» 18. Yo creo que algo pasará entre ustedes dos

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La muñeca aún duele cuando la muevo por mucho tiempo, pero a diferencia de aquello mi espalda y mi trasero se han recuperado completamente. Paso la polera de corte "V" por mi cabeza con cuidado hasta que está colocada en mi cuerpo. Hoy vuelvo al instituto luego de una larga semana de reposo, el yeso aún está en mi brazo y eso me impide moverme como quiero pero poco a poco me acostumbro. Paso los vaqueros por mis piernas y luego me calzo las zapatillas de ballet negras, la ventaja de usar zapatos como estos es que no tienen cordones y no debo usar mis manos para atarlos. Voy hacia el baño y me preocupo de darle un poco de amor a mi rostro y a mi cabello. Me cepillo dejando que mis ondas se formen en la parte baja, me coloco un prendedor en el lado derecho de mi cabeza evitando así que el flequillo se vaya directamente hacia mi rostro. Tomo algo de corrector líquido y cubro las pocas ojeras que tengo bajo mis ojos, luego aplico algo de rubor rosa en mis mejillas para darles color. Riso y peino mis pestañas antes de ponerles algo de mascara de pestañas y doy ligeros toques de lips gloss a mis labios luego de cepillarme los dientes. Cuando vuelvo a mi habitación me preocupo de tomar mi mochila, mi móvil y mi chaleco antes de salir de ahí directamente hacia la cocina.

Mamá, papá y los chicos están ahí cuando llego, todos se me quedan mirando y eso hace que me sienta extraña, mamá se acerca a mí y me envuelve en un gran abrazo, correspondo a su cariño y la envuelvo con mi único brazo bueno. Cuando nos separamos toma mi mano y me guía hacia la mesa.

—Te he preparado unos ricos huevos estrellados—Dice colocando el plato con mis huevos, dos láminas de beicon y dos barras de pan tostado—Espero te guste.

—Gracias mamá—Le sonrío en forma de agradecimiento y comienzo a devorar mi desayuno, no pasa mucho antes de que mi plato esté completamente vacío, bebo el poco jugo de naranja que hay en mi vaso y dejo este sobre la mesa. Limpio mi boca con la servilleta de papel y alejo lo ya utilizado de mí—Estuvo delicioso, iré a cepillarme los dientes.

Me levanto de la mesa y voy directamente hacia el baño, cepillo mis dientes con abundante dentífrico y luego hago algunas gárgaras con enjuague bucal. Salgo del baño volviendo a la sala donde me coloco mi chaqueta y mi bufanda, Alan sale de la cocina y viene hacia mí.

—¿Estás lista?—Me dice mientras toma su mochila y la pone sobre su hombro.

—Sí, iré a despedirme te alcanzo en el auto.

Mi hermano asiente antes de salir de casa, vuelvo hacia la cocina y voy directo hacia donde está mamá. Beso su mejilla y le sonrío con confianza

—Nos vemos está noche—Le digo, mientras me despido de papá y le doy un beso a Finn y Jake. Veo la mirada preocupada de mamá y eso hace que me sienta mal—Estaré bien mamá lo prometo.

—No te saltes el almuerzo ¿Vale?, cualquier cosa no dudes en llamarnos.

—Lo haré, pero no quiero que se preocupen—Escucho el claxon proveniente desde el auto de Alan y me apuro a salir—Debo irme, los quiero. Adiós.

Sin esperar respuestas salgo de la cocina lo más rápido que puedo, tomo mi bolso que está sobre el sofá y salgo de casa yendo directo hacia el auto. Una vez que estoy dentro cruzo el cinturón de seguridad por mi cuerpo y mi hermano arranca.

—Nunca supe cómo te fue con lo del regalo para Lydia ¿Sí le gustó?—Alan parece estar pensando ya que cuando hablo sacude su cabeza rápidamente y me presta atención.

—Sí, si le gusto. Lo pasamos genial ese día.

—No quiero saber los morbosos detalles de tu día con Lydia, Alan. Todo lo que está relacionado a ustedes termina con sexo.

—Eso no es cierto—Veo como sus mejillas se tiñen de rojo y no evito soltar una carcajada—No te rías, es verdad.

—Claro que no lo es. Lydia es mi amiga y me cuenta todo Alan, hasta las cosas que no debería saber cómo su vida sexual con mi hermano.

—Esta conversación se está poniendo algo incomoda, que me dices de ti—Lo miro sin saber bien a lo que está refiriendo—¿Qué pasa entre ese tal Malik y tú?

—¿Ah?—La pregunta realmente me toma por sorpresa, no es como que esperara a que la conversación se vaya directo hacia Zayn. No hemos estado involucrados de alguna manera para que mi hermano saque a flote su nombre, menos en una conversación entre los dos—No hay nada entre Zayn y yo.

—Eso no lo parecía el día que lo vimos en tu habitación.

—Solo fue a ver cómo estaba y a ver como lo haríamos para un trabajo. Nada más.

—Haré como si te creo ¿vale? Pero sé que hay algo más.

—No lo hay, de eso puedes estar seguro.

—¿Quieres saber algo?—Me dice mi hermano mientras dobla hacia la izquierda, la fachada del instituto comienza a ser demasiado visible lo que quiere decir que estamos cerca. Ahora caigo en la cuenta de que no hemos pasado por Lydia. Asiento hacia su pregunta incitándolo a continuar—Yo creo que algo pasará entre ustedes dos, no me preguntes por qué, solo lo pienso.

—No lo entiendo—Alan me mira una vez que ha estacionado el auto y ha apagado el motor—¿Por qué tendría que ocurrir algo entre Zayn y yo?

Se encoje de hombros con indiferencia aun sin hacer movimiento algo para salir del auto.

—Ya te lo he dicho, no lo sé. Pero cuando algo termine ocurriendo entre ustedes dos yo estaré ahí para decir. Te lo dije.

Ambos bajamos del auto yo aún algo consternada por su repentina seguridad al creer que algo surgirá entre Zayn yo. ¿Cómo sería eso posible? ¿Cómo podría tener algo con alguien que me quiere lejos de él? Es ridículo. Entramos al instituto y antes de darme cuenta Lydia aparece frente a nosotros, me saluda primero a mí antes de lanzarse a los brazos de mi hermano. Como no quiero ser testigo de su demostración de cariño matutina avanzo hacia mi casillero para poder tomar algunas cosas para la primera clase. Abro la puertecilla tras ingresar la combinación en el candado y comienzo a rebuscar dentro primeramente mi hidratador labial, cuando lo encuentro aplico un poco en mis labios resecos. Para el momento que estoy buscando mi libro de español escucho su voz tras de mí.

—Emily—Mi cuerpo entero se pone en alerta, instintivamente y como si fuera algo monótono miro mi brazo enyesado, levanto la vista y veo a Zayn frente a mí. Trago saliva notoriamente e intento que los temblores que sacuden mis piernas y mis brazos no sean notorios—¿Cómo estás?

—Hola Zayn—Evoco una sonrisa pequeña para que mi recibimiento no sea tan tosco. Las palabras de Alan aparecen inmediatamente en mi cabeza, intento disiparlas pero estas se repiten una y otra vez—Estoy bien gracias. ¿Cómo estás tú?

—Bien, gracias—Lo noto incómodo y ahora me pregunto para que se habrá acercado, él mismo dejo claro hace unos días en casa que debía mantenerme alejada de él, pero me lo hace un poco difícil si es él quien terminará acercándose y no viceversa—Quería saber si has podido hacer la parte del trabajo que te correspondía—Me concentro en su gruesa y ronca voz y también en el hecho de que estamos rodeados de miradas curiosas de los demás estudiantes. ¿Quién no estaría sorprendido? Zayn Malik estaba hablando con otra persona en medio del pasillo. Eso es algo flipiante.

—Sí, lo tengo dentro del bolso. Pensaba dártelo dentro del salón.

—Eso estaría bien, nos vemos dentro.

Se aleja de mí tan rápido como llegó y yo no puedo hacer más que quedarme apoyada con la cadera en los demás casilleros. Mi respiración aún es irregular y me siento realmente confusa e impresionada. Primero no me habla y solo me lastima, después va a verme a casa a decirme que debo mantenerme alejada de él y ahora para acabar él se acerca a mí en medio del maldito pasillo rodeado de estudiantes que no pararan de hablar con esto a preguntarme como estoy. Solo puedo tener una respuesta para su extraño comportamiento.

Zayn Malik no es más que un puto bipolar.


Esquizofrenia » z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora