Esquizofrenia » z.m

» 42. Ahora entendía muchas cosas

Sus palabras suenan tan sinceras, su mirada transmite tantas emociones a la vez y su cuerpo entero me da a entender lo complicado de la situación y lo incómodo que es para él hablar de todo esto, decirme todo esto. No sé muy bien que hacer o qué decir, todo lo anteriormente dicho sucedió de manera tan espontánea que simplemente mi cerebro aún no es capaz de razonar y darme una respuesta. Todo dentro de mi cabeza es un lío y las únicas palabras que se repiten una y otra vez son las que no quiero decir; «Soy esquizofrénico» «Soy esquizofrénico»

¡Demonios! ¿Qué se supone que tengo que decir? ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora, en esta situación?

Me le quedo mirando, con el cuerpo semi doblado en el asiento y con el cinturón de seguridad tirando en mi pecho y dándome presión en la pierna izquierda. Zayn está mirándome, se le nota lo abatido y sobre todo lo nervioso que está. Me imagino que estar en esta situación no es fácil, quiero decir, si para mí fue difícil escucharlo. No quiero ni imaginar lo difícil que debe ser para él saber que le ha contado toda su verdad, su secreto a una persona que fue parte de su vida.

—¿Por qué me cuentas todo esto?

No me juzguen, esa duda la tengo presente. Necesito saber por qué me ha contado esto, por qué ahora que se suponía yo comenzaría a olvidarlo. Al parecer mi pregunta le toma por sorpresa ya que su ceño se frunce y pasa una de sus manos por su cabello despeinándolo aún más.

—Sentí la necesidad de confesártelo, quería ser sincero contigo al cien por ciento. Quería que supieras que las cosas que he hecho o he dicho tienen una justificación o algo así.

Asiento sin decir más. Maldita sea, estoy nerviosa. No tengo idea del por qué solo lo estoy y no me gusta. El estar con Zayn siempre había sido un escape, era como sentirse en casa, estar tranquila y relajada. Y ahora... Creo que hay solo una forma de saber que ocurre, de saber cómo me siento con él, de ver si sigue siendo lo mismo o si las cosas han cambiado. Me quito rápidamente el cinturón de seguridad y hago lo mismo con el de Zayn. En menos de lo que él y yo pensamos estoy en sus piernas y mis labios buscan desesperadamente los de él. Nuestras lenguas se encuentran creando una danza erótica de nunca acabar. Mientras lo beso me doy cuenta lo mucho que le he extraño, me doy cuenta lo mucho que me había acostumbrado a él y eso de alguna manera logra asustarme.

Todo pasa demasiado rápido, siento sus manos recorrer mi cuerpo, siento nuestros labios conectado, siento su respiración acelerada, siento los latidos de su corazón, siento el amor y el cariño que intenta entregarme a través de las caricias que nos brindamos el uno al otro...

Mientras nos pasamos a nuestro tan conocido asiento trasero me doy cuenta de muchas cosas, ahora entendía muchas cosas, muchas acciones, muchas palabras. Ahora más que nunca debía darme cuenta de que trataba todo esto, de cómo nos afectaría, de que nos depararía el futuro... Cierro los ojos, y me dejo llevar por las sensaciones que me produce el cuerpo de Zayn junto al mío.

Lo que sucedió entre nosotros en ese asiento trasero, está demás decirlo.

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El silencio del lugar se siente palpante en el ambiente, la música suena a un volumen moderado dejándonos sentir la armoniosa voz de Adele. La respiración de Zayn bajo mi mejilla, los latidos de su corazón, el calor de su cuerpo junto al mío. Todo, hace que me dé cuenta de que esto es real, de que estoy enamorada y que no me importa lo que el futuro nos depare, por qué quiero vivir junto a él día a día, sin dejarme influenciar por su enfermedad, sin dejar intimidar por nadie más.