El pánico comienza a invadirme mientas observo totalmente pasmada la prueba de embarazo que está sobre el lavamanos del baño de mi apartamento. Esto no puede estar pasando, no ahora, no de esta manera. Positivo. Eso es lo que ha dado mi prueba número tres de embarazo. Estoy embarazada, espero un hijo de Zayn y no sé qué hacer. La puerta del baño suena con dos golpes suaves antes de oír la voz de mi hermano desde el otro lado;
—¿Emm estás bien? Llevas ahí casi una hora.
—Estoy bien
Miento. Y se nota en mi voz, en como he balbuceado y se me han entrecortado las palabras. Soy una cobarde. Alan parece notarlo ya que vuelve a insistir.
—No me mientras Emm ¿Qué pasó? Habla conmigo.
Abro lentamente la puerta del baño quitando el seguro y dejando que mi hermano menor pueda entrar. Lo primero que Alan hace es tomar mi rostro entre sus manos y comenzar a buscar algún signo de dolor o alguna herida visible. Nota mis ojos llorosos y lo veo tragar saliva.
—Mira hacia el lavabo
Es lo único que puedo decir, lentamente mi hermano me suelta y se voltea dejando a su vista las tres pruebas de color blanco, las tres con el mismo resultado. Positivo. Alan traga saliva y como si no pudiera creer lo que ve toma las tres pruebas en sus manos y las observa. Su mirada sale de ellas y se posa en mí, más aún no dice nada, simplemente se me queda viendo con la mirada llena de sentimientos y llena de emociones.
—Estoy embarazada—La voz se me corta y las lágrimas caen. Estoy jodidamente asustada y no puedo creer que esto esté pasando. Alan me abraza y yo me sujeto de mi hermano como si mi vida dependiera de ello—Voy a ser mamá.
—Emm...—Su voz también se entrecorta y eso hace que simplemente llore aún más. Mi hermano nos saca del baño y nos lleva hacia el sofá de la sala donde me deja sentarme en su regazo y llorar tranquila sobre su hombro—Tranquilízate. Necesito que te tranquilices Emm.
Me toma un poco de tiempo pero logro hacerlo, me tranquilizo de tal manera que dejo de llorar y la respiración vuelve a su curso normal. Antes de que mi hermano sea capaz de decir algo me levanto de su regazo y voy a la cocina por un vaso de agua. La garganta me está matando y necesito algo frío para refrescarla.
—¿Mejor?—Pregunta Alan. Asiento y me dejo caer a su lado con cuidado.
—No sé qué voy a hacer—Susurro—Tengo miedo.
—Ya veremos que hacemos. Te prometo que encontraremos la solución nena no te dejaré sola. Estamos juntos en esto.
—No llevo ni tres meses de clases Alan. Tendré que dejar la Universidad.
—Claro que no. No te apresures Emm encontraremos una solución.
Nos quedamos en silencio por un buen rato. Cada uno perdido en sus propios pensamientos, mi cabeza totalmente hecha un lío pensando claramente en que puedo hacer. No llego ni siquiera tres meses desde que las clases comenzaron, sé perfectamente que no podré con todo, no podré estudiar, cuidar del bebé y trabajar. Mi única opción es dejar la universidad, tomar mis cosas y volver a Bradford.
—Creo que llamaré a los chicos
Me levanto del sofá y miro a mi hermano. Alan asiente y me toma la mano.
—Creo que será lo mejor. No tomes ninguna decisión aún Emm, debemos ver todas las opciones antes ¿Sí?
—Sí
Sin decir más me voy directamente a mi cuarto y envío un WhatsApp al grupo que comparto con esos dos idiotas. En menos de lo que creo estamos conectados en Skype y yo les digo que tengo algo importante para contarles. Dos minutos después de la noticia ambos están buscando el primer vuelo hacia aquí. Lo único que Mathew dice es;
—Esto tenemos que solucionarlo juntos.
—Y en persona
Agrega Connor antes de cortar. Probablemente esta sea la noticia más estresante de toda mi corta vida.
+
Los chicos llegan dos días después de nuestra conversación por Skype se apretujan contra mí y susurran al mismo tiempo palabras de apoyo que simplemente me hacen llorar. No tardamos un poco en separarnos pero aun así no lo hacemos del todo, nos sentamos los tres en el sofá y somos vistos por un Alan que sonríe como si lo mejor del mundo estuviera pasando en ese instante. Mi hermano saluda a los chicos y en menos de lo que pensamos ya estamos los cuatro intentando ver que se puede hacer.
—¿De cuanto estás? —Pregunta Connor tomando mi mano
—No lo sé. Puedo suponer de dos o tres meses más o menos.
—¿Has salido? —Asiento y es entonces cuando el pánico se apodera de mí.
—Maldita sea—Ponto mis manos en la cabeza sintiendo mi respiración acelerarse por completo—Yo...Yo salí, bebí y oh jodido dios ¿Qué voy a hacer?
—Lo primero que tienes que haces calmarte—La voz autoritaria de Mathew me sorprende pero hago lo que me dice—Bien, así perfecto. Okey lo segundo es conseguirte una cita con un ginecólogo, no podemos dejar pasar más tiempo sin saber tu estado y el del bebé.
—Mañana llamaré a primera hora—Les dice mi hermano—Lo prometo.
—Tengo mucho miedo—Les digo—Zayn y yo nos estábamos cuidando, no hubo vez en la que no ocupáramos condón y ahora sale esto—Respiro hondo—Estoy jodida, jodidamente jodida.
—Ya saldremos de todo esto. Tú serás una gran, gran mamá
La sonrisa que Connor me regala hace que una pequeña confianza se apodere de mi cuerpo. Si este pequeño está aquí es por algo. Y no dejaré que algo le dañe si puedo evitarlo a toda costa.
A la mañana siguiente Alan llama a una clínica de obstetricia en el centro y me dan una cita para esa misma tarde. Así que después de un par de horas, un almuerzo con mis mejores amigos y mi hermano emprendemos camino hacia allí.
Salgo del consultorio con un montón de papeles en mi mano izquierda incluyendo la prueba de sangre, los exámenes que se me han realizado, la receta con las vitaminas y el ácido fólico que debo comenzar a tomar de inmediato y en mi mano derecha descansa la fotografía de mi pequeño bebé de tres meses. Los chicos se arremolinan a mi lado, deseosos de conocer a mi pequeño bebé y comienzan a decir cosas mientras ven la pequeña fotografía en blanco y negro.
Al llegar a casa les digo que iré a recostarme un rato y eso es lo que hago. Cierro la puerta de mi habitación y tras sacarme los zapatos me dejo caer en mi cama abrazando una almohada y con la ecografía del bebé en mis manos. Aún sigo sin poder creer que esa cosita tan pequeña esté creciendo dentro de mí.
Por la noche luego de haber cenado los chicos se excusan con que están cansados y se van a dormir a la habitación de Alan. Mi hermano y yo nos quedamos en la sala viendo el ultrasonido que me he practicado esta misma tarde. Los brazos de Alan me rodean fuertemente mientras noto como su corazón late fuertemente mientras ve la pantalla y al bebé que se refleja ahí mismo. Me vuelvo hacia mi hermano y él hace lo mismo.
—No quiero decirle nada a papá y mamá—Alan asiente—No quiero preocuparlos ni quiero que tomen decisiones. Este es mi bebé y yo me encargaré de él.
—Está bien, si es tu decisión no diremos nada.
—Gracias por apoyarme, por quedarte conmigo.
—Estoy y estaré aquí para ti y para el bebé siempre.
Aun con una sonrisa en el rostro me vuelvo a la televisión. Y mientras la imagen del bebé sigue ahí me digo a mi misma que aunque sea difícil, que aunque esté muchas veces cansada este bebé será lo mejor que pueda pasarme y que todo lo haré por él para que tenga un mejor futuro, para que tenga una vida digna. Posiciono una de mis manos sobre mi estómago aun plano y le susurro a mi bebé en mis pensamientos que lucharé por él contra viento y marea.
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Esquizofrenia » z.m
Fanfiction❝ Si enamorarse nunca fue sencillo, imagina lo que es enamorarse perdidamente de un esquizofrenico.❞ ↔ Novela Ganadora: 1° Lugar Premios Diamante categoria Fanfic 2016 © ↔ Portada por: @stellanix ↔ ©Novela protegida por derechos de auto...