» 28. Hay algo más que yo no esté sabiendo

1.5K 115 2
                                    

El sonido de la voz de Finn cantando Neon Lighs de Demi Lovato me despierta de mi hermoso sueño donde estaba violando al increíble y sensual Chris Hemsworth, sí, sé que está casado y tiene tres hijos, pero soñar es gratis. Tallo mis ojos intentando discrepar el sueño que obliga a mis parpados volver a cerrarse y es ahí donde me doy cuenta de que el sonido de la voz de mi hermano viene desde dentro de mi baño. ¡El muy maldito estaba dentro de mi baño! Y seguramente estaba acabando con mis productos para el pelo. La puerta se abre minutos después y la voz de mi hermano es silenciada mientras sale de puntillas desde el baño. Cuando está en la mitad del camino suelto una risotada que logra hacerlo gritar y saltar del susto.

—No entiendo porque te callas ahora, ya escuche todo tu concierto de Demi.

—Eres una tonta—me dice llevándose una mano al pecho tratando de regular su respiración—Me asustaste.

—¿Por qué estás aquí? y mejor aún ¿Por qué entras a hurtadillas a mi habitación cuando estoy aquí dentro?

—Tengo que salir en un rato y Jake está en el baño. Sabes que es peor que una niña y no sale de ahí al menos en hora y media y tengo que correr.

—¿No saldrán juntos?—Me siento en la cama apoyando mi espalda contra el respaldo, acomodo mi cabello y suelto un bostezo—Eso es extraño.

—No, hoy tengo cosas que hacer y bueno, Jake creo que tiene otras cosas que hacer.

—¿No hay problemas entre los dos verdad?

—¿Qué? No, claro que no. Pero aunque seamos gemelos y siempre estemos juntos solemos hacer cosas por nosotros mismo. Es extraño pero así es.

—Bueno...—suelto un bostezo y lo observo—Espero que les vaya bien.

—¿Qué harás tú?

—Aún no sé, puede que llame a Mathew o puede que me quede aquí todo el día en pijama viendo series.

—¿Por qué no llamas a Connor? Te llevas de maravilla con él.

La mención del nombre de Connor hace eco dentro de mi cabeza, el solo hecho de pensar en él me recuerda a Lydia y a él en su habitación semi desnudos y quien sabe en cuantas partes más engañando a todo el mundo. Me muerdo la lengua evitando que algo inapropiado salga de mi boca y sonrío hipócritamente.

—Él está ocupado.

—Oh, bueno espero que te diviertas también pequeña—Mi hermano se acerca a mí y deja un suave beso en mi frente—Pórtate bien, te quiero.

—Te quiero también Finnie

La puerta de mi habitación se cierra dejándome completamente sola una vez más. Cojo mi móvil de sobre la mesita de noche y veo la hora. ¡Son las nueve y quince de la mañana y es sábado! ¡Estúpido Finn! ¿Cómo se ha atrevido a despertarme tan temprano un día sábado? Meto el móvil bajo las almohadas de mi cama y me acomodo de tal forma que quedo en posición fetal cubierta por las mantas hasta la cabeza, cierro los ojos y en menos de lo que pienso estoy quedándome dormida con el último pensamiento, el mismo que ha rondado por mi cabeza estos días.

Zayn.




+





Para el momento en el que vuelvo a abrir los ojos la luz del día es evidente dentro de mi habitación. Aún vuelta boca abajo en mi cama busco el móvil y cuando lo encuentro enciendo la pantalla para ver que son las una y treinta de la tarde. Suelto una pequeña risa cargada de sueño y me giro viendo directamente hacia el techo blanco de mi habitación. Suelto un suspiro y tallo mis ojos para poder quitar todo rastro de sueño. Me preparo mentalmente para poder salir de la cama, me calzo las zapatillas de descanso y voy directamente hacia el baño. Una vez ahí, lavo mi rostro, mis dientes y pongo mi cabello ordenado en un ramillete sobre mi cabeza evitando dejar algún mechón que obstruya mi vista. Luego de que aplico crema hidratante vuelvo a mi habitación para abrir las cortinas y la ventana, mi habitación debe ventilarse y eso será mientras bajo para ver a mis padres y por algo de comer. Salgo de mi habitación cerrando la puerta tras de mí, me encamino por el pasillo y bajo las escaleras saltando como siempre. Llego al primer piso escuchando la risa de mis padres desde la cocina, voy directamente hacia allí encontrándomelos a ambos cocinando y riendo como un par de bobos.

—Buenos días—Saludo entrando para unírmeles.

—¿Buenos días?—Pregunta papá divertido mientras deja lo que hace y viene hacia mí para darme un abrazo—Serán buenas tarde.

—Ya nos preguntábamos si estarías en un estado de coma o no—Dice mamá mientras me da un beso en la frente antes de acercarse para dejar la cebolla que tiene en una tabla de picar en un sartén sobre la estufa—Pero luego recordé que duermes hasta tarde los fines de semana.

—Sí bueno, es el único día que puedo hacerlo. ¿Cómo durmieron ustedes chicos?

—Bastante bien, gracias por preguntar. ¿Sabes algo de tus hermanos?

—¿Cuáles?—Pregunto sentándome sobre un taburete y metiendo un pedazo de zanahoria cruda a mi boca—¿Alan o los idiotas?

—Emily...—me reprende mamá con una sonrisa evitando reírse—No hables así de tus hermanos.

—Ya, lo siento—Me río también—Los gemelos salieron o al menos así me lo dijo Finn iban cada uno por un lado y bueno Alan, no sé debe estar con Lydia o algo así.

—¿Tú no saldrás?—Papá habla sin mirarme mientras vierte la salsa de tomate sobre la verdura que tenían sobre el sartén, niego pero luego recuerdo que él no me está viendo así que hablo;

—No, hoy será un día de esos en los que no me sacaré la pijama.

—¿Así como todos los días?—Se burla mamá riendo seguido de papá.

—¿Qué sería de la paternidad sin un poco de Bullim?

—Es Bullying papá y eso es en la amistad.

—Para la paternidad también aplica así que silencio no me contradigas.

—Bien como sea ¿Qué comeremos?

—Espaguetis con verduras y algo de salsa con pan rallado.

—¡Que rico!

—Puedes ir poniendo la mesa —Mamá tiende en mi dirección los individuales y se ríe al ver mi rostro—Y no está a discusión.

—Está bien—Hago un puchero pero no funciona con mamá así que no me queda más que ir a ordenar la mesa como quiere.

Me voy directamente hacia la sala y quito los adornos que están sobre la mesa antes de poner los individuales frente a cada puesto, uno para papá, para mamá y para mí, al igual que dos al medio para poder dejar las cosas. Cuando estoy volviendo a la cocina para buscar los platos y los cubiertos la puerta suena y como estoy cerca grito para que me oigan;

—¡Yo abriré!

Abro la puerta encontrándome con Connor frente a mí. Su mirada está gacha y cuando me ve sus ojos demuestran mucho arrepentimiento y vergüenza. No sé exactamente que hace aquí pero tampoco es como que quiera saberlo. Estoy a punto de cerrarle la puerta en el rostro cuando habla.

—Necesito hablar contigo—Intento abrir la boca pero vuelve a interrumpirme—Por favor Emily, quiero poder explicarte las cosas.

Estoy por negarme cuando siento a mamá ponerse tras de mí.

—¿Quién es...? ¡Connor cariño! ¿Qué haces ahí! Ven aquí, pasa, ¿Te gustaría quedarte a almorzar?

—No quiero molestar....

—No es molestia. Emily coloca otro puesto en la mesa.

No me queda más que aceptar así que cierro la puerta cuando Connor entra. Veo a mamá ir a la cocina así que tomo a Connor por el codo deteniéndolo.

—No tengo ganas de hablar contigo, pero quiero escuchar cuál es tu excusa para lo que hiciste, así que luego de comer tendrás quince minutos para decirme todo. ¿Entendiste?

—Claramente...Emily yo...

—¡La comida esta lista!

El grito de mamá me hace reaccionar, paso por al lado de Connor sin mirarlo y termino lo que estaba haciendo. Lo escucho saludar a papá y sé que tendré que soportar su presencia un buen rato antes de que podamos hablar. No sé ni cómo mirarlo luego de haber descubierto que estuvo con Lydia.

Pero se mira interesante el querer conocer su excusa y saber si realmente hay algo más que yo no esté sabiendo.


Esquizofrenia » z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora