16( Juuroku)

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Seis días después del accidente, Akasha pudo salir de la finca mariposa, ella estaba entusiasmada por volver a su habitación en la casa de Tomioka y debía admitir que también quería verlo a él. Tanjiro le había comentado que el pilar del agua se había ido a una misión y esta pareció ser más complicada de lo que había imaginado.

Akasha estaba preocupada por él y su querido amigo de cabellos rojos se encargó de tranquilizarla distrayéndola cuando se quedaba pensativa. Pero el intento de distracción dio frutos cuando sorpresivamente Inosuke fue el que más se vio preocupado por la chica y no dejaba que nadie se le acercara, parecía un lobo protegiendo a sus crías y eso hizo que Akasha le viera con ternura.

Mientras era llevada hacia la casa que compartía con tomioka rodeada de los tres chicos que cuidaban de que nada le hiciera daño, un graznido brusco los hizo sobresaltar. Akasha al reconocerlo sintió sus ojos llenos de lágrimas y estiro su brazo sano hacia el cuervo de plumas brillosas que esquivando a los humanos y de sus intentos por espantarlo, se posó sobre su brazo con delicadeza.

-- Querido, me alegra tanto verte. - sonrió Akasha entre lágrimas acercando el cuervo a su rostro y el ave restregó su cabeza sobre la mejilla de Akasha demostrando de esa manera que la había extrañado también.

-- ¡Deja a la chica de oro! - grito inosuke haciendo que el ave alzara sus plumas por el tono de voz.

-- Oye tranquilo— la voz de akasha hizo que se detuviera y la observo con atención. -- Es mi amigo.

-- Yo soy tu amigo- corrigió el de cabeza del jabalí apuntándose orgulloso, la mujer de mechas de oro sonrió con ternura y asintió.

-- Así es, y él también lo es.

-- ¿Tiene nombre?

Los ojos de akasha brillaron en melancolía y asintió.

-- Su nombre es Hoshi, era cuervo de mi maestro Denji. - dejo un pequeño y suave beso en su cabeza, le observo con atención y noto un pequeño papel enrollado en su pata.- Tanjiro, ¿podrías ayudarme a quitarle el papel?

El chico de inmediato le ayudo y cuando el cuervo estuvo libre de ataduras se posó sobre la cabeza de Akasha acurrucándose entre su cabello enmarañado. La chica tomo el papel que tanjiro había desenvuelto para ella y leyó sintiendo un nudo en la garganta al reconocer la caligrafía del maestro Denji. Apretó sus labios y solto un suspiro.

—¿Chicos pueden dejarme sola un momento?

Los tres le observaron preocupados, era notorio el cambio en su actitud y sabían que la causa de ello fue aquella nota.

— Pero...

— Estaré bien, si necesito algo se los hare saber. - sonrio queriendo calmarlos y apunto al cuervo en su cabeza. — Él no sabe hablar muy bien pero se aprendio mi nombre, si algo sucede lo mandare a buscarlos.

— pero...- Tanjiro quiso objetar, pero Zenitsu lo detuvo tras haber escuchado el sonido de tristeza de parte de la chica dorada.

— Oye, estaré bien. - poso su mano sana en el cabello de tanjiro y lo revolvió con cariño. — Gracias por todo.

Tras despedirse vieron a akasha entrar a la casa a pasos lentos y luego cerrar la puerta con cuidado, los tres se quedaron inconformes por haberla dejado sola, sin embargo, trataron de tranquilizarse volviendo a su entrenamiento no evitando estar atentos a los ruidos de su alrededor. Akasha se había vuelto alguien muy importante para ellos y temían por ella, la veían como su hermana mayor.

Por otro lado, Akasha se sentó con cuidado en su futón en medio del silencio de la casa, el usual olor a pino fresco tranquilizo el malestar de su pecho, cubrió al cuervo entre sus cobijas como lo hacía en el pasado y suspiro para después abrir el papel nuevamente.

GOLDENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora