1790km.

Mi cuñi.

El finde había llegado. Esta vez el partido era el domingo y jugábamos en casa.
El viernes Olga durmió en casa, ya que el sábado iba a salir con sus amigas. Intentó convencerme para que fuese a cenar, pero el día antes del partido tengo que estar concentrada.

- Cariño, estoy en casa de Claudia ya. - Me dijo por teléfono, estábamos en una llamada.
- Vale guapa, pasadlo muy bien. Dale saludos a Claudia de mi parte. - Le dije a Olga.
- ¡Menuda pelota eres! Jajaja. Se los daré, tranquila.
- ¡Anda! ¿Al final cenáis fuera?
- Que va, no podíamos todas, así que cenamos Claudia y yo en su casa y luego salimos de aquí juntas. Me he traído la ropa y demás para prepararme aquí.
- Genial entonces, así vais las dos juntas.
- Si, nos cuidamos ambas. - Me dijo Olga riéndose. -¿Tú qué tal? ¿Todo preparado ya?
- Si, lo tengo todo ya preparado. Ahora iba a hacerme la cena y pronto me voy para la cama. Mañana tengo que estar pronto en el campo.
- ¡Ella, organizada! Mañana me voy para el campo con Claudia, y luego me vuelvo contigo para ir a comer con tu madre y tu hermana. ¿Te parece bien amor? - Me preguntó Olga.
- Me parece genial cariño. - Le dije sonriendo.

Estuvimos hablando un poco más, hasta que ambas nos fuimos para cenar. Nos despedimos cariñosamente.

Yo me preparé la cena, vi un poco la tele pero me fui pronto para la habitación. Tenía que estar descansada para mañana.

Me sonó la alarma. Me duché, me preparé el desayuno y me vestí.
Cogí a Nala y la llevé a casa de mi madre. Y acto seguido puse rumbo al campo para el partido.

Miré para la grada y ahí estaba Olga. Me encanta mirar y encontrármela allí.
En sus labios pude leer un "t'estimo". Sonreí con ganas, y le dije que "yo más".

El partido comenzó, el equipo tenía la mayoría de la posesión.
Una falta cerca del área. Ahí estábamos Mapi y yo para tirarlas. Le pedí a Mapi que me la dejara, que tenía un presentimiento.
Sin dudarlo, ella me dijo que era mia, y que la quería dentro de la red.
Le sonreí. Es mi mejor amiga dentro y fuera del campo. La quiero como una hermana más.

Como Mapi esperaba, tiré la falta y acabó dentro del área.
Celebré con mis compañeras, la primera en abrazarme fue Mapi y le siguieron todas las demás. Miré para la grada y ahí estaba Olga celebrando como una loca. Le dediqué el gol colocándome los dedos en la cara como si llevase gafas. Me lanzó un beso.

El partido terminó con un contundente 6-1.
Fui para la grada para hablar con Olga y Claudia.

- Oye cuñi, a ver si me dedicas a mi un día un gol, que siempre vengo y ni un saludo si quiera.- Me dijo Claudia, la cual había decidido llamarme cuñi pues Olga no tenía hermanos y ella era lo más parecido a uno.
- Jajajaj el próximo partido los goles serán todos tuyos. Prometido cuñi.- Le dije guiñándole el ojo.
- ¡Aaaah, Alexia Putellas me ha guiñado un ojo y me ha llamado cuñi! - Gritó haciéndome reír.
- Hola preciosa.- Le dije a Olga.
- ¡Mi goleadora favorita!- Me dijo.
- Espero que hayáis disfrutado. Tengo que irme para el vestuario. Ahora te mando a alguien con las llaves de mi coche, por si Claudia se quiere ir te quedas en el coche ¿vale?.
- Vale guapa. Nos esperamos aquí de mientras.

Y sin más me fui para el vestuario para darme una ducha y vestirme.
Hoy íbamos a comer en casa de mi madre, y aunque sé que no debería estar nerviosa, me aterraba un poco la situación. No sé qué tenían planeado mi madre y mi hermana, y eso me tenía de los nervios.
En cambio Olga parecía estar súper tranquila.