Esquizofrenia » z.m

» 30. Y esto era lo último que me faltaba.

Todo parecía ir de mal en peor, y cada día era una batalla campal entre Alan y yo.

Él no me dirigía la palabra, no me miraba y si pasaba por mi lado ya sea en el instituto o en casa simplemente pasaba chocando contra mí, dejándome en claro el desagrado que le provocaba. Demás está decir que terminó todo con Lydia y no lo hizo de la mejor manera. Alan no halló nada mejor que terminar con ella en medio del pasillo del Instituto diciéndole que era la perra más grande que había conocido en su vida, que le había dado todo de sí y que ella solo había ido a revolcarse con otro para luego ir donde él. Lydia me odia, aunque sabe que no fue culpa mía. Ella solita se lo buscó y empeoró todo al no decírselo antes.

Así que aquí estoy, corriendo por las calles de Bradford mientras la música suena a través de los auriculares. Tenía demasiado estrés sobre mí así que había decidido salir a correr para despejarme. No eran muchas las veces que salía a hacer esto, pero cada vez que podía me iba por los lados menos poblados del pueblo, no me gustaba encontrarme con todo el mundo mientras corría. Mis pies rebotan contra el pavimento mientras corro a un ritmo normal, la música me motiva a seguir y las cosas que tengo en mi cabeza se esfuman mientras corro. El aire fresco de la tarde pega contra mi rostro y me siento realmente bien. Por una vez en estos días siento que puedo volver a respirar.

La arboleda que me acompaña es cada vez más densa y verde, eso me gusta. La naturaleza siempre me ha gustado, llamado mi atención y sobre todo relajado.

Doblo en una esquina mientras me interno cerca del lindero del bosque, la música cambia a otra canción y es entonces cuando escucho el sonido de unas llantas en el pavimento y un motor de un auto. Le resto importancia. No es que me importe que un auto pase por aquí. Pero el auto no se va. Aún sin voltear a ver le coloco pausa a la música intentando ser lo más disimulada que puedo, ahí es donde me doy cuenta de que el auto está justamente tras de mí y sí. Me está siguiendo.

Trago saliva sintiendo como mi respiración se acelera y no es precisamente por el hecho de estar corriendo. Los nervios están presentes y lo único que logro hacer es correr un poco más rápido. El auto acelera de tal manera que me adelanta y se para un poco más allá. El miedo es más grande y la adrenalina me gana ya que hecho a correr realmente rápido doblando y metiéndome entre los árboles, escucho las pisadas de alguien tras de mí y sé que estoy jodida.

Y me convenzo aún más cuando unas manos me toman por la cintura y soy alzada del suelo. Un grito se queda estancado en mi garganta pero mi cuerpo reacciona y comienzo a moverme, retorcerme y golpear a la persona que me está sosteniendo. En un momento las manos del sujeto dejan de sostenerme e inmediatamente me vuelvo asustada y golpeo realmente fuerte en el rostro al sujeto, es ahí cuando su capucha se cae y puedo ver el rostro de Zayn contraído de dolor mientras una de sus manos va directamente hacia su rostro donde he dado el golpe.

—Golpeas realmente fuerte—Admite con la voz cargada de dolor—Mierda Emily...

—¡Eres un maldito estúpido Zayn Malik!—Le grito fuertemente empujándolo hacia atrás logrando que pierda el equilibrio y caiga al suelo—¿¡Cómo mierda se te ocurre perseguirme así!? —Mi respiración está realmente acelerada y sé que si no me calmo me dará algo—Casi me da un puto infarto...

—Emily lo siento...

—¿¡Lo sientes!? ¿¡Lo sientes!? No lo sientes imbécil.

—¡Hey ya para!—Su mirada se topa con la mía y sé que no está contento. Se levanta del suelo y limpia su pantalón antes de volverse a mí—Necesitaba hablar contigo...

—¿Y tenía que ser así? ¿No podías ir a buscarme como una persona normal? no sé a mi casa o algo.

—Llevas ignorándome por días ¿Qué querías que hiciera?