» Epílogo

1.6K 141 73
                                    

SOUNDTRACK DEL CAPÍTULO: 

☞ Hotel Ceiling : Rixton. Canción principal del epilogo y de la novela. 

☞ These four walls : Little Mix 

☞ A little too much : Shawn Mendes 



Cinco años más tarde, Aeropuerto de New Haven, Estados Unidos.


La gente se mueve a mí alrededor tan rápido, tan lento, tan desinteresada, tan feliz, tan triste, tan lejana, todo al mismo tiempo. Hay bastantes personas en el aeropuerto para ser las casi las doce de la noche y eso es sorprende. Suspiro mientras me acomodo mejor en el asiento de la sala de espera y rezo para que nuestro vuelo no se retrase ni sea cancelado, es lo que menos necesito en este momento, ahora que he decidido volver a Bradford. Alan se mueve a mi lado y apoya rápidamente su cabeza en mi hombro sonrío y apoyo mi cabeza sobre la suya sin hacer mucha presión.

—¿Estás segura sobre ir a casa?—Me pregunta. Es la misma pregunta que me ha hecho desde la primera vez que le dije que iría a Bradford por un tiempo este mes. Hago un sonido de afirmación a su pregunta.

—Lo estoy, han pasado cinco años ya—Suspiro—Hay cosas que tengo que hacer. Y creo que es momento de que todos sepan la verdad.

Mis ojos bajan inmediatamente al pequeño de casi cuatro años que duerme entre mis brazos abrazado a su pequeño peluche de bob su personaje favorito de los minions. Sonrío, sin poder evitarlo y es por qué es la sensación que me produce mi pequeño hijo cada día.

Sí, mi hijo, mi pequeño Noah. Aquel pequeño que supe que crecía dentro de mí dos meses después de haber llegado a New Haven, dos semanas antes de comenzar la Universidad oficialmente. Al principio todo fue un caos, entré en pánico, Alan entró en pánico y cuando llamé a los chicos ellos también entraron en pánico. Tenía dieciocho años, estaba por comenzar mi primer año en la universidad de mi sueños, no tenía una estabilidad adecuada y sobre todo estaba pasando por una de las peores situaciones; Un corazón roto. Mis amigos viajaron a New Haven días después de mi llamado, nos sentamos los cuatro, incluyendo a mi hermano y hablamos de lo que haría.

Solo tenía una cosa clara en ese momento; Yo quería e iba a tener a mi bebé.

Así que después de mucho pensar, de decidir muchas cosas me decidí, estaba dispuesta a sacrificar mi sueño y volver a casa, así que cuando concreté una reunión con la de decana de Yale me sorprendí al escucharme decir que no me dejaría abandonar la Universidad. Claramente no le entendí y comenzaba a enojarme, era mi decisión dejar todo para poder cuidar de mi pequeño, pero ella me dijo que no me dejaría tirar por la borda mi sueño de estudiar una carrera en una de las mejores Universidades del mundo cuando la misma Universidad podía ayudarme. La decana Johns me enseñó el programa natal de Yale, donde se explicaba que las jóvenes y futuras madres contaban con todas las facilidades para continuar sus estudios gracias a los muchos beneficios que este programa tenía, uno de ellos y el más importante para mí fueron las flexibilidad de horas de clases y el cuidado del pequeño cuando este naciera.

No le dije a nadie más sobre mi embarazo, nadie lo hizo, ni Alan, ni los chicos. Esto se mantuvo en nuestro círculo de cuatro – cinco si incluimos a Jensen el portero y estudiante de medicina del edificio quien claramente supo de la nueva situación. Mis padres no podían venir a vernos cada vez que quisieran, la verdad es que solo han venido dos veces y las dos veces me he escapado de verles con excusas baratas que sirvieron en su momento. Pero era hora de que supieran la verdad, era hora de decirles que tienen un nieto y una hija que se gradúa de la universidad en un año más con el segundo mejor promedio de su carrera.

Esquizofrenia » z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora