» 37. Esto se acabó.

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Jamás me había detenido a ver detalladamente lo que sucedía a mí alrededor en los pasillos del Instituto. Creo que jamás había sido consciente de la pareja melosa que se come a besos cerca de la puerta de la cafetería, creo que jamás noté al grupo de chicas que se juntan a dos pasos de mi casillero. Creo que jamás me había sido completamente consciente de lo pequeño que es el mundo. No voy a mentir diciendo que mágicamente todo ha mejorado de un momento a otro. No voy a decir que el fin de semana reparo todo mi corazón ni todos mis sentimientos destrozados. No voy a decir que no estoy nerviosa. Por qué realmente no sé cómo reaccionaré cuando tenga a Zayn frente a mí. Realmente no quiero saber cómo será verlo y no visualizarlo a él junto con Melissa. No quiero que la hora de español llegue. No quiero sentir que no voy a poder con todo.

Avanzo con la cabeza gacha y los hombros caídos hacía el salón donde me esperan dos largas horas de geometría. No soy experta, ni pesimista pero creo que una larga clase donde los números, las letras, ángulos y demases estén incluidos no es bueno para levantar el ánimo de una persona. Cuando atravieso las puertas la mayoría de mis compañeros ya están dentro. Con tan solo una rápida mirada a todos me voy directamente hacía mi lugar donde me dejo caer sin siquiera pensar en que me he golpeado el codo.

Todo parece monótono a mí alrededor.

Escucho la silla que está a mi lado ser corrida y cuando alzo la vista veo a Mathew sentándose a mí lado. Intento darle una sonrisa pero todo lo que logro es una mueca extraña. Matthew no dice nada, solo me abraza dejándome reposar en su pecho, sin querer suelto un suspiro y las lágrimas se aglomeran en mis ojos.

—Está bien Emm. Tranquila

Me permito tomar varias bocanadas de aire cuando me separo del pecho de mi amigo. Realmente el llorar en clases no es lo que me gustaría para comenzar mi semana, mucho menos si se trata de Zayn y de todo el drama que nos rodea.

—Lo siento—Me disculpo en voz baja. Matthew eleva una ceja

—¿Por qué? ¿Por mostrar tus sentimientos? ¿Por dejarme ver que te duele? No pidas perdón Emm, eres una chica fuerte y el hecho de que estés mostrando tus sentimientos ahora mismo me deja ver que todo tiene un límite.

—No creo poder soportar dos horas de Geometría.

—Eso se puede arreglar—Matthew se pone de pie y tiende una de sus manos en mi dirección—Coge tu mochila y ven.

—¿Qué?—Pero por alguna razón obedezco. Tomo mi mochila y él la suya y con su mano sujetando la mía nos encaminamos hacia la salida del salón—Matt ¿Dónde vamos?

—A un lugar donde puedas respirar y desahogarte tranquila.

—Matthew perderás clases y tus clases favoritas son las que tienen que ver con matemáticas—Intento quitar mi mano de la suya pero Matthew simplemente sigue tirando de mí hacía las puertas traseras del lugar.

—Venga no me importa perderme una clase de geometría cuando ya se todo el contenido del año escolar. Lo que ahora mismo necesitas es a alguien que te conozca sosteniéndote.

No digo nada más, me dejo guiar por él hasta que llegamos a la parte trasera del Instituto, más allá de las canchas donde solo hay césped y árboles. Matthew tira de nosotros hasta que encuentra un lugar a su parecer cómodo, se quita la chaqueta y la deja en el suelo estirándola de forma que ambos podamos sentarnos sobre ella. Sin decir mucho más me dejo caer a su lado e inmediatamente uno de sus brazos me rodea. Me presiono contra su costado en un intento desesperado de encontrar apoyo y lo logro.

—Sácalo Emm aquí estoy.

Y eso hago, me desahogo contándole absolutamente todo lo que pasa con Zayn. Como me siento, como fue que vi a Melissa con su ropa, como me los imagino teniendo sexo, haciéndole las mismas cosas que él me hacía a mí. Mathew me escucha sin decir nada, pero cuando ya las lágrimas están cayendo de mis mejillas deja salir lo que tiene dentro.

—No me gusta para nada verte así Emm, eres una persona tan fuerte y tan dedicada que el hecho de que Zayn esté lastimando y esté haciendo que toda tu esté así hace que simplemente quiera molerlo a golpes. Pero esto está en tus manos. Tú decides que hacer, tú tienes que ponerle un punto final a esto Emm, no dejaré que él te siga dañando así. Y sí, tienes razón, esa chica no ha hecho más que solo traerles problemas a ustedes dos.

—Se lo dije ¿Pero es ella realmente el problema o lo somos nosotros?

—No lo sé Emm, solo te digo que tienes que hacer lo que tu creas correcto.

Nos quedamos ahí, en ese mismo lugar durante las dos primeras horas de la mañana. Luego cuando el timbre suena anunciando el receso ambos volvemos al Instituto. Le digo a Matthew que iré al baño y él me dice que cojera algo para que desayunemos. No me fijo en nadie mientras camino hacía el baño, me hago lugar entre las personas e intento de una manera desesperada pasar desapercibida. Cuando al fin logro entrar, lo primero que hago es lavar mis manos y luego retocar un poco mi maquillaje. Él cual se ha arruinado con el llanto.

Una vez que estoy lista, salgo del lugar pero me choco con un gran cuerpo. Alzo mi vista y me arrepiento al ver los ojos amarillos de Zayn. Trago saliva y hago el intento de pasar por su lado pero me coge del brazo.

—Suéltame—Siseo en voz baja pero con el enfado notorio en cada letra. 

Zayn no parece tener intención de soltarme así que tiro de mi brazo zafándolo de su agarre. Comienzo a caminar pero Peter Heynes se me atraviesa obstruyendo mi camino

—Hola Emily

—Hola Peter.

—Haré una fiesta esté miércoles, por si quieres ir—Mira más allá de mí y ve a Zayn—Puedes llevar a tu novio y a los chicos.

—Gracias Peter

El chico se aleja y yo vuelvo a caminar siendo totalmente consciente de que Zayn está caminando tras de mí.

—¿Podemos hablar?—Lo ignoro—Emily por favor.

—No tenemos nada de qué hablar Zayn, déjame en paz.

—Claro que si tenemos. Me pediste espacio y te lo di pero ya han pasado muchos días. Te extraño.

La cólera sube de manera tan rápida que no logro detenerla y las palabras cargadas de veneno resbalan de mis labios. Me doy vuelta y le enfrento haciéndole detener su caminar.

—No puedes decirme que me extrañas cuando te has estado acostando con tu ex amiga con derecho. No puedes decirme que me extrañas cuando he ido a buscarte a tu casa y me la he encontrado prácticamente desnuda vestida con tu ropa. No puedes decir que me extrañas porque no es cierto. Déjame en paz Zayn hablo en serio. Esto se acabó. 

Esquizofrenia » z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora