1790km.

Balón de oro

Los días fueron pasando, volvimos a los entrenos. A nuestra pretemporada.
Yo tenía unas ganas inmensas, me había propuesto ser mejor que la temporada pasada y quería cumplir mis objetivos.

Llegaron las nominaciones a títulos. Justo terminamos un entrenamiento y Jona nos dijo que nos parásemos, que tenían algo que decirnos.
- Chicas, ¡tenemos la lista de las nominadas para el balón de oro!
Todas nos pusimos a gritar y aplaudir como locas. Era una pasada que mis compañeras pudiesen optar a ese título, se lo merecían.
- ¡Escuchad!, voy a decir los nombres. Las nominadas son: nuestra gran portera, Sandra Paños. Nuestro fichaje estrella, Irene Paredes. Nuestra pichichi, Jenni Hermoso. Nuestra barbie girl, Lieke Martens. Y... ¡Alexia Putellas!.
Todas las chicas nos daban la enhorabuena, incluso Mapi ya empezaba a bromear pensando a ver qué mote me pondrían cuando me haga con ese premio.

Al final Mapi se salió con la suya, gané el balón de oro. Me habían apodado "La reina" yo no estaba muy de acuerdo, pero no había manera de hacerlas entrar en razón.
Me felicitó muchísima gente, compañeras, artistas, famosos... ¡Incluso la mismísima Rosalía!.
Eché en falta la felicitación de una persona, de mi persona especial. Mi compañera y mi mejor amiga, o eso pensaba yo.
A Jenni no le sentó muy bien que yo ganase y ella quedase en segundo puesto. Las cosas con ella cada vez iban peor, habíamos pasado de tener una relación perfecta a discutir todos los días. Siempre buscaba algo para echarme en cara o para empezar una discusión, y hoy, como otra de tantas, no me apetecía empezar una discusión así que cuando empezó a gritar cogí mis cosas y me fui a mi refugio.
- Hola Mapi, ¿puedo pasar?- pregunté cuando mi amiga abrió la puerta.
- Amiga, no tienes que preguntar, sabes que mi casa es tuya cuando quieras. ¿Qué ha pasado? ¿Otra vez Jenni?
Obviamente, ella estaba al día de todo. Sabía cómo estaba la situación, y cada vez se veía peor.
- Si... Y ya no sé qué más hacer. He intentado todo, he puesto todo de mi parte y lo único que recibo son reproches, gritos y malas caras. ¿Puedo pasar la noche hoy aquí? Por favor.
- Creo que tienes que darle a esto una solución Alex, no puedes seguir así.
Anda, ayúdame que vamos a preparar la cama de invitados.