2 (Ni)

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— Mi viejo amigo te recibirá en su hogar. — Denji aviso mientras organizaba los papeles que Akasha llevaría para el viaje. — Los ayudarás en la cacería de demonios hasta que atrapen al creador de bestias. Por favor, mantenme informado.

— Si el cuervo flojo quiere hacerlo, lo haré. — Comento burlona haciendo que el animal que descansaba en su hombro soltara un graznido como disgusto.

Akasha cerro su bolso, lista para partir volteo a ver a su maestro y sonrió levemente.

— Espero volver a vernos Maestro. — Hizo una reverencia firme demostrando su respeto y admiración hacia él, después de todo él la había protegido durante sus años de trabajo

— Lo haremos. — Abriendo sus brazos la atrajo en un abrazo efusivo, Akasha cerro sus ojos con fuerza. — Mantente en contacto.

— Lo haré. — Asintió separándose y tomando sus cosas. Denji tomo un papel que enrollo con cuidado y lo amarró a la pata del cuervo de Akasha.

— Llévalo con kagaya Ubuyashiki, así el mandara a sus cazadores para que te guíen.

— gracias. — Volvió a hacer reverencia y dio media vuelta para caminar hasta la estación de tren, cuando estuvo a punto de doblar en una esquina, volteo para agitar su mano hacia su maestro y a un malhumorado Koi de flequillo irregular, que simplemente asintió como saludo.

Ella suspiro y subió al tren con la caja que tenía su katana dentro, entrego su boleto y se sentó en los asientos más cercanos a la puerta. Apretó sus labios y espero pacientemente a que el tren avanzará.

El camino fue bastante tedioso, Akasha se mantuvo tensa todo el tiempo, con los ojos bien abiertos, alerta a un ataque que nunca llegó.

*

— Vamos Akasha, no pasará nada. ¡El tren es el más seguro de todos! — Su hermano Tsumugi grito mientras la arrastraba a uno de los asientos. Okko reía burlón sosteniendo a su prometida Kira de las manos.

— Oh, déjala en paz. — Kira se soltó de Okko y se sentó a su lado tomando su mano. La observo con amabilidad en sus ojos rosas y sonrió. — Podemos sentarnos en los asientos de la puerta, así serás la primera en salir.

— ¿no van a abrirse las puertas ni saldré volando? — Pregunto temerosa, tsumugi y Okko rieron a carcajadas por su comentario haciéndola sentir avergonzada, hasta que Kira les dio una mirada asesina que los mando a callar.

— No sucederá eso, el tren es muy seguro. Es creado para los humanos.

Akasha suspiro queriendo calmar sus nervios y asintió, Kira sonrió alegremente y recargo su espalda en el asiento sin soltar su mano de la de Akasha que agradeció el gesto en silencio.

¡dijiste que te sentarías a mi lado! — Okko exclamó molesto, Kira rodó sus ojos.

— Eso era hasta que te burlaste de mi niña. — La mujer de cabellos dorados musitó con molestia. — Ve con tsumugi a pensar sobre lo malo que hicieron.

— Pero...

— Ahora. — Demandó ella firmemente, el muchacho suspiro y se llevó a tsumugi de la manga de su traje que se burlaba en silencio de la pareja.

— Pareces su mamá. — Akasha río entre dientes viendo a la mujer que sonrió.

— ¿Verdad que sí? — Bajo la vista divertida. — A veces no me queda otra opción, es todo un infantil. Pero a pesar de eso, lo amo mucho.

— ¿Amar duele? — Pregunto inocentemente Akasha. Los ojos de Kira se posaron en la mujercita a su lado.

—Al principio, sí. No lo voy a negar, pero después es como caminar entre nubes. — Sonrió y empujó su cuerpo suavemente con su hombro. — Pronto sabrás a lo que me refiero.

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