» 29. ¡Eres mi maldita hermana!

1.4K 123 4
                                    

—El almuerzo estaba riquísimo señora Harries.

—Muchas gracias Connor—Mamá le sonríe tiernamente mientras coge los platos colocándolos uno sobre otro—Pueden ir a tu habitación si quieren Emily. Ya hemos acabado.

Asiento sin decir más, no es que tenga muchas ganas de hablar con Connor, ni siquiera de escucharlo. Creo que he escuchado su voz lo suficiente durante el almuerzo y su conversación con papá sobre lo que sea que hayan hablado porque para ser sincera no he escuchado ni pio de lo que decían. Me levanto del asiento para volver a meter la silla antes de ir hacia la sala, siento a Connor caminar tras de mí mientras nos encaminamos hacia las escaleras. 

Subo lentamente tomándome mi tiempo, una vez que llegamos a mi habitación lo dejo entrar y luego cierro la puerta. Lo que menos quiero en este momento es a alguien de mi familia escuchando lo que tenemos que hablar, aunque no haya nadie más a aparte de mis padres. Una vez que estamos sentados, yo en la silla de mi escritorio y Connor sobre la cama, un silencio inminente nos aborda. ¿Cómo hay que empezar? No soy yo quien tiene cosas que decir, yo solo tengo demasiada mierda dentro contra él y contra Lydia, sobre todo contra Lydia. No puedo creer que aún no le haya dicho algo a Alan.

—Emily...—Levanto la vista ante la mención de mi nombre y veo a Connor observándome detenidamente. Sus ojos color cafés tiene un debate interno que me hace por un momento comenzar a dudar de él. Mientras lo observo me pregunto ¿Cómo él pudo estar con Lydia sabiendo que es la novia de mi hermano? Simplemente es algo que no me cabe, no lo hace—Lo siento...

—No es a mí a quien debes pedirle disculpas Connor y lo sabes...

—No Emily, también debo pedírtelas a ti. Me ofreciste tu amistad sin nada a cambio y yo—rasca la parte trasera de su cabeza notablemente nervioso—yo simplemente te traicioné. Pero quiero que sepas la historia, quiero que conozcas él por qué.

—Entonces habla...

Asiente. Pero se toma un par de minutos para lo que creo es prepararse mentalmente para hablar. Toma un par de bocanadas de aire, mueve sus manos y después de lamer sus labios habla;

—Lydia me pareció realmente hermosa desde la primera vez que la vi, ni siquiera sabía que era amiga tuya y no lo supe hasta unos días después, fue entonces cuando vi a tu hermano llegar donde estaba ella—Toma un respiro y mira sus manos moverse—Fue cuando supe que eran novios y no hace poco tiempo, intenté con todas mis fuerzas el dejar de pensar en ella. Comencé a ser amigo tuyo y eso fue lo mejor que pudo pasarme, eres aquella chica con la que te encanta estar, con la que te ríes de cualquier cosa, con él que puedes ser tú mismo sin sentir pena por ello. Por un tiempo, por un par de meses intenté y creo que logré superar a Lydia. Pero pasó. Un día ella se acercó a mí, mientras esperaba a tu hermano comenzamos a hablar, mucho más de lo que solíamos hablar antes, luego comenzaron los mensajes, las llamadas. Nos juntábamos a conversar, a comer algo, al cine y cosas así. Hasta que un día pasó. Me llamo para decirme que quería hablar conmigo, que quería que vaya a su casa y fui. Pero no sé qué pasó, porque de un momento a otro comenzamos a besarnos y bueno me aterré. No quise hacer algo más así que solo me fui. Pero volvió a pasar, una y otra vez, fue cuando me di cuenta de que Lydia me gustaba, incluso más que eso. Estoy enamorado de ella. El día que nos encontraste nosotros estábamos a punto de pasar a algo más. Realmente ahora, te agradezco el hecho de que hayas llegado a interrumpirnos. No podría haberme perdonado el haber tenido sexo con Lydia, menos sí aún está de novia con tu hermano. ¿La quiero? Claro que sí, ¿Ella a mí? No lo sé, realmente lo dudo. Luego de que te fuiste nosotros llegamos a la conclusión de que era mucho mejor el que nosotros dejáramos de vernos. Y así ha sido hasta ahora, ella eligió a tu hermano y yo elegí el apartarme. Porque prefiero obtener tu perdón Emily a tener que esconderme más.

—No puedo perdonarte así como así Connor. Me decepcionaste y mucho. Lydia y tú estaban engañando a mi hermano. Y eso no puedo aceptarlo.

—Lo sé, créeme que lo sé y no hay nada de lo que me arrepienta más que de eso, pero sé que cuando te enamoras no piensas en nada más que en ti y en lo que quieres, no ves a quien haces daño ni a quien perjudicas.

—No sé qué decir Connor. Realmente no lo sé. Lydia me traicionó de la peor manera. Ella era mi amiga y cuando comenzó con todo lo del supuesto enamoramiento de mi hermano le advertí que no hiciera nada que me obligará a odiarla. ¿Sabes la reputación que Lydia tenía en el Instituto?—Lo veo negar, para esté punto de la conversación ya estoy de pie moviéndome como un verdadero león enjaulado por mi habitación—Lydia era conocida como "entre pierna comunitaria Adams" en ese entonces no me importaba que mi amiga fuera una zorra y se acostará con todos los que quisiera, pero cuando comenzó a frecuentar a mi hermano, le advertí que no podía seguir así. Alan... él realmente la ama, está completamente enamorado de ella y...—siento como mi respiración comienza a entrecortarse el simple hecho de pensar en mi hermano sufriendo por ella me supera de todas las maneras posibles—Ella solo lo engañó contigo como si estos casi dos años que llevan de relación hubieran sido nada.

La puerta de mi habitación es abierta abruptamente logrando que pegue un salto en mi sitio, al darme la vuelta me encuentro de frente con el rostro totalmente descompuesto de Alan, mi hermano me observa con la mandíbula apretada y los ojos inyectados de sangre, no tengo que ser adivina para saber que él ha escuchado todo. Mis ojos se agrandan cuando lo veo entrar a la habitación e ir directamente hacia Connor.

—¡Alan no!—Grito cuando veo que su puño se estrella directamente contra el rostro pálido de Connor, el castaño cae hacia atrás por el impacto del golpe, me interpongo cuando Alan quiere volver a golpearlo, al verme frente a él su puño frena pero sus ojos rojos, llenos de lágrimas me observan totalmente decepcionado—Alan...

—¡No!—Ahora es él quien grita en mi dirección—¡Tú lo sabías! ¡Sabías que Lydia me estaba engañando con él!—Apunta a Connor quien está tras de mí en un rincón de la cama—¿¡Cómo pudiste mentirme así!? ¿¡Por qué no me dijiste!? ¿¡Era eso lo que le pasaba a Lydia verdad!? ¡Me estaba engañando y yo fui lo suficientemente idiota para que todos me vieran la cara! ¡No puedo creer que me mintieras así Emily! ¡Eres mi maldita hermana y tenías que decírmelo!

—¡Ella tenía que decírtelo Alan! ¡Ella me dijo que lo haría, me dijo que te lo diría y de un momento a otro comenzó a portarse como la novia perfecta!

—¡Tú podrías habérmelo dicho!—Sus gritos salen entrecortados por las lágrimas que caen por sus mejillas—¡Eres mi maldita hermana!

—Lo siento—Susurro mientras las lágrimas caen también por mis mejillas—Lo siento mucho Alan.

—Ya es un poco tarde para pedir disculpas Emily, tú, Connor y Lydia pueden irse a la misma mierda. Son todos unos malditos hipócritas.

Lo veo darse la vuelta y salir de mi habitación cerrando la puerta de un gran portazo. Las lágrimas siguen cayendo y es ahí donde me doy cuenta de que he perdido a mi hermano.


Esquizofrenia » z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora