Esquizofrenia » z.m

» 02. Sí, como digas

Llevo alrededor de cuarenta y cinco minutos tratando de ignorar el hecho de que el chico nuevo está sentado justamente a mi lado. Me he pasado casi la mitad de la clase observándole, de reojo claramente para que no me pille haciéndolo y quede como una psicópata. En este tiempo viéndole me doy cuenta de que es bastante lindo, tienes unas facciones realmente definidas y marcadas. Oh y claramente algo que no se me ha podido pasar por alto es que el cutis de su piel parece tratado con las mejores cremas del mundo, como si se hiciera un tratamiento diario para conservarlo así. ¡Es mejor que él mío y yo soy mujer! Me he dado cuenta también que sus pestañas son extremadamente largas y enroscadas naturalmente y que esas delgadas fibras de cabello esconden un par de ojos hermosos de color miel. ¿Cómo es posible que sus ojos puedan verse a contra luz tan amarillos? Parece un hombre lobo.

Tengo que dejar de ver series de hombres lobo. Está decidido.

El tiempo sigue pasando y no logro dejar de morder el interior de mi mejilla y seguir observando al chico nuevo de vez en cuando. No he realizado mi tarea y no he podido concentrarme gracias a la mirada de Mathew clavada en mi nuca desde el asiento de atrás. Cuando el timbre suena y todo el mundo comienza a guardar sus cosas para salir del salón de clases como si su vida dependiera de ello noto a Zayn hacer lo mismo, casi puedo escuchar un suspiro de alivio salir de sus labios, a lo mejor me ha cachado viéndole. Lo veo salir del salón con la mochila colgada en su hombro y reposando en su espalda, le veo desaparecer por la puerta perdiéndose entre todos los demás. Me quedo sentada en el mismo sitio sin moverme con el lápiz que he tenido en la mano desde que la clase comenzó en la misma posición.

—¡Heeeeeeeeeeeey! Tierra llamando a Emily—Escucho la voz de Mathew y luego veo su mano pasar por frente de mis ojos. 

Parpadeo y le miro. Me está viendo con una mirada de diversión y una sonrisa ladeada pintada en su rostro.

—¿Qué pasa?—Pregunto en un intento desesperado de cambiar el tema e intentar pasar desapercibida. Guardo mis cosas rápidamente dentro de mi bolso.

—Eso debería preguntártelo yo—Se ríe—Emm no dejaste de mirar al chico nuevo desde que se sentó a tu lado.

—No, claro que no—Le contradigo intentando no hacer notar mis nervios.

—Sabes que si lo es Emm. No le has quitado la mirada de encima y estoy completamente seguro que te has memorizado su rostro completamente.

—Eso no es cierto—Le reniego divertida mientras intento ocultar mi nerviosismo todo lo posible. Salimos del salón y nos introducimos en el tumulto de animales.. Perdón estudiantes que van de un lado al otro—No me he memorizado su rostro de memoria Mathew no seas ridículo.

—Oh no, por supuesto que no—El sarcasmo resbala entre cada palabra—Solo violabas al pobre con la mirada. Parecías una verdadera psicópata.

—Eres un tonto ¿Lo sabías?

—Vamos, no lo niegues más—Me empuja amistosamente—El nuevo te ha dejado totalmente colgada.

—Mathew—Le digo deteniéndolo por los hombros una vez que estamos en patio del Instituto, me le quedo viendo de frente pero tengo que subir la mirada ya que es más alto que yo para encontrar sus ojos—Sabes que te quiero, eres mi mejor amigo y sé que cuando eras bebé te has caído de la cuna lo que provoco que quedaras así de tonto. Pero quiero que entiendas que No. Me. Gusta. El. Nuevo. Solo miraba su cutis. ¡Es mejor que el mío Matt! ¿Sabes lo denigrante que es que un chico tenga mejor cutis que yo?

—Haré como si te creo ¿vale? Solo para que no te sientas mal—resoplo resignada y éste divertido me abraza por los hombros antes de bajar un poco su cabeza y plantar un beso en mi sien. Veo a mi amiga caminar hacia donde estamos tomada de la mano con mi hermano. Ambos traen una sonrisa pintada en el rostro que solo significa una cosa—A estos les toco duro hoy—Mathew me dice divertido en el oído, no evito reírme pero de inmediato niego con la cabeza