Cuando Giyuu llego al pueblo a donde había ido Akasha, se entontró a los pueblerinos sollozando, Y abrazando a varias jovencitas que parecían estar somnolientas. Estas estaban atadas de la cintura contra un árbol que estaba rodeado de agujeros en la tierra.
— ¿Debemos soltarlas? - pregunto un señor.
— La joven cazadora no ha vuelto, esperemos a que ella nos diga.
— ¡Pero ya no están hipnotizadas, ella acabo con el demonio!
— ¿Pero entonces por que no ha vuelto? - un niño alzo la voz. La que parecía su madre lo tomo de los hombros abrazándolo con fuerza.
De inmediato el pilar se acercó a ellos con el corazón latiendo con temor.
— ¿Por dónde se fue aquella cazadora?
Con las indicaciones de los pueblerinos, Giyuu no tardo en correr hacia allá. Tenía los sentidos alerta, sin embargo, el temor de encontrarse con su cadáver era intenso.
Cruzo varios arbustos y se encontró con un árbol hecho trizas, se acercó para verlo mejor encontrándose un brillo que molesto sus ojos cuando el sol apareció. El brillo provenía de una katana que conocía muy bien.
Pensando lo peor, corrió hacia ese lugar, encontrándose el cuerpo de Akasha en pésimas condiciones, tenía su lindo ahori manchado de sangre espesa al igual que su camisa. Ella tenía sus ojos cerrados y una expresión de calma intensa en sus facciones.
Giyuu se dejó caer de rodillas y recargo su cabeza en su pecho, sintiendo los débiles latidos de su corazón. Apretó sus labios y conteniendo las lágrimas, la tomo en brazos con cuidado. Ella se quejó ante el dolor.
— Tranquila, todo estará bien.
Aquella voz sonó suave, tranquila y reconfortante. Akasha pensó que estaba muerta, hasta que un dolor infernal le hizo estremecerse, abrió sus ojos notando que se encontraba en movimiento y el causante, era un chico de ojos azules.
— ¿Giyuu? - susurro no pudiendo creer lo que sus ojos veían.
— No hables, ya casi llegamos.
— ¿Qué haces aquí?
— Te dije que no te dejaría luchar sola. - le dio una rápida mirada apresurando el paso al ver su piel tornarse pálida.
Akasha quiso quejarse, pero el dolor le trabo la lengua, un pesado e intenso sueño cubrió su cuerpo por completo, casi impidiéndole abrir sus ojos.
— ¿Por qué primero me hieres y luego me ayudas? - pregunto ella con un nudo en su garganta. Giyuu no supo que responder. — No te entiendo en lo absoluto.
— Lo siento.
Ella no respondió, cerro sus ojos queriendo calmar todo lo que sentía en esos momentos.
— Oye, oye sigue hablando. ¡No te duermas!
El cuerpo comenzó a pesar con el paso de los segundos y Giyuu se sintió desfallecer cuando vio como su cabeza y brazo colgaba en el aire debido a que ella había perdido la conciencia.
Giyuu corrió con todas sus fuerzas hacia la casa de las glicinias y entro de golpe obligando a sus habitantes, tratarla de inmediato. Cuando vieron que la ropa de giyuu se encontraba manchada de sangre, rápidamente corrieron hacia la habitación del fondo dejándolo atrás.
Una anciana se apiado de su rostro perturbado y tomando su mano, lo guio hacia un baño para que se limpiara la sangre que relucía en su pálida piel.
Solo en aquella habitación, vio sus manos rojizas en silencio. Sus ojos picaron en lágrimas que le hicieron ver de manera borrosa.
Ella estará bien, ella estará bien. Porque de no estarlo, Giyuu perdería la razón.
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GOLDEN
FanfictionEn el camino para cobrar venganza, puedes encontrar el propósito de tu vida. Irónico, ¿no? Fanfic de Kimetsu no yaiba. fanfic del pilar del agua, Tomioka Giyuu Los personajes originales le pertenecen a koyoharu Gotouge. Los personajes, Akasha s...