25 ( Ni juu go)

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— ¿No le dijiste? - Tanjiro pregunto mientras daba un mordisco a su desayuno, Akasha negó soltando un suspiro. Lanzo unos cuantos de arroz al estanque donde los peces comenzaron a amontonarse.

— No pude, me sentía tan feliz y lo vi sonreír. ¡Oh, Tanjiro! sonríe tan bonito. - exclamo soltando un suspiro soñador. El muchacho sonrio con ternura al verla actuar de esa manera. — No pude quitarle esa sonrisa del rostro. Ambos sabemos que hacerlo sonreír es como mover una roca.

— Creo que entenderá. Despues de todo, al irte conseguirás información de muzan.

Akasha le habia comentado a su amigo sobre su plan de crear de nuevo a los cazadores de loto, para poder conseguir más información y así atrapar finalmente a Muzan, pero no habia podido contárselo a Giyuu. No queria destrozar el ambiente tranquilo de su casa.

— Lose. - bajo la vista a sus manos y cerro sus ojos sintiendo el aire tocar su rostro. — Pero tengo miedo, ¿qué tal si algo les pasa a ustedes? ¿qué tal si muero? Ahora que conocí personas maravillosas, no quiero irme.

El jovencito le vio con tristeza, poso su mano sobre la de ella en forma de apoyo.

— Esto es solo mi opinión. - comento tranquilamente. — Pero ¿en verdad quieres irte?

Akasha le observo por unos segundos.

— Tengo que hacerlo, no puedo quedarme aquí. No tengo su entrenamiento. Mi forma de pelea es demasiado inestable a comparación de la de ustedes.

— ¿y no has pensado que eso es bueno? Entre más formas de pelea, tenemos más oportunidad de vencer a Muzan.- El muchacho de ojos rojos sonrio abiertamente con cierto entusiasmo.— ¡Podemos entrenar juntos!

— Tanjiro...

— No quiero que te vayas. - murmuro en voz baja, Akasha apretó sus labios y tomo su mano.

— Debo seguir el camino de Denji san.

— ¿Él hubiera querido que siguieras su camino?

Akasha entonces se quedó sin habla, recordó las palabras de su maestro y sintió un nudo en su garganta. En la carta que le había enviado, mencionaba cosas como verla crecer, tener una familia. Pero jamás había dicho algo de tomar su lugar, Oyakata sama dijo que Denji le había dejado sus tierras y la posibilidad de quedarse con el puesto. Solo si lo deseaba.

¿Ella deseaba seguir con los cazadores de loto? la mayoría había muerto o abandonado el equipo por miedo, incluso Tsumugi había renunciado a ser humano al ver que jamás podría contra los demonios. ¿Ella quería seguir? ¿o solo era la sensación de que le debía algo a Denji san?

¿En verdad tenía que seguir por su cuenta? ¿en verdad tenía que irse? Observo a Tanjiro degustar de lo último de su desayuno, a zenitsu corriendo tras inosuke. ¿Qué tal si ella se quedaba y luchaba junto a ellos?

Todo el día estuvo pensando en que haría después, su mente estaba distraída y se mantuvo callada todo el tiempo. Mientras salia del baño con su cabello escurriendo agua, se encontró con una sombra que la hizo sobresaltar.

— ¡Por los dioses! - exclamo llevándose una mano al pecho. — Giyuu dejo una bolsa en la mesa y cerró la puerta de la casa con cuidado. — A la próxima avisa. Vas a causarme un infarto.

— Siempre dices eso, y no pasa.

Akasha ofendida, le lanzo la toalla con la que secaba su cabello a la cara, el solto una risita tras atraparla y dejarla en una mesilla.

— Llegas más temprano de lo normal. - comento revisando la sopa que había preparado más temprano. Giyuu sintiendo cierta calidez en su pecho le observo por varios segundos, desde lo que sucedió la noche anterior, se había sentido más feliz de lo que le gustaría admitir. Ella no lo odiaba, al contrario, le gustaba y eso era mucho mejor. No había dejado de pensar en ella todo ese día y por ello había tenido el valor de poder elegir algo para ella y comprarlo.

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