Mi chica.

1.6K 68 3
                                    

La semana estaba pasando bastante rápido. Yo tenía entreno por la mañana y por la tarde, y cuando tenía algún hueco me machacaba en el gimnasio.
Cuando ambas podíamos quedábamos, Olga estaba hasta arriba de trabajo y de viajes. Me alegraba muchísimo por ella.
Las cosas entre nosotras cada vez iban mejor.
En una de las visitas que hice a mi hermana y mi madre, les dije que me estaba ilusionando de nuevo con alguien. Alba, mi hermana que algo sabía ya, me dijo que me notaba la carita de felicidad que llevaba últimamente.
Mamá se quedó callada, por un momento tuve miedo, pero se vino hacia mi y me dio un abrazo susurrándome al oido que me quería y que le gustaba verme feliz de nuevo.
Seguimos hablando, y cuando me iba a ir para casa, mamá me dijo:
- Oye cariño, ya que sabemos que hay alguien que te tiene así de feliz, ¿por qué no le dices que se venga este domingo a comer con nosotras? Me muero de ganas por conocer a la chica que tiene así a mi niña.
- Eso tata, dile a Olga que se venga. Yo también tengo ganas de conocerla.
- Mm.. bueno vale, se lo diré a ver qué tal le parece. Esta semana nos hemos visto poco por el trabajo y tal, pero de todos modos se lo diré.
- Si cariño, dile a Olga que la esperamos con los brazos abiertos. Por cierto, enséñame una fotito o algo de ella ¿no? Me dijo mi madre.

Y con una sonrisa de oreja a oreja, cogí el móvil y le enseñé todas las fotos que tenía con ella y las que le había echado cuando no se había dado cuenta. Eran más de las que pensaba.

Me fui para casa, saqué a Nala a pasear y justo recibí una llamada de Olga.
- ¡Guapa! ¿Qué tal el día? - le pregunté.
- ¡Hola cariño! El día pf.. regular tirando para mal. No le veo fin a este día ni a las cosas que tengo que dejar preparadas. Te llamaba por qué necesitaba calmarme un poco.
- Bueno peque, tú poquito a poco eh? Te vas a poner mala o algo. ¿Yo te calmo? Le pregunté.
- Si, me calmas con solo oírte hablar. Me transmites paz.

Nada más sentir eso,  se me ocurrió una idea. Una idea que espero no le molestase a Olga.
Compré algunas cosas para preparar una cena, algunas chuches y me fui directa para su casa.
Había decidido darle una sorpresa a Olga.

Toqué al timbre y ahí estaba ella, con su chandal, moño y gafas. Me encantaba verla así, era tan natural.

- ¡Pero cariño! ¿Qué haces aquí? Me preguntó Olga.
- Pues es que justo me pillaste fuera con Nala, y se nos había ocurrido darte una pequeña sorpresita. Venimos a prepararte la cena y asegurarnos que vas a comer.
- Quiero muchas más sorpresas así. Nala y tú sois más que bienvenidas a casa. Me dijo dándome un beso.

Y como le había dicho a Olga, me puse a preparar algo de cena con lo que había comprado mientras ella terminaba algunas cosas y se daba una ducha.
Nos sentamos a cenar, Olga no paraba de darme las gracias porque necesitaba que estuviese con ella. En verdad, la noté muy agobiada. Creo que no fue mala idea del todo presentarme en su casa.

Cuando terminamos, le dije que me iría, que era tarde y que la dejaría descansar.

- Ni lo sueñes, tú hoy te quedas aquí conmigo en mi camita. Necesito descansar bien.
- No quiero molestarte guapa. De verdad, si yo había venido por intentar animarte un poco, y me doy por satisfecha.
- por favor, ¡quédate! Te lo estoy pidiendo yo, necesito dormir contigo. A Nala le parece buena idea quedarse aquí. - Me dijo Olga mientras sostenía en brazos a Nala.
- Está bien, me quedo contigo. Necesito algo de pijama, no he traído nada.
- Ya nos ocuparemos de eso luego.

Y nos besamos. Nos besamos muchas veces.
Nos pusimos a ver una serie. Como ya era costumbre, yo me sentaba y Olga se ponía entre mis piernas apoyada en mi pecho. Esta vez teníamos nueva compañera, Nala se sentó en las piernas de Olga.
Me encantaba esta imagen.

- Por cierto cariño, hoy he estado en casa de mi madre y les he contado que estaba conociendo a alguien. Quieren que te vengas el domingo a comer con nosotras. No estás obligada a venir, lo entendería perfectamente.
- ¿Así que les has hablado de mi? Me han invitado a comer y por supuesto tengo que ir.
Me muero por conocerlas y que me cuenten cosas de Alexia cuando estaba pequeña.
- Bueno, es que les dije que te estaba conociendo, mamá se ha emocionado un poco, y yo me he puesto loca enseñándoles fotos de mi chica.
- ¿Tú chica eh? ¿Qué manera más sutil de pedirme que sea tu novia no?
- Yo... lo siento, me ha salido así 😅
- Me encantas Alexia, y me muero de ganas de ir a comer con mi chica y su familia.

Y esta vez los besos se subieron de tono, esta vez, las caricias no eran para nada sin intenciones. Esta vez, nos teníamos ganas.
Hicimos el amor. Primero en el sofá, y luego decidimos seguir en la cama.
Me encanta Olga.
Y si, Olga era mi chica. Y estaba tremendamente orgullosa de ello.

1790km. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora