un golpe en el hombro en plan broma, y ella comenzó a reír.
- ¿No me vas a dar los buenos días ni nada? Me preguntó Olga.
- Buenos días doña dormilona.
- ¿Pero qué clase de buenos días más sosos son esos? No sé, podrías darme un abrazo, una guapa o un beso. Si, un beso estaría bastante bien.
Me hizo reír, y con las mismas me acerqué a ella y le di un beso, pero en la mejilla, quería ver su reacción.
- Parece ser que hoy alguien se ha despertado sosaina... Contenta pero no mucho.
- A ver, ¿como desea la señorita que le dé los buenos días? ¿Le parece bien así? Me acerqué a ella y le di un beso tímido en los labios.
O ¿te parece mejor así? Me senté en la cama quedando justo delante de ella, me agaché y la besé con todas mis ganas. Al terminar el beso, me acerqué a su oído y le dije bajito: Buenos días guapísima.
Y me levanté de la cama quedándose ella con cara de boba.
- Definitivamente, prefiero este último. No tengo dudas. Jajaja
- Anda, levántate que mientras voy preparando el desayuno. ¡Siéntete como en tu casa!Desayunamos tranquilamente, charlando de unas cosas y otras. Ambas sabíamos que teníamos una conversación pendiente, pero daba la sensación que ninguna quería sacar el tema a relucir por las represarías que pudiese tener.
Por mi parte estaba claro que quería esto siempre. Desde ayer que entró en casa estoy súper bien con ella. Me siento a gusto, me siento bien.
Ojalá poder estar así siempre con ella.

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1790km.
RomanceMi vida se basaba en fútbol, fútbol, fútbol y más fútbol, hasta que una lesión me hizo parar y darme cuenta que había otras cosas.