11 (Juu ichi)

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Cinco años atrás.

Aquellos pececillos de colores brillantes se removieron de prisa en el agua cristalina cuando los dedos de Akasha invadieron su hogar, ella dio un respingo cuando uno de ellos valientemente toco su uña con la cola, ella se disculpó en un susurro limpiando su mano en el haori y siguió en aquella incómoda posición a la orilla de aquella fuente.

— Akasha no tenemos todo el día. - se quejó su hermano a unos metros más adelante.

— Déjala está hablando con su familia. - hablo Okko burlón de la mano de Kira ganándose un golpe en la nuca de parte de su pareja.

— Cállate y discúlpate.

El hombre molesto y sobando la zona afectada se disculpó de mala gana haciendo reír a tsumugi. Akasha los alcanzo a pasos rápidos colocándose a unos pasos lejos de ellos, nunca se atrevía a ponerse enfrente, su hermano y okko solían molestarla pisando su haori o quejarse de que su cabello esponjado y suelto no los dejaba ver.

Observo en silencio como su hermano jugaba con okko, su mejor amigo, estaba sonriente más de lo que nunca estaría hablando con ella;Akasha nunca se quejó por eso, ella tomaba su lugar como hermana menor y como le habían dicho desde que había crecido, calladita se veía más bonita.

Akasha en ese entonces quería ser igual de bonita para ser amada como lo era kira, por eso, se mantenía callada esperando que la atención y el amor algún día, le tocara a ella también.

Akasha estuvo viviendo con ellos desde los seis años y por más que lo intento, nunca se sintió parte del equipo que su hermano, okko y kira formaban. Ella solo era la hermana menor de Tsumugi de la que no podían deshacerse por más que quisieran y la pequeña no podía alejarse, ya que ellos eran la única familia que la Akasha de once años, tenía en ese entonces.

A pesar de las molestias que recibía de los hombres, Kira siempre la protegía de sus burlas o golpes y como la mujer era respetada por ellos, Akasha comenzó a actuar y verse como ella esperando recibir el mismo trato, comenzó vistiéndose como kira o al menos lo intentaba y se amarraba el cabello para no molestar a los demás, a pesar de que su cabeza dolía bastante por ello.

A pesar de sus intentos, solo obtuvo el efecto contrario a lo que esperaba, cuando los hombres notaron esto, comenzaron a insistir en que debía parecerse más a Kira, en su forma de ser, diciéndole que todos la amarían si ella seguía así y Akasha ignorante de los pensamientos enfermos de los hombres, acepto.

Hasta que un día, a sus trece años descubrió que su hermano y Okko estaban en una misma relación con Kira. A Akasha le repugno la idea, por lo que comenzó a dejar de imitarla, mucho más al ver que okko comenzaba a acariciar su cabello recogido y a ver con deseo su cuerpo apenas desarrollado.

Akasha comenzó a cambiar su vestir, dejando de lado las prendas ajustadas e incomodas por otras más relajadas que en verdad le gustaban, dejo de obedecer en casi todo lo que le decían a pesar de ganarse unos cuantos golpes por parte de Okko, su hermano jamás la defendió.

Poco a poco, dejo de estar tan cerca de ellos, comenzó a conocerse así misma en silencio y a escondidas temiendo muy en el fondo que ellos la abandonaran, después de todo ella era una adolescente en ese entonces y no podía abandonar a su familia.

Cuando conocieron a Denji y a Koi, las cosas parecieron cambiar para el bien de Akasha, que poco a poco y con ayuda de su nuevo maestro, comenzó a alejarse de tsumugi y okko, aprendiendo a defenderse a sí misma y a pesar de tomarle casi tres años de práctica, aprendio a alzar la voz contra las injusticias que vivía.

Cuando se sintió lo suficientemente valiente y preparada para alejarse de aquel equipo que no le permitía ser ella misma. Salió de misión con ellos manteniéndose al margen, esperando el momento perfecto para decirles su decisión, sin embargo, el miedo la detuvo y se mantuvo callada todo el camino escuchando los halagos de los hombres a kira que solo sonreía tiernamente.

GOLDENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora